ENFRENTANDO UN FUTURO CERCANO

Robots y el verdadero dilema que deberá atender una reforma laboral

Con la llamada "cuarta revolución industrial", muchos puestos de trabajo ya son ejercidos por máquinas, que llevan sustituyendo al ser humano en distintas labores desde hace años. Pero pronto, ya no solo afectará a los menos cualificados; habrá un gran número de tareas que los robots realizarán mejor que nosotros. En la Argentina no hay ningún sector de la actividad en el que sea menor al 50% la proporción de puestos laborales con probabilidad de ser reemplazados por la fuerza de una máquina o la inteligencia artificial, incluso en algunas ramas alcanzan la alarmante cifra del 76,6%.

 
Los avances en tecnología hacen prácticamente inevitable el interés por la automatización y la robótica. Según la Federación Internacional de Robótica (IFR), las ventas de robots crecieron un 15% en el último año a nivel mundial. Por lo que estima que más de 2,5 millones de robots industriales estarán en funcionamiento en los próximos dos años, representando una tasa de crecimiento promedio del 12%.
 
La fascinación por el potencial de estas tecnologías es lo que motiva el aumento del interés en robótica y en la automatización, mientras crecen las dudas por lo que sucederá con el empleo tanto para las generaciones actuales como futuras.
 
La automatización tiene un claro impacto en la productividad y permite que las empresas se mantengan competitivas. En los países que antes habían exportado trabajo hacia países de bajos costos laborales, la automatización también les permite repatriar trabajo.
 
Se espera un crecimiento del 42% en el stock de robots industriales en los próximos tres años. Vale agregar que el 70% del total de robots industriales está concentrado en automotrices, electrónica y metalurgia.
 
Existe, además, otro tipo de robótica distinta de la industrial, que pocos tienen en cuenta: la robótica de servicios. Hay identificadas más de 600 compañías dedicadas a la producción de robots de servicios, de las cuales la amplia mayoría son start-ups radicados en USA.
 
Las áreas de aplicación de los robots de servicios son limpieza (ej: aspiradoras automáticas), medicina (ej: endoscopía de largo alcance), plataformas móviles (ej: transporte de cargas pesadas con precisión), exoesqueletos (ej: piernas robóticas), logística (ej: autos sin conductor) y muchos otros.
 
Según remarca el diario 'El Cronista', en América Latina es Brasil el país con mayor crecimiento en robótica y automatización, por lo que no extraña que sea justamente ese el país de la región que lidera reformas laborales, ya que es a la vez el país que lidera el avance robótico.
 
Pretender leyes rígidas y sindicatos que buscan aferrarse al pasado, conforma la fórmula perfecta para que la innovación tecnológica destruya puestos de trabajo por no querer enfrentarse con lo que ya convivimos.
 
El cambio que impulsa la robótica será mucho más profundo en cuanto a mejora de productividad y se producirá en unos pocos años. Lo que pone de manifiesto un gran desafío global: una parte importante de la población mundial deberá reeducarse y adquirir nuevas habilidades a una velocidad mucho más rápida que la que exigió la revolución industrial.
 
Hay más, si bien "al principio se pensaba en el reemplazo de la calificación media en la fábrica y la robotización de las fábricas ocurrió. Pero, a medida que avanza, vemos algo distinto: la inteligencia artificial. Los robots no vienen por nuestros brazos, sino por nuestro cerebro, por nuestro intelecto. Lo que pensábamos que estaba circunscripto está avanzando. Recién tenemos un preview de lo que va a pasar", explica Eduardo Levy Yeyati, decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella y fundador de la consultora Elypsis al diario 'La Nación'.
 
Ejemplificó que hay muchos bots que escriben noticias para diarios como el 'The Washington Post' y 'The New York Times'. "Cuando se empezó a hablar de sustitución de funciones, la primera reacción fue 'bueno, sustituirán los empleos pedestres', pero después el 90% de los trabajos será hecho por robots. Los robots crean robots y el segundo se entrena solo", detalló.
 
