CADENA DE ABANDONOS TRAS CHARLOTTESVILLE

El último cartucho de Trump: echó a su gurú ideológico

Los empresarios lo abandonaron, los republicanos se desmarcan de él, Al Gore le recomendó renunciar: tras los hechos de racismo en Charlottesville, una parte de la sociedad estadounidense está escandalizada por la falta de una condena contundente del Presidente. ¿Su reacción? Echar a su gurú ideológico y jefe estratega, Stephen Bannon, duramente cuestionado por su postura afín a la "alt-right", el movimiento de derecha que apoya el nacionalismo blanco.

El Presidente estadounidense, Donald Trump, echó el viernes 18/8 a su controversial jefe estratega, Stephen K. Bannon, duramente cuestionado desde el comienzo. Sucede que Trump sufrió severas presiones para despedir a Bannon, a quien se le endilgan ideas racistas, luego de los hechos violentos del fin de semana pasado. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, dijo esta tarde: "El jefe de staff de la Casa Blanca y Steve Bannon han acordado mutuamente que hoy será el últim día de Steve. Estamos agradecidos por su servicio y le deseamos lo mejor."

Desde el fin de semana pasado, cuando una marcha de supremacistas blancos y neonazis terminó en violencia, Estados Unidos está sumido en la polémica. Sucede que la reacción de su Presidente, Donald Trump, contra los racistas, no conformó nadie. Algunos de los empresarios más importantes detrás suyo lo abandonaron así como políticos de su propio Partido Republicano se diferenciaron públicamente de su postura: Trump sostuvo que en las marchas, organizadas contra la remoción de una estatua del general confederado, Robert E. Lee, estuvieron llenas de gente pacífica que simplemente estaba en contra de que bajaran la estatua, así como también admitió la presencia de supremacistas y neonazis -a quienes sí condenó-.

La violencia, según Trump, tuvo dos culpables: tanto los elementos violentos entre los que marchaban, como los violentos entre la "contramarcha". La equivalencia moral entre ambos bandos exasperó a más de uno en USA. Los medios de allá se están manifestando cada vez más fuerte contra el Presidente: una nota de opinión de la revista Foreign Policy directamente se titula "Donald Trump es un simpatizante nazi". Jonathan Capeheart de The Washington Post escribió: "Trump es un cáncer en la presidencia". Observen la tapa de The New Yorker:

 Desde el comienzo de su presidencia, a Trump se lo criticó duramente por asociarse con Stephen Bannon, quien participó de su campaña presidencial y actualmente se desempeña como jefe de estrategia. Bannon, exdirector de Breitbart News, es un nacionalista de derecha exponente de la nueva "alt-right". Este movimiento participó de las marchas el fin de semana pasado en Charlottesville, junto a supremacistas y neonazis.

La "alt-right" reúne a un conjunto de ideologías de derecha de USA sostenidas principalmente por jóvenes adictos a las teorías conspirativas, anti-establishment y con un gran activismo en Internet, según los describe Wikipedia. Están a favor del nacionalismo blanco.

Una persona cercana a Bannon dijo que la partida fue su idea, y que le había presentado la renuncia al Presidente el 7/8, que hubiese sido anunciada al comienzo de esta semana pero tuvo que ser retrasada por los hechos en Charlottesville. Bannon estaba enfrentado a otros asesores de la Casa Blanca y miembros de la familia del Presidente mismo desde hace meses.

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