GENGIS KAN

“No basta con que yo triunfe, los demás deben fracasar”

Los kiutes, tribus del suroeste del lago Baikal, habían elegido como jefe a Yesugei, quien había conseguido reunir bajo su mando unas cuarenta mil tiendas. Al volver de una batalla contra los tártaros, el guerrero se encontró con que su favorita, Oelon-Eke (Madre Nube), le había dado un heredero, al que llamaron Temujin. El niño tenía en la muñeca una mancha encarnada, por lo que el chamán pronosticó que sería un famoso guerrero. Años después, en efecto, Temujin se convertiría en Gengis Kan, el célebre conquistador mongol. Su nacimiento figura en los anales chinos en el año 1162, Año del Caballo. Su muerte ocurrió el 18/08/1227, y su cadáver nunca se encontró. Lo más curioso, de todos modos, es lo siguiente: al menos 16 millones de hombres tienen genes del emperador, un 0,5% de la población total lleva sus cromosomas.

El pueblo mongol era uno de los pueblos nómadas más pequeños que vagaban con sus rebaños por los confines del desierto de Gobi, en busca de pastos. Cada uno tenía su propio kan o príncipe, encargado de cuidar que en su territorio reinase un cierto orden.

¿Cómo fue, entonces, que todo eso se reconvirtió en un imperio que llegó a ocupar una superficie de 34 millones de Km2 (el total del planeta Tierra es de unos 149 millones de Km², o sea que los mongoles llegaron a tener bajo su control el 22,8% del mundo)?

El fundador de éste Imperio fue Gengis Kan, cuya muerte se recuerda: el 18/08/1227, Gengis Kan murió misteriosamente y su cadáver nunca se encontró. Y precisó apenas 20 años para levantar aquel imperio, encadenando victorias militares, su carisma personal, la elección de generales en razón de sus méritos (y no de su linaje) y el empleo sistemático del terror.

A principios del siglo XIII, los ejércitos mongoles, liderados por Gengis Kan, protagonizaron una de las expansiones militares más importantes de la historia: derrotaron a buena parte del norte de China, entonces ocupado por el reino de Xi Xia y el imperio yurchen; y destruyeron el imperio musulmán de Juarezm, en Asia Central. Los sucesores del conquistador continuaron las conquistas: desde Hungría a Egipto, y también Japón.

Lo más curioso, de todos modos, es lo siguiente: al menos 16 millones de hombres tienen genes del emperador, un 0,5% de la población total lleva sus cromosomas.

Nacido en 1162 como Temuyín, hijo de la unión entre Yesugei (padre) y Oelón-Eké (madre), Kan creció en tiempos de feudalismo. Su familia ocupaba la cúspide de la pirámide: él aprendió el liderazgo de su padre, quien era el líder del clan mongol Kiyand.

Biografía de Gengis Kan

Tal como era costumbre en esos tiempos, a los 9 años, Yesugei llevó a su hijo a un largo viaje en busca de quien sería la esposa de su hijo. Pero su regreso, fue traicionado y envenenado por sus antiguos enemigos, los tártaros.

El pueblo no quería quedar bajo las órdenes ni de la viuda, ni del niño de 10 años, y comenzaron a marcharse, abandonando sus tierras. Y en la familia de Kan, la aristocrácia desapareció: de príncipes a mendigos, la dieta de carne y leche pasó a hierbas y pescado.

Temuyín decidió tomar el control, muchos jóvenes mongoles se pusieron detrás de él y lo aceptaron como nuevo kan de la tribu.

Un viejo amigo de su padre, kan de la tribu de los keraitas, Togrhul, le dio su aval, reconociendo su liderazgo, y entonces Temuyín, lentamente, comenzó a recuperar las tierras, aunque otras tribus se unían contra él.

Su primera batalla fue contra los merkitas, quienes habían raptado a su esposa Borte. Con el apoyo de sus amigos Boghurtschi y el príncipe Jamukha, sus "andas" (hermanos jurados), triunfó, y así fue como Temuyín acumuló más poder.

Hacia 1188, con 26 años, logró reunir un ejército de 13.000 hombres para enfrentarse a 30.000 guerreros de Tartugai. Derrotó a sus enemigos, y los antiguos seguidores de su padre regresaron y le reconocieron como único jefe legítimo.

El siglo XII llegaba a su fin, y el chamán debía elegir a su nuevo rey para los mongoles.

