COMPLICADO

Arsat confirma que Macri/Quintana/Aguad eligieron a Hughes

La decisión de reducir el déficit fiscal del Ejecutivo Nacional puede provocar tensiones importantes en áreas sensibles si no se respeta el marco legal, o se lo modifica por algunas herramientas jurídicas apropiadas. Acaba de suceder con el caso Arsat 3/Hughes.

El fragmento que importa del comunicado de Arsat es el siguiente:
 
"Entendemos que nuestras misiones satelitales no pueden seguir financiándose en un 100 por ciento con los impuestos de los argentinos. (...) ARSAT-3 busca viabilizarse también a través de inversiones o aportes privados".
 
Esto confirma casi todo lo que se ha afirmado durante las últimas horas acerca del presente y futuro del proyecto Arsat 3, un satélite de telecomunicaciones que debería orbitar en la frecuencia otorgada a la Argentina.
 
La mención por los impuestos tiene que ver con el mandato de reducir el déficit fiscal, que Mauricio Macri le impuso al vicejefe de Gabinete de Ministros, Mario Quintana.
 
El economista Walter Graziano se lo explicó al periodista Mauro Viale por A24: "La Argentina se está endeudando al 10% del PBI cuando los países razonables lo hacen al 2% o 3%. Esto es insostenible en el mediano plazo".
 
Si bien el Índice de Equilibrio Fiscal del Centro de Estudios de la Nueva Economía (CENE) de la Universidad de Belgrano experimentó una mejora del 2,07% en mayo respecto de abril, de todos modos en la comparación interanual, los ingresos treparon un 16% mientras los gastos lo hicieron un 34,9%. La grieta es cubierta con deuda pública, preferentemente en el exterior y en dólares estadounidenses.
 
Víctor Beker, director del CENE, explicó así la desmejora en 2017: “El pobre comportamiento se explica por el hecho de que en mayo de 2016 se registraron ingresos extraordinarios, por efecto de la suspensión de las transferencias a provincias del 15% de impuestos coparticipables. En cuanto al gasto, debe recordarse que, en los primeros meses de 2016 estuvo fuertemente restringido, particularmente en lo que se refiere a los de capital, mientras se revisaban los contratos de obra pública”.
 
Volvamos a Arsat 3: De acuerdo a la web La Política Online, " el entendimiento implica conformar una empresa conjunta con Hughes para la construcción de un 3er. satélite (N. de la R.: construido por Invap) una política del kirchnerismo que (Mauricio) Macri había frenado cuando asumió por el alto costo que implicaba. Pero De Loredo operó fuerte para convencer a Mario Quintana y éste terminó aceptando un negocio de 230 millones de dólares para una sola empresa.
 
De Loredo presentó una propuesta redonda para Macri y Quintana, desesperados por reducir el déficit. Una empresa trae los 230 millones de dólares, la política de desarrollo satelital no se frena y la fabricación continúa en manos de Invap. Pero claro que el acuerdo tiene letra chica y el Gobierno hizo fuertes concesiones a Hughes, las que ahora el kirchnerismo denuncia como privatización. 
 
El programa El Destape reveló la carta de intención y las concesione que contempla. Según esta información, el Gobierno habría aceptado que la compañía estadounidense se quede con el 51% del ARSAT 3 y con el espacio orbital que le correspondía al país. Además, podrá se llevar al exterior los dividendos que se generen, que hasta ahora eran para financiar futuros satélites. (...)".
 
Quien fue abogada de Comfer/Afsa, tuiteó:
Hughes Communications es un proveedor de servicios de comunicaciones basadas en satélites. La compañía opera su negocio de satélites a través de su subsidiaria de propiedad total, HughesNet.
 
En 2011, Hughes fue adquirida por EchoStar en una operación valorada en US$ 1.300 millones.
 
EchoStar Corporation es una compañía estadounidense propietaria y operadora de una flota de satélites de comunicaciones para su filial Dish Network. 
 
EchoStar es dueña de Sling Media, empresa encargada de diseñar y construir el Slingbox (ua Slingbox es un nombre comercial que se utiliza como nombre genérico de un dispositivo de flujo multimedia de Internet televisión que facilita a los usuarios el ver remotamente sus programas de cable, satélite, o grabador personal de video desde un computador con una conexión de banda ancha a Internet).
 
Estallado el escándalo, la empresa estatal de soluciones satelitales, Arsat, negó que la carta de intención firmada el 29/06 con la empresa estadounidense Hughes -y que establece la creación de la compañía Newco, en la que Arsat controlará 49% y Hughes 51%- resulte definitiva:
 
"La carta de intención firmada con la empresa Hughes no prevé, bajo ningún motivo ni circunstancia, la privatización de Arsat ni de ninguno de sus activos. (...) Con Hughes se firmó una carta de intención que establece condiciones generales de una colaboración entre empresas, que debe ser detallado y trabajado más adelante mediante un acuerdo definitivo. (...) No está en discusión la participación de Hughes ni de ningún otro operador privado en la explotación de ninguno de los activos de la empresa Arsat, sean sus satélites o su red de fibra, data center o infraestructura de televisión". 
 
También: "Las posibles inversiones de empresas privadas en satélites argentinos, no hace más que afirmar el trabajo y confianza recibida por el sector espacial mundial y permite implementar nuevos satélites sin fondos del Tesoro Nacional". 
 
Las posiciones orbitales se discuten en la mesa de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, y de hecho Argentina ya tiene reserva expresa sobre diferentes puntos para la ubicación del Arsat 3 y futuros satélites de comunicaciones. 
 
En el comunicado, la empresa tecnológica nacional aclaró que los ensayos sobre el Arsat 3 se realizaron con la empresa nacional Ceatsa (Centro de Ensayos de Alta Tecnología) y que los "insumos no susceptibles de ser provistos nacionalmente, son importados desde las empresas francesas Thales o Airbus", tal como los utilizados en los satélites Arsat 1 y 2 y que "corresponden a contratos firmados por la gestión anterior".

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