LARGÓ LA CAMPAÑA Y DESPERTÓ AL DÓLAR

Con o sin CFK, la City reivindica sus propios brotes verdes

La fascinación por el dólar tiene vida propia en esta Argentina de economía ciclotímica. Venía de 9 caídas consecutivas y había perforado el piso de los $17, en el marco de una transición electoral de cierta mejoría en los indicadores, hasta que justo el día en que largó la campaña política, rebotó la cotización y alborotó el avispero de la City. No se le podía echar la culpa esta vez al síndrome CFK como en los aprestos de las PASO y la duda de no pocos inversores que arbitran entre las Lebacs y el dólar en los portafolios se reparte en dos líneas: si el titular del BCRA, Federico Sturzenegger, no termina de compartir la euforia de la mesa chica de la Casa Rosada que transmite el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, en sus repetidas apariciones públicas y prefiere esperar al día después de los tarifazos energéticos que se trae Juan José Aranguren para cuando las urnas sean devueltas al Correo Argentino, o si en vez de regalar spread al trade carry, la idea es que no se atrase tanto el tipo de cambio para no comprometer aún más la competitividad.

La City pareció haberle rendido homenaje al dólar el mismo día en que dio comienzo la campaña electoral de medio término del mes que viene, y en su versión mayorista subió 14 centavos, hasta los $17,115, mientras que en las pizarras recuperó 9 centavos, para cerrar a un promedio de $17,36.

Esta vez no hubo efecto CFK, como el mes anterior a las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), sino todo lo contrario, porque ahora la ex Mandataria parece querer remontar una cuesta adversa, cuando en julio traía, inclusive, una proyección que excedía octubre y se encaminaba al liderazgo del PJ con vistas a las presidenciales de 2019.

En esta oportunidad, tampoco se advierte el mismo malhumor de la ciudadanía hacia la administración Cambiemos.

En tal sentido, la suba impulsada por un puñado de bancos no tuvo quórum en el mercado de contado, donde se operó un volumen 15% menor que el del viernes pasado: u$s 554 millones.

El monitor de tendencias económicas y sociales que elabora mensualmente Enrique Zuleta Puceiro entre 1.200 personas, del 11 al 16 de septiembre de 2017, en todo caso despeja cualquier duda preelectoral: destaca que la mayoría de los ciudadanos respalda a la gestión de Mauricio Macri, al subir de 53,2% a 63%; el 56,2% cree que la situación económica mejorará "mucho o algo", contra 40% que acumulan los pesimistas, y la mayoría de los encuestados coincide con el Gobierno en que la inflación "ha comenzado a estar bajo control".

Con estos antecedentes, el mercado se sorprendió ante la decisión de un fondo de inversión de salir a rescatar Lebacs y lanzarse a la compra de dólares, en lo que se interpreta como una reacción anticipada a lo que se piensa que sucederá hoy (19/09) en la licitación de Lebacs, cuando se maneja la certeza de que habrá bancos que no renovarán alrededor de $60.000 millones, o sea cerca del 15% de los vencimientos de poco más de $484.000 millones, al necesitar ese dinero para cumplir con las exigencias de liquidez (encajes) que establecen las regulaciones del BCRA.

La aletargada pizarra del dólar reflejó el pronóstico y cortó una racha de nueve caídas consecutivas, ya que hubo inversores que se acordaron de que existe la moneda estadounidense en las carteras y se replantearon el precio que necesitarían al vencimiento de sus letras para que el carry trade arroje resultados positivos.

Negro el 17

No es que los analistas hayan visto riesgo de baja de tasas y cambiaran la percepción de que el BCRA busca contener al dólar hasta las elecciones, mientras no se deja ganar por el optimismo por la tendencia descendente de la inflación. Pero dudan de la paridad, al mirar que los exportadores de granos mejoran el ritmo de liquidación de divisas respecto de semanas anteriores y no se querría interrumpir este ciclo.

De ahí que se notó que hubo fuertes órdenes de venta que torcieron el rumbo del dólar y lo despegaron del piso de $17 que había perforado sobre el final de la semana pasada.

En esta instancia, la autoridad monetaria viene mirando más los vencimientos de mediano y largo plazo de las Lebacs, en línea con lo que viene realizando en el mercado secundario, que las expectativas de inflación (REM) que les transmiten los operadores.

En los últimos 4 meses, el stock de Lebac de largo plazo se incrementó un 420%, alentado por las subas en los rendimientos que fue impulsando el Central con sus intervenciones en el mercado secundario.

De todos modos, el recordatorio de no confiarse en que el dólar y la inflación “estén muertos” introdujo cautela en la mirada de los plazos más largos, a pesar de que las perspectivas apuntan a bajarle un escalón a todo y que una tasa elevada ahora podría ser una interesante fuente de ganancias hacia mitad del año que viene.

En ese caso, el nivel en que quede el dólar (si por arriba, igual o por abajo del rendimiento que dejen las Lebacs) arbitrará las carteras, y la duda apalanca riesgos.

Ya hubo un paso en falso del BCRA bastante antes de las PASO, cuando alargó plazos subiendo las tasas largas y después tuvo que volver a subir las tasas de corto, pero además hay una corriente de opinión interna en la City que prefiere encender luces amarillas a la que se vende como una puesta bajo control de la inflación. Recuerdan que a la salida de los comicios aguarda Juan José Aranguren con una sarta de ajustes tarifarios, que en el caso del transporte rondan el 20%, pero en los de Edenor y Edesur acumularían 50% hasta febrero, según afirma Silvia Peco en Ámbito.

Lo cierto es que en la subasta de hoy vence el 47% del stock total de Lebac, contra el 60% de la licitación de agosto, y la última colocación le significó al BCRA una expansión monetaria de más de $101.000 millones, monto que luego absorbió a través de pases y del mercado secundario de letras.

Las tasas de las Lebacs en el mercado secundario se ubicaron ayer en el 26,50% para el plazo que vence a 35 días y en el 27,20% en el tramo más largo.

El creciente interés de los inversores por la cartera de mediano y largo plazo no afecta la estructura actual que ubica las tres cuartas partes del stock total en los vencimientos más cercanos.

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