LOS SÁENZ PEÑA

Roque, un hijo que decidió no competir con Luis, el padre

A horas de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias, es interesante recordar a Roque Sáenz Peña, el Presidente que impulsó el voto universal, secreto y obligatorio.

 

El 09/08/1914 murió mientras era el Presidente de la Nación, el político y abogado argentino, Roque José Antonio del Sagrado Corazón de Jesús Sáenz Peña.

Él había nacido en Ciudad de Buenos Aires, en 1851, en un hogar simpatizante de Juan Manuel de Rosas, 1 año antes de la derrota, renuncia y exilio de Rosas. Esto no modificó la enseñanza de los valores de todo simpatizante federal que le impusieron sus padres, Luis Sáenz Peña y Cipriana Lahitte.

Estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires y Facultad de Derecho en la Universidad de Buenos Aires, período durante el cual inició su militancia en el Partido Autonomista, que dirigía Adolfo Alsina. Luego, él inició su carrera militar.

Precisamente él interrumpió sus estudios en el marco de la Revolución de 1874, cuando Bartolomé Mitre se levantó contra el presidente electo Nicolás Avellaneda.

Sáenz Peña fue capitán del Regimiento N°2, y su jefe era Luis María Campos, quien al finalizar el conflicto pidió que a su subordinado lo ascendieran a comandante. Sánez Peña se graduó Doctor en Leyes en 1875, y fue elegido diputado bonaerense, donde llegó a presidente de la Cámara con 26 años.

Alejándose del Partido Autonomista, él fue cofundador en 1877 del Partido Republicano, junto a Leandro N. Alem, Aristóbulo del Valle, Hipólito Yrigoyen, Vicente López y Pedro Goyena.

En 1879 comenzó la Guerra del Pacífico: Chile vs Bolivia / Perú. Sáenz Peña era un apasionado y no dudó en viajar a Lima para ingresar al Ejército peruano, donde lo designaron Teniente Coronel, y se fue al combate hasta que en Arica fue herido de bala y apresado.

Estuvo prisionero 6 meses pero en 1880 fue devuelto a la Argentina, donde regresó al poder Julio Argentino Roca. De inmediato lo designaron subsecretario de Relaciones Exteriores pero en 1882 abandonó el cargo y se fue a Europa, de donde regresaría como 'hermano masón', integrante de la Logia Docente.

En 1885 él ya estaba junto a Carlos Pellegrini quien ingresaba a la fórmula presidencial que ganaría las elecciones. Por entonces él fundó el periódico Sud América, que apoyó la candidatura de Miguel Juárez Celman y criticaba a Dardo Rocha.

En junio de 1890, Juárez Celman, en plena crisis, lo nombró ministro de Relaciones Exteriores, pero a fines de julio de ese año estalló la llamada Revolución del Parque. Si bien fracasó el motín, desplazó a Juárez Celman del poder, y asumió el vice, Carlos Pellegrini para completar el mandato. Sáenz Peña renunció a su cargo.

Mucho se hablaba de Roque Sáez Peña Presidente. Su candidatura fue proclamada en La Plata a mediados de 1891 por el grupo llamado "modernista", en el que se destacaban Carlos Pellegrini y José Figueroa Alcorta. Pero Roca y Bartolomé Mitre amañaron un acuerdo que cerrarle el paso a Alem/Yrigoyen pero también a Sáenz Peña: lanzaron la candidatura de su padre, Luis Sáenz Peña.

Fue un golpe bajo. Roque Sánez Peña se negó a enfrentar a su padre, renunció a la candidatura ("lamento que circunstancias ajenas a mi voluntad, pero no extrañas a mi corazón me impidan aceptar el alto honor que se me ha discernido") y decidió administrar una estancia en Entre Ríos por 2 años.

Hasta decidió abandonar su banca de senador nacional por Provincia de Buenos Aires. No podía ser oficialista pero, por respeto filial, tampoco podía ser opositor.

Luis Sáenz Peña le agradeció el gesto en una carta pública: "Creo que nos abraza una aureola de honor para el hijo y para el padre. El abnegado retiro de tu candidatura me deja amplia libertad de proceder. Tú eres todavía muy joven, y en tu corta vida pública has dejado ya rastros indelebles de tu inteligencia y de tu carácter".

Regresó a escena recién en 1904, con el entonces presidente José Figueroa Alcorta, quien lo designó ministro plenipotenciario ante España, Portugal, Italia y Suiza.

En Europa observó que la democratización política avanzaba y al regresar al país en 1909, decidido adherir al cambio. Otra vez candidato a Presidente, con 59 años se presentó a las elecciones de 1910 acompañado por el salteño Victorino de la Plaza.

El Pesidente electo se encontraba nuevamente en Europa cuando lo proclamó el Colegio Electoral.

Llegó y se reunió con el presidente Figueroa Alcorta, y luego con el jefe de la oposición, Hipólito Yrigoyen, en la casa del Manuel Paz.

Yrigoyen se comprometió a abandonar la vía revolucionaria y Sáenz Peña, a impulsar la Ley Electoral.

Sáenz Peña cumplió con su palabra enviando al parlamento el proyecto de Ley de Sufragio, elaborado por el ministro del Interior, Indalecio Gómez: un nuevo padrón, basado en los listados de enrolamiento militar, y voto secreto y obligatorio para todos los ciudadanos varones mayores de 18 años.

Sáenz Peña presentó el proyecto afirmando: "He dicho a mi país todo mi pensamiento, mis convicciones y mis esperanzas. Quiera mi país escuchar la palabra y el consejo de su primer mandatario, quiera el pueblo votar".

El texto fue conocido como Ley Sáenz Peña. Posibilitó el final del fraude, o sea la posibilidad de expresión de las fuerzas políticas opositoras, hasta entonces marginadas del sistema por los gobiernos conservadores.

El procedimiento se estrenó en aquel 1912: creció el bloque legislativo socialista, y la UCR ganó en Entre Ríos y Santa Fe.

En 1913, la salud de Sáenz Peña se deterioró mucho y él tuvo que solicitar licencia. Falleció en la madrugada del 09/08/1914, mientras en Europa estallaba la 1ra. Guerra Mundial.

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