PRESUPUESTO 2018

Caputo, al borde de inaugurar el 'relato de la deuda'

Este martes (19/9) la comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados recibió a los ministros Nicolás Dujovne y Luis Caputo, para exponer sobre el Proyecto de Presupuesto 2018. El tema del endeudamiento fue uno de los principales cuestionamientos de la oposición, incluso entre economistas y medios de comunicación cercanos a la Administración Macri. También se habla de ‘relato’, porque el Gobierno no imputa como gastos los intereses de la deuda ni el rojo de las provincias. Entonces, se pone en duda la supuesta reducción en la colocación de nueva deuda que si bien sería a tasas más bajas que en años anteriores, pero de todos modos siguen siendo altas y en dólares.

Ayer (19/7) se realizó la reunión informativa de la comisión de Presupuesto y Hacienda que recibió a los ministros nacionales de Hacienda y de Finanzas, Nicolás Dujovne, y Luis Caputo, para exponer sobre el Proyecto de Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional para el Ejercicio Fiscal del Año 2018.

Esa reunión abrió el debate parlamentario sobre el Presupuesto que se votaría en diciembre cuando cambié la composición de ambas cámaras del Congreso y el oficialismo tenga un número mayor de bancas que le otorgaría una mejor posición para negociar.

En un primer análisis, algunos sectores de la oposición y economistas reconocieron que los números del Presupuesto son más razonables que los que solía presentar el kirchnerismo, aunque los cuestionamientos son varios.

Pero casi todas las voces coinciden en apuntar al alto de nivel de endeudamiento proyecto para el año que viene aunque el ministro Caputo haya explicado que será considerablemente menor que en los años K.

El ministro de Finanzas aseguró que "el crédito está siendo el motor del crecimiento" y explicó que "para nosotros, lo importante es cumplir con las metas fiscales; acá está en juego la credibilidad y seguir recuperando la confianza ya que, además, la credibilidad hace bajar el riesgo país", señaló.

Sobre el endeudamiento 2018 y la sustentabilidad de la deuda, el ministro ratificó que "vamos a llegar al equilibrio fiscal, pero creemos que lo mejor para todos los argentinos es hacerlo gradualmente y eso ya está dando resultados. Buscamos converger a un equilibrio fiscal gradualmente en 2020".

Con el foco en el tema deuda, este miércoles (20/9) el diario Ámbito Financiero elige al economista Luis Espert que dispara munición grueso: “La deuda pública ya es parecida a la de 2001”:

P.: El Gobierno proyectó en el Presupuesto 2018 un crecimiento del 3,5% y una inflación del 15,7%... ¿está de acuerdo?

J. L. E.: Sí, el del PBI es un número factible, pero la inflación creo que será en el mejor de los casos del 17%, cinco puntos por encima de la cota máxima que proyecta el BCRA para 2018.

P.: El ministro Caputo dijo que en 2018 se emitirá menos deuda que este año, ¿cree que será así?

J. L.E.: Caputo lo que cuenta son los números oficiales. El Gobierno baja el déficit primario, y no aclara que es sólo Nación. Lo reduce un punto, del 4,2% al 3,2%, por lo que el rojo primario ascendería a unos u$s6.000 millones. Esto es en la fantasía de ellos. Se acabaron todos los relatos con Macri, menos el fiscal. El déficit del que el Gobierno habla no tiene nada que ver con el verdadero. Hay relato fiscal porque el Gobierno no pone como gastos los intereses de la deuda y tampoco el rojo de las provincias. Para las cifras oficiales colocarán menos deuda, pero los números reales dirán que van a colocar más.

P.: ¿Qué nivel de la deuda/PBI comenzaría a ser a preocupante?

J. L. E.: A partir de fines de 2018 veo una deuda pública ya en torno de los 60 puntos del PBI. Es un nivel demasiado grande para un país con bajo rating crediticio y una historia tan grande de defaults. Por eso en un año veo a la Argentina muy sensible ante cualquier shock externo desfavorable. Me llama la atención que este Gobierno lo único que haya hecho en materia de déficit fiscal, respecto del anterior, es cambiar la manera de financiarlo, de emisión monetaria a deuda.

P.: ¿Y por qué, según su punto de vista, el Gobierno no logra bajar el déficit?

J. L. E.: Como lo planteo en mi libro "La Argentina Devorada", el problema del país es sistémico. Le pondrán dar la vuelta que quieran, costos sociales o políticos, pero el déficit fiscal hace a la esencia del ADN argentino. En los últimos 60 años la Argentina solo tuvo cuatro años con superávit fiscal. Hay un Estado que gasta más de lo que recauda, porque hay una sociedad que quiere el Estado grande y, obviamente, la política no va a querer un Estado chico.