En el año 1196, el chamán declaró que el Eterno Cielo Azul había destinado a Temujin para jefe del pueblo mongol y nadie lo objetó (era una posibilidad la objeción, que hubiese iniciado un conflicto sangriento): entonces él aceleró la unificación mongola.

El mayor deseo de Temujín era vengar a su padre contra los tártaros. Los yurchen, un pueblo chino, buscaban frenar y someter al mismo enemigo.

Así los keraitas del amigo Togrhul y los kiutes (la tribu principal de Temujín) se unieron con los chinos contra los tártaros, a quienes derrotaron.

25 secretos de Gengis Kan

Gengis Kan implantó una durísima disciplina. En 1202, antes de una expedición para vengarse de los tártaros, impartió esta orden a sus tropas: "Si vencemos, que ninguno tome botín en ese momento, pues ya será repartido más tarde; y si tenemos que retirarnos, volvamos al lugar de donde hayamos partido y, formados otra vez, ataquemos nuevamente con brío. Todo aquel que no vuelva a la formación será decapitado".

De esta manera eliminó uno de los principales puntos débiles de los ejércitos nómadas, que muchas veces veían cómo, tras ganar una batalla, los guerreros victoriosos se detenían a saquear el campamento contrario, lo que permitía escapar a los enemigos.

A menudo, los castigos por falta de disciplina eran colectivos. Según Juan de Plano Carpini -un monje franciscano que visitó el imperio mongol 18 años después de la muerte de Gengis Kan-, si algún soldado de una unidad de 10 hombres (arban) huía en plena batalla, era ejecutado con sus compañeros. Y si era todo un arban el que huía, entonces era ajusticiada la unidad de 100 soldados (yaghun) a la que pertenecía.

Surgió un problema: el poder de Temujín comenzó a alejar a sus propios hermanos como Jamukha y Togrhul, quienes armaron la alianza de las 12 tribus que rechazaron el poder del nuevo rey.

Temujín no tenía planes de detenerse: derrotó a la alianza, sometió a las aldeas bajo su poder, venció a los naimanos -los turcos de Mongolia occidental que vivían en las montañas de Altai- y en 1206, el año de la Pantera, Temujín se reconvirtió en Gengis Kan (Gran Kan significa emperador). Todos los habitantes del territorio se asumieron como mongoles y nació el Imperio.

Mongolia hoy

El Kan propuso saquear el planeta (bah, el mundo conocido) y los nómades de su tierra, que cazaban y pasaban frío, fueron asaltados por la ambición, alistándose como fuerzas del emperador.

El carisma del conquistador mongol le permitió disfrutar de la lealtad incondicional de sus soldados. Por ejemplo, tras una confusa batalla contra los tayichiut, una tribu mongol que se negaba a reconocerle como kan, él acabó tirado en el campo de batalla con una herida en el cuello y fue salvado por Jelme, uno de sus guerreros, que le cuidó toda la noche y llegó a infiltrarse en el campamento enemigo para conseguir leche de yegua para su sediento y malherido kan.

Hasta 1209, él se concentró en someter a todas las tribus que quedaban en Mongolia: kirguises, uigures y oirates.

Mongolia se encontraba al oeste de China, al este del Islam, y hacia Occidente se extendía Rusia y Europa central.

Luego de cruzar la Gran Muralla, las tropas conquistaron el reino Hsi-Hsia, luego siguieron sometieron a los Jin y estaban cerca de conquistar a los yurchen (sus exaliados) cuando el Kan debió regresar a su territorio para encargarse de la tribu kitán, desplazados de Manchuria (China) por los yurchen y luego conquistados por los naimanos con el cruel Kuchlug como líder, formando el imperio kitán Kanato de Kara-Kitai.

En aquel 1218 los mongoles fueron recibidos como libertadores y sometieron a los kitanos. Ahora, el imperio mongol tenía como nueva frontera el Imperio Corasmio, que gobernaba el Gran Irán (Persia): hoy día Irán, Azerbaiyán, Armenia, Afganistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Tayikistán, Kirguistán y partes de Irak, Pakistán, Turquía y Siria.

No pasó mucho tiempo para que Gengis Kan decidiera atacar, tentado por la posibilidad de obtener el control total de las rutas comerciales entre Oriente y Occidente. En 1223 el Gran Kan incorporó el Reino de Corasmia.

