HILLARY SE PREGUNTA

"¿Qué es lo que me convierte en tal pararrayos para la furia?"

En nueva memoria, Hillary habla de todo y echa culpas por doquier por su derrota en las presidenciales del año pasado. Desde Bernie Sanders hasta James Comey, pasando por Vladimir Putin, todos aportaron un grano de arena para su fracaso electoral. Sin embargo, Clinton también se sincera, toma responsabilidad por su derrota -tras la que, dice, se refugió en su casa de Chappaqua y se dedicó a arreglar armarios y beber Chardonnay-. La autora plantea una pregunta que queda abierta: ¿por que no la quieren o, hasta la desprecian, ciertos sectores de la sociedad estadounidense? Una posible respuesta, arroja, es la misoginia: "Creo que en parte es porque soy mujer".

El martes 12/9 salieron publicadas las nuevas memorias de la excandidata presidencial demócrata Hillary Clinton, tituladas "What happened" (Qué pasó). En ellas relata su experiencia como nominada del Partido Demócrata en 2016. Es su 7º libro y, según el diario El País, una mezcla de testamento, autocrítica y ajuste de cuentas. Clinton adjudica su derrota frente al actual Presidente, Donald Trump, a una larga lista de factores. Entre ellos destacan el exdirector del FBI, James Comey, su rival interno, Bernie Sanders, y Rusia. Pero sin embargo toma responsabilidad ella misma por su derrota también.

En la crítica del libro, Jennifer Senior escribió en el diario The New York Times que Clinton describe "lo que pasó" con candor, desobediencia y humor oscuro. En sus anteriores memorias, Hillary "midió sus palabras con cucharitas de té y luego las roció con desinfectante". Pero "hemos escuchado una y otra vez que Clinton es muy diferente en privado. Y ahora es una ciudadana privada", explica Senior. "Esta distinción parece haber hecho toda la diferencia."

Según Senior: "'What happened' no es un libro sino muchos. Es un testimonio cándido y oscuramente gracioso sobre su ánimo tras haber perdido contra Donald J. Trump. Es una autopsia, en la que ella es tanto la jueza de instrucción como el cadaver. Es un manifiesto feminista. Es un aniversario que ajusta las cuentas. Es una diátriba contra James B. Comey, Bernie Sanders, los medios, James B. Comey, Vladimir Putin y James B. Comey. Es un manual sobre espionaje ruso. Es una paliza a Trump. ('A veces me pregunto: Si sumas el tiempo que pasa en el golf, Twitter y los medios', escribe ella, '¿qué queda?')."

Senior explica que hay enojo en What Happened. Por primera vez, el público puede echar un vistazo a cómo es Hillary cuando no está gastando toda su energía en reprimir su irritación. Un recurso que probablemente le hubiese servido antes de la elección.

“Las fuerzas que intervinieron en 2016 no se parecían a nada de lo que había visto o leído hasta ahora”, afirma Clinton en What Happened. Habla de una "tormenta perfecta" que acabó por arruinar lo que parecía una elección perecta para ella. “Yo estaba llevando a cabo una campaña tradicional, con políticas muy pensadas, mientras Trump hacía un reality show que azuzaba el resentimiento de los estadounidenses de una forma implacable”, afirma según los fragmentos que han ido apareciendo en medios estadounidenses en los últimos días.

El País explica que la memoria tiene "aroma a testamento de quien ya nunca más saldrá a pedir el voto." "Ella misma lo confirmó este fin de semana en una entrevista en la cadena CBS: 'No volveré a ser candidata', dijo, el desenlace de su última campaña 'sigue doliendo mucho'. 'Tuve que aceptar que millones y millones de personas no me querían. Imaginen lo que se siente'. Cuenta que después de la derrota se refugió en su casa de Chappaqua, un precioso pueblo del norte del estado de Nueva York, y se dedicó a arreglar armarios, pasear por el bosque y beber Chardonnay", relata Amanda Mars del diario español.

Uno de los principales apuntados por Clinton como factor responsable de su derrota es Bernie Sanders. Su contrincante en la interna demócrata, plantea el libro, le "causó un daño permanente". Lo culpa de haber forjado la campaña con la que Trump la derrotaría luego. Las grandes promesas progresistas de Sanders, plantea, hacían imposible que ella no quedara como el malo de la película, simplemente por ser más honesta y responsable. Así lo describen Jason Silverstein y Ginger Adams Otis del NY Daily News: "El senador por Vermont -quien famosamente le dio un gran respiro a Clinton cuando dijo que no se centraría en sus 'malditos emails'- 'debió rucurrir a las insinuaciones y a impugnar mi caracter'. 'Fue más que frustrante que Bernie actuara como si tuviera el monopolio de la pureza política', escribió ella."

Clinton apunta también al exdirector del FBI, James Comey, por el colapso de su campaña, cuando casi llegando a las elecciones revivió al tema de su servidor de email privado. "La carta de Comey dio vuelta el panorama", escribió. "¿Fue esto una mala broma? ¿Qué demonios estaba haciendo Comey?"

Y en relación al Presidente ruso: "No había nada que yo esperara más que mostrarle a (Vladimir) Putin que sus esfuerzos por influenciar nuestra elección e instalar una marioneta amiga habían fallado", escribió Clinton. "Sé que, en cambio, debe estar disfrutanto todo lo que pasó. Pero todavía no ha reído último."

Finalmente Hillary toma responsabilidad por su derrota: "Regreso sobre los errores o faltas que tuvimos. Me responsabilizo de todos ellos. Podes echar la culpa a la informática, al mensaje, a lo que quieras -pero yo era la candidata", escribió. Con respecto al alto desagrado que genera en ciertos sectores de la sociedad, escribe: "He aceptado el hecho de que mucha gente -millones y millones de personas- simlemente decidieron que yo no les agradaba. ¿Qué es lo que me convierte en tal pararrayos para la furia? Realmente lo pregunto... Estoy perdida", reflexiona. Luego concluye adjudicándoselo parcialmente a la misoginia: "Creo que en parte es porque soy mujer."

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