CAMPAÑA 2017

El Gobierno empezaría a reconocer el 'voto castigo' por la economía

Las encuestas coinciden en que Cristina Fernández lidera la intención de voto. El reflejo del oficialismo es bajarle el precio a las mediciones. Pero esa reacción escondería apenas la preocupación en la Casa Rosada donde acusan recibo del impacto de lo que interpretan es el "voto castigo" por el frenazo económico.

Las encuestas van rumbo a la unanimidad. Cristina Fernández está cosechando la mayor intención de voto en la mayoría de los sondeos de cara a las elecciones legislativas del 13/08.

La expresidente acumula cifras que oscilan entre el piso y el techo histórico del kirchnerismo en comicios de medio término. Ni más ni menos. Pero los oficialistas de Cambiemos no alcanzan a superarla y quedan en el 2do puesto. Eso si las elecciones fueran hoy.

Pero a menos de 20 días de las elecciones primarias no hay ningún indicativo de que las perspectivas mejoren para la Casa Rosada, a menos que el verdadero arsenal comunicacional de campaña se vean en los días previos a los comicios.

El último estudio que se conoció es el de la consultora Aresco y muestra que la exPresidente, bajo el sello Unidad Ciudadana, encabeza la intención de voto con el 32,1% de las preferencias para el Senado, seguida por la opción oficialista que representa Estaban Bullrich (la fórmula incluye a Graciela Ocaña, que -en rigor- lidera la nómina de Diputados), con el 30,1%. El tándem Sergio Massa-Margarita Stolbizer cosecha el 20,8%. El resto de las opciones se ubican por debajo del 7%.

Números más, números menos, este es el escenario que muestran las encuestas en general. El reflejo del oficialismo fue salir a poner en tela juicio el resultado de los sondeos. De Gladys González hasta Marcos Peña. Sorprende, ya que el jefe de Gabinete, de la mano de Jaime Durán Barba, ha puesto a las encuestas en un lugar de privilegio a la hora de armar una estrategia de campaña.

Pero esa reacción escondería apenas la preocupación en la Casa Rosada, donde -según las versiones- acusan recibo del impacto de lo que interpretan es el "voto castigo" producto del frenazo económico del año pasado con una recuperación que no logra percibirse allí donde más se necesita el acompañamiento. 

No estaría alcanzando el discurso "contra las mafias" que en el principal distrito electoral utilizan para conmover a un electorado que le es esquivo. También temen que eso se contagio en los distritos que consideran "propios". Apuntó Ezequiel Rudman este martes en Ámbito Financiero que a ese temor respondieron las visitas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal a distritos oficialistas como Tres de Febrero y San Isidro.

Los analistas coinciden en que el Gobierno le dedicó demasiado tiempo a hablar de la corrupción del gobierno K y no perfiló un discurso para esos sectores en donde la insatisfacción de necesidades básicas supera cualquier preocupación sobre la ética pública. Al mismo tiempo, señalan, el macrismo subestimó el impacto de la situación económica en el voto.

Algunas fuentes aseguran que en el Gobierno ya asimilan una eventual derrota en las PASO, pero que confían en dar vuelta el resultado en la general de octubre, donde podría configurarse una suerte de revival del balotaje de 2015, donde el hartazgo del kirchnerismo jugó a favor de Cambiemos.

Es una apuesta fuerte que no evitaría, de todas formas, un fuerte golpe político para el Gobierno en agosto, con el que deberá convivir los 2 meses siguientes, si es que se confirma el escenario que vaticinan las encuestas.

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