Y PASARON LAS PASO…

Los varios peronismos y qué significa "cambiar"

El peronismo lo fracturó Eduardo Duhalde, en 2002/2003 porque temía no poder impedir que Carlos Menem fuese el presidenciable único del PJ. Así fue como Duhalde gestó el llamado Congreso de Lanús, de donde emergió el peronismo de Duhalde/Kirchner, que luego se lo quedó Néstor Kirchner; el peronismo de Menem; y el peronismo de los hermanos Rodríguez Saá. Y los 3 fueron separados a las urnas que, por renuncia de Menem a participar del balotaje, ganó Kirchner, quien se apuró a cerrarle la puerta a Duhalde. Los Kirchner intentaron reunificar el peronismo, pero no lo consiguieron por completo. De hecho, hubo peronismo en la lista de Francisco de Narváez que le ganó en 2009 a Néstor Kirchner, Daniel Scioli y Sergio Massa. De todos modos, los K recuperaron la hegemonía hasta 2013, cuando la perdieron en el territorio bonaerense a manos del ex Frente Renovador. Esta situación ha entrado en una nueva fase, y de eso trata esta nota:

La cuestión ahora es cómo se leen los resultados de las PASO y la verdad hay varias lecturas posibles.

La primera es la de precisar, una vez más, que estas elecciones han servido para saber quiénes se postularán y competirán para los cargos legislativos -diputados, senadores y concejales municipales- que se disputarán en octubre.

La segunda lectura tiene el valor de una encuesta que, en general, polarizó entre el oficialismo -Cambiemos- y alternativas en general locales de origen peronista, lo que nos habilita para conjeturar como podrían ser los resultados del 22/10.

Por ejemplo en Provincia de Buenos Aires, habrá dos referencias principales y una incógnita.

Las referencias serán Cambiemos y Unidad Ciudadana; y la incógnita será que destino tendrán el resto de los votos que pueden ser dos:

> mantenerse fiel a sus candidatos dado que el sistema de distribución proporcional les garantiza el acceso sea a la Cámara de Diputados de la Nación, legislaturas provinciales y concejos deliberantes;

> también puede haber desvíos de los votos mayoritarios y una posibilidad cierta es que Unidad Ciudadana, obtenga en octubre una cantidad menor de votos que los conseguidos en las PASO. Parecería que Cambiemos no correría ese riesgo; por el contrario, incrementaría su caudal.

Santa Fe también parecería que polarizará entre Cambiemos y el “Kristinismo”, al igual que Chubut, Neuquén, Rio Negro, San Luis Santa Cruz y Tierra del Fuego.

En otras provincias como Catamarca, Córdoba, Chaco, Entre ríos, Jujuy, La Pampa, Mendoza, Misiones, Salta, San Juan y Tucumán la polarización se producirá entre Cambiemos y el Justicialismo.

Según cómputos provisionales a nivel nacional, Cambiemos habría tenido el 37,91% de los votos, el Kristinismo el 19,78%, el Justicialismo, el 18,58%; y 1País el 7,17%; y quedaría una dispersión del 24% aproximadamente.

Lo que estarían demostrando estas PASO es que el llamado "peronismo" quedó fraccionado definitivamente en 3 partidos:

> El Kristinismo, que hemos llamado el “peronismo nihilista”, es decir es un partido anti sistema. Esta fracción creería que está condenada a ir consumiéndose a partir de la próxima elección y muy probablemente algunos de sus restos terminen en la punta más extremista de la izquierda.

> El “peronismo justicialista” si no encuentra un liderazgo que pretendió ejercer Florencio Randazzo, en la próxima elección se convertirá en una suerte de UCR post 2001, tal como lo cree Carlos Pagni, con sus Leopoldo Moreau y Ernesto Sanz.

> Finalmente queda un peronismo raro que de, algún modo, representa 1País o Sergio Massa y su séquito, que solo sirvió en 2013 para cerrarle a Kristina la “re-re”, pero cumplido ese objetivo inició el camino de la declinación. Esta fracción está en busca de un genuino vehículo de representación que no será nunca el “kristinismo”.

Por último, Maria Eugenia Vidal quedó convertida en el único líder político nacional, ya que no tengo duda que su liderazgo se ha extendido mas allá de los límites de la Provincia de Buenos Aires y explica en gran parte la cantidad de votos obtenidos por lo que sigue siendo una mera coalición electoral, como lo es Cambiemos o el “Partido del Balotaje”.

Ahora Maria Eugenia Vidal tiene una misión política, deberá construir “autoridad”, tal como decía Carlos Floria, en el sentido clásico del “auctor”, “…instigador de acciones libres, factor de certidumbre y confianza”.

Hasta ahora Cambiemos tuvo la intención de hacerlo pero no tuvo el liderazgo necesario para concretarlo.

Maria Eugenia Vidal deberá convertir a esta coalición en una real Alianza o bien convertir al PRO en un partido político nacional.

En este caso, ella deberá promover un sistema de consensos novedoso entre y con lo que Ferdinand de Lasalle llamaba los “factores de poder”.

Si lo logra la Argentina comenzará a crear nuevos usos y costumbres y deberíamos dejar a tras más de 80 años de atrasos y frustraciones.

Quedaría otro tema que trataríamos próximamente. Nosotros los argentinos ¿comenzamos a cambiar…?

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