En esta línea, empleos considerados del futuro, como el de los ingenieros y programadores, en realidad pasan a ser los del presente, y ya se encuentran amenazados por el avance de las máquinas. "En los últimos meses, los robots están sustituyendo hasta a los programadores. En la India, están perdiendo el empleo porque están utilizando inteligencia artificial. Pensamos en los trabajos del futuro, pero en 10 o 15 años van a estar desactualizados. El ingeniero era la profesión del futuro, pero hoy es la del presente. No sé si tendremos que tener más ingenieros en 20 años", analizó.
 
En cambio, los trabajos relacionados con lo humanístico tendrían más chances de evitar ser reemplazados. "El músculo ya fue sustituido; el cerebro y la compaginación de datos están siendo sustituidos, pero la cosa más artesanal de la empatía es difícil de cambiar", dijo.
 
"Si vos me preguntás si la tecnología va a ser buena para el bienestar de la humanidad, te digo que sí. La tecnología aumenta sin duda la riqueza total, el tema es cómo redistribuirla para que no sólo se lleven el dinero los dueños de las máquinas y los que trabajan ahí", advirtió.
 
"El trabajo no ha sido esencial al hombre más que en los últimos siglos. En la época de los griegos trabajaban los esclavos. Tenemos carreras universitarias y trabajamos de más. Pero la mayoría tiene un laburo y, si les preguntás, no quieren ir o quieren ir menos. Si el robot les facilitara eso sin perder ingreso y bienestar, sería bienvenido", agregó.
 
Según un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) que combina algo de optimismo con algo de cautela, "si bien los cambios tecnológicos llevaron a la creación de nuevos puestos de trabajo, (esos cambios) parten generalmente de que hay ganancias derivadas de ahorro de mano de obra, y la mejora de la eficiencia tecnológica muchas veces ha sido más rápida que la creación de puestos para los trabajadores desplazados".
 
La OIT reconoce la existencia de tensiones en las empresas para ganar competitividad y, a la vez describe factores que permiten el optimismo, como las expectativas de complementariedad. En este punto, ejemplifica con el hecho de que los cajeros automáticos promovieron la apertura de más sucursales bancarias y la innovación, que derivó en nuevos servicios y productos. Además, se afirma que una eventual caída de las horas de trabajo podría abrir oportunidades en sectores como los de servicios para el tiempo de ocio.
 
En efecto, el turismo es una de las actividades donde se considera que podría seguir prevaleciendo la tarea humana por sobre la robótica como así también los trabajos vinculados al cuidado de personas.
 
Por el contrario, alarma hoy un artículo de 'Comercio y Justicia' que afirma que la "robotización puede eliminar hasta 76% del empleo en algunos sectores". 
 
"Como consecuencia de la cuarta revolución industrial, la automatización de los procesos productivos de bienes y servicios y el desarrollo de la inteligencia artificial provocará una sustitución del empleo humano de aquellas ocupaciones que desarrollen tanto actividades manuales como cognitivas, sean éstas rutinarias o no. En el caso del Gran Córdoba, la mayor probabilidad de automatización de las ocupaciones por rama de actividad alcanza al Transporte y almacenamiento, donde 76,6% de los puestos de trabajo podrían desaparecer; el Comercio al por mayor y menor, donde también 76,6% del empleo podría verse afectado; la Industria Manufacturera (con 73% de sus puestos en riesgo); Electricidad, gas y agua (con 70%) y la Construcción (con 66%).
 
Así lo adelantó ayer Jorge Pellicci, gerente técnico de la Agencia para el Desarrollo Económico de la Ciudad de Córdoba (ADEC), en el marco de la presentación del II Foro Internacional de Desarrollo Económico Local: “Nuevos escenarios, transformaciones y competitividad territorial”". 
 
También afirma que en la Argentina, 65% de los puestos de trabajo serán susceptibles de automatización, y ubica a la Argentina por delante de Brasil: "Hoy, el ranking de países según la cantidad de robots por cada 10.000 puestos de trabajo es el siguiente: primero Corea del Sur con 531, tercero Japón con 305; cuarto Alemania con 302; octavo Estados Unidos con 176; décimo Italia con 160; Argentina esté en el puesto 36° con 16 y Brasil en el puesto 38° con 11", dijo Pellicci.
 

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