'ORTOREXIA'

Cuando comer sano nos enferma

La cultura del bienestar -representada en una industria que mueve más de US$ 3 billones al año- nos alienta a comer sano. Pero la búsqueda de comer sano se puede volver obsesión y la obsesión, patología. La persona que sufre de 'ortorexia nerviosa' pasa el día pensando en lo que va a comer, sigue reglas estrictas que pueden ser contraproducentes, se aísla socialmente y puede terminar perdiendo la capacidad de reconocer cuándo tiene hambre, qué cantidad de comida necesita y cuándo está lleno.

"¿Está la cultura del bienestar creando un nuevo tipo de desorden alimenticio?", se pregunta Rosie Spinks en el portal Quartz.

La "ortorexia" es un transtorno de la alimentación que no se trata de la fijación por estar delgado, sino sobre una obsesión maníaca por consumir exclusivamente alimentos "sanos". La palabra viene de la combinación de 2 términos griegos: 'orthos' significa bien o correcto, y 'orexsis' significa hambre.

"Las personas con ortorexia nerviosa están constantemente preocupadas por los alimentos. Pasarán horas del día pensando en la investigación, planificación y preparación de las comidas. Es común que los ortoréxicos sigan reglas estrictas en cuanto a comer, como eliminar por completo ciertos alimentos – como el azúcar refinado o aceite hidrogenado. Si se alejan de estas reglas auto-impuestas, se sentirán culpables", explica el sitio Ortorexia.org.

El término fue utilizado por primera vez por Steven Bratman -un practicante de la medicina alternativa-, quien escribió en 1997 un artículo para el Yoga Journal notando que algunos de sus clientes "habían reducido la dimensionalidad de sus vidas humanas al asignarle un significado y poder excesivos a lo que metían en sus bocas".

¿Qué separa el comer sano de la ortorexia? ¿Hasta dónde es un cuidado de la salud y cuándo se vuelve un trastorno? Según explica Spinks, "la distinción crucial que separa los 2 es un componente mental patológico -que incluye 'el pensamiento obsesivo, el comportamiento compulsivo, el autocastigo, y la restricción en escalada'- que ha menudo puede ser mantenida en secreto del mundo exterior."

Recién en 2004, la ortorexia fue examinada más a fondo en un trabajo científico titulado "Ortorexia nervosa: un estudio premilimar con una proposición de diagnóstico y un intento de medir la dimensión del fenómeno".

En ese informe, varios autores del Instituto de la Ciencia de la Alimentación y de la Universidad de Roma La Sapienza, escribieron: "Desde hace algún tiempo, los medios masivos de comunicación y los expertos en el área de la nutrición han descubierto un nuevo desorden alimenticio todavía no reconocido como una enfermedad por el Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales, llamado 'ortorexia nervosa'. Enfatizado por el preocupante nivel de alarma excesiva con respecto a la comida que los medios han producido (la enfermedad de la vaca loca, el pollo contaminado, el envenamiento por mercurio en los pescados, etc...), el aspecto discordante de la personalidad de la ortorexia nervosa fuerza al individuo a una elección exasperada de alimentos, basada únicamente en los aspectos de la 'salud'. Esto puede llevar a estos individuos a seguir dietas estrictas que eliminan categorías enteras de alimentos y que consecuentemente llevan a una escasez de nutrientes esenciales, la modificación de las relaciones sociales y personales y la alteración del estado psicofísico general."

"La dieta del ortoréxico en realidad puede ser poco saludable. Los problemas nutricionales dependen de la dieta específica que la persona se ha impuesto a sí misma", explica el sitio Ortorexia.org. "Un ortoréxico a menudo puede estar aislado socialmente, ya que planea su vida alrededor de la comida. Es posible que tenga poco espacio en la vida para otra cosa", agrega. Y un punto clave: "Los ortoréxicos pierden la capacidad de comer intuitivamente – a saber cuando tienen hambre, la cantidad que necesitan, y cuando están llenos."

Detrás de la cultura del bienestar, recordemos, hay una industria, que según el Global Wellness Institute movió US$ 3,7 billones en 2015. (Esta cifra incluye medicinas complentarias o alternativas, turismo de bienestar, spas, medicina preventiva y personalizada, comida sana, nutrición y fitness, entre otros).

En 2014, relata Quartz, el término entró en el léxico popular cuando la estrella de Instagram y blogger The Blonde Vegan (la rubia vegana), quien ahora se llama The Balanced Blonde (la rubia balanceada), admitió a sus 70.000 seguidores que su condición le había causado "vivir en una burbuja de restricción".

Para la Dra. Lauren Muhlheim, terapeuta especializada en desordenes alimenticios, muchos de quienes sufren ortorexia, si no existiera la cultura del bienestar, sufrirían de otras formas de desorden alimenticio. Esto se debe a una susceptibilidad que está por detrás.

"(La cultura del) bienestar definitivamente contribuye a que se presente de este modo. Pero no sabemos si, en ausencia de la cultura del bienestar, estas personas no hubiesen desarrollado anorexia u otra cosa. Hubo casos de lo que hoy consideraríamos anorexia tan temprano como en el 1200, pero las razones para el ayuno en ese caso eran sagradas o espirituales. Por lo que podría ser que un desorden alimenticio toma el contexto sociocultural", dijo Muhlheim a Quartz.

Daniella Isaacs es una actriz y dramaturga británica que alguna vez estuvo obsesionada por el "bienestar", hasta que se dio cuenta que la estaba de hecho enfermando. Ella acaba de estrenar una obra autobiográfica titulada "Hear Me Raw" (escúchame cruda), y le explica a Quartz: "Para mí la ortorexia es sólo otra versión de transtorno obsesivo-compulsivo o ansiedad; es una manera de controlar todo lo que es incontrolable de la vida. Debido a que estamos permanentemente rodeados de comida y marketing que nos dice que nos debemos ver de determinada manera, es algo con lo que uno puede fácilmente obsesionarse. Si uno puede hacerse un smoothie y controlar exactamente cuánta chía y leche de almedras contiene, ¿no es eso algo mucho más manejable que lidiar con todas esas preguntas sin respuesta?"

Dejá tu comentario