La organización del ejército mongol, estructurado en unidades de 10, 100, 1.000 y 10.000 hombres, era frecuente en los pueblos nómadas, desde que los Xiong Nu, fundadores del primer imperio en Mongolia, la adoptaron en el siglo III a.C. Pero Gengis Kan fue uno de los mejores generales de su época y de la historia.

Por entonces, Karakorum, la capital de Mongolia, se convirtió en el centro del mundo oriental, y los mongoles amenazaban con aniquilar las fuerzas del cristianismo.

La pasión del invicto Kan era enfrentarse contra ejércitos mayores. Su ejército era considerado invencible porque los jinetes mongoles, habituados a la meteorología extrema, sabían soportar la lluvia, los vientos y la nieve, y sus caballos también podían soportar privaciones. Además, los guerreros eran muy certeros en el uso de sus arcos y flechas.

Los ejércitos de Gengis Kan no disfrutaron de ninguna ventaja tecnológica sobre sus predecesores. Su arma principal, el potente arco compuesto, era muy similar al usado por los escitas más de 2.000 años antes.

El componente más polémico del estilo de guerra mongol fue el terror. Pero esta práctica no era la acción descontrolada de unos "bárbaros" sedientos de sangre, sino un instrumento calculado como acción psicológica: cuanto más se resistía una zona, más cruel era la actuación de los mongoles.

Los mongoles no fueron los primeros en pasar a cuchillo a todos los habitantes de una ciudad pero es probable que nadie lo hubiera hecho antes a semejante escala. ¿Por qué? Porque superados en número no podían permitirse que quedaran en pie zonas problemáticas.

Las hazañas de Gengis son impresionantes. Sus batallas campales contra el reino de Xi Xia en Keyimen (1209); contra los yurchen en Fuzhou (1211), en Xijiang (1212) y en Yizhou (1213), y contra los juarezmios en el Indo (1221) son legendarias.

Los mongoles también destacaron por su gran capacidad de adaptación. Fue muy perceptible esta actitud en la guerra de asedio, una debilidad de muchos de los ejércitos nómadas. Durante el primer asedio de una gran ciudad fortificada, Zhong-xing, la capital del reino de Xi Xia atacada en 1209, el ejército de Gengis Kan, sin máquinas de asedio ni conocimientos técnicos, intentó desviar el curso de un río para que socavara los cimientos. Las lluvias provocaron el desborde del río, que acabó inundando el campamento de los mongoles, pero la determinación que éstos habían demostrado convenció al rey de Xi Xia para rendirse.

Contra los yurchen, desarrollaron el sistema de reclutar a miles de desertores chinos, que aportaron los conocimientos e incluso las máquinas de asedio de las que los mongoles carecían. Cualquiera podía servir en el ejército de Gengis Kan: desde un pastor de la estepa con aptitudes para el mando hasta un desertor chino con conocimientos en la guerra de asedio.

La tumba secreta de Gengis Kan

Además, era notable el talento de su grupo de subordinados: Jebe, Subetei y Mujali. Ellos eran consecuencia de la meritocracia que impuso Gengis Kan, la selección de los hombres para puestos de responsabilidad por sus cualidades personales y no por su pertenencia a la aristocracia mongol.

A pesar de que tenía muchísimas mujeres, su principal esposa y compañera era Borte, y junto a ella habían engendrado 4 hijos varones: Yuci, Yagatay, Ogodei y Tuli.

En el invierno de 1227, las tropas mongoles, acompañadas por todos los hijos y nietos de Gengis Kan, emprendieron la marcha hacia el este para invadir el reino tangut, en China.

Fue en ese momento que el emperador repartió los territorios de su imperio:

> Yuci, su hijo mayor, se haría cargo de las estepas del Aral y del Caspio;

> Yagatay se quedaría con la región entre Samarcanda y Tufán,

> Ogodei quedaba al frente de la región situada al este del lago Baikal iría; y

> Tuli fue el señor de los territorios primitivos, cerca del Onón.

Gengis Kan creó una administración basada en consejeros y funcionarios procedentes de los territorios conquistados (otra vez la meritocracia) que dio continuidad a aquel inmenso Estado. De esta forma, evitó que sus conquistas fueran simplemente una gigantesca operación de saqueo sino la base de lo que, bajo el gobierno de su nieto Mongke Kan, llegó a ser el Imperio terrestre más extenso de la historia.

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