En tanto, el diario El Cronista –más cercano al Gobierno-, destaca que restan colocar bonos soberanos y corporativos por u$s 5500 millones antes de que termine este año. Y emitirá u$s 2500 millones en otras monedas que no sean dólar, se espera que sea en euros y algunos no descartan los yenes:

El diario económico cita a Sebastián Maril, de Research for Traders: "Si todos deciden esperar, van a tener problemas, porque los inversores pueden cansarse de tantos bonos argentinos en tan poco tiempo y pueden perder el apetito. En cambio, si salen ahora ya se sacan rápido el problema de encima".

Según sus cálculos, restan cerca de u$s 5500 millones por colocar hasta fin de año: u$s 2500 millones de soberano, u$s 2700 millones de corporativos y u$s 300 millones de provinciales (Río Negro), aunque no todos lo harán.

Se sabe que la Argentina emitirá u$s 2500 millones después de las elecciones, pero no lo hará en dólares, sino en otras monedas. En la City apuestan 95% que será en euros, pero no descartan que lo haga en yenes, y le dan un 5% de probabilidades. El 90% de las emisiones del país fueron históricamente en dólares, pero ya emitió en francos suizos, y siempre es saludable hacerlo en otras monedas, de modo de diversificar la estructura de deuda y llegar a otros inversores. El mercado asiático está ávido de este tipo de colocaciones, por lo que Maril no descarta la emisión en yenes.

El Diario BAE también pone el foco en que Finanzas quiere cambiar el perfil de la deuda y cubrir el 60% del déficit en el mercado local, pero recuerda que el 75% de los pasivos del sector público está en dólares. Y cita al ministro Luis Caputo cuando afirmó en la Comisión de Presupuesto: "tenemos que dejar de depender del exterior así evitamos el shock externo":

En los próximos días se hará pública la hoja de ruta en el mercado para el año que viene, que tendrá que cubrir déficit primario y vencimientos de capital e intereses por 45.000 millones de dólares.

"El mercado todavía es muy chico, para eso necesitamos la Ley de Mercado de Capitales, que esperemos que se sancione después de las elecciones", dijo al respecto Caputo.

La hoja de ruta financiera del año próximo, menciona BAE, buscará cubrir unos 30.000 millones de dólares, según se explicó oficialmente, aunque esa cuenta no incluye la refinanciación de las Letras del Tesoro y 4.200 millones de dólares que tendrá que devolver el Estado del préstamo repo que concretó este año. En rigor, incluirá financiamiento del déficit primario por poco más de 17.000 millones de dólares e intereses por 11.000 millones. Por otra parte, de acuerdo a información publicada por Finanzas, también enfrentará vencimientos de capital por 17.000 millones durante 2018, principalmente el vencimiento final del Bonar 18 pr 3.374 millones y Letes. En mayo del año próximo, además, deberán desembolsarse poco más de 2.000 millones para la cuota anual al Club de París.

Las fuentes de financiamiento, de acuerdo a datos del Presupuesto 2018, estarían compuestos principalmente por títulos públicos (poco más de 10.500 millones), más de 22.000 millones de Letras del Tesoro, el aporte del Banco Central por 140.000 millones de pesos y préstamos de organismos internacionales por más de 1.500 millones de dólares.

El diario Clarín también se suma a los cuestionamientos al endeudamiento externo desde la columna de Ricardo Kirschbaum:

La noticia buena es que Diputados tratará un Presupuesto basado en cifras y expectativas más ciertas que las de muchos años atrás. La noticia mala, tiene poco de noticia por muy conocida: seguiremos dependiendo del endeudamiento externo que tiene tasas visiblemente más bajas que las de años atrás, pero que siguen siendo costosas, cerrando así un círculo vicioso, lejos de ser cortado sin un ajuste políticamente insoportable.

Aparece otro dato: la apuesta a que la mejora de la economía contribuya a reducir un punto el déficit de modo que, de verificarse, las estadísticas de recaudación ayuden a disminuir desconfianzas. Otra apuesta discreta: a que un resultado electoral igual o más favorable active las demoradas inversiones, según el oficialismo, frenada por la incertidumbre.

Caputo hizo mención a otro dato: dijo que hoy el país paga la tasa más baja de la historia para conseguir financiación externa: 4,63 %. Frente a lo que se pagaba suena a logro. Pero se trata de tasa en dólares. No hay para alegrarse tanto.

La economía ha mejorado, pero dista de ser tranquilizante. Seguimos dependiendo mucho del fuerte endeudamiento externo y del interno, que también tiene un alto impacto contra la reducción del déficit. Es de esperar que en 2018, sin el ruido electoral, las decisivas cuestiones económicas se discutan con racionalidad política. Están en carpeta una reforma tributaria y el reordenamiento de las finanzas nacionales y provinciales.

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