MIGUEL DE CERVANTES

Aquel rescate famoso que agradece la Lengua española

Si se habla de literatura española , en especial, del famoso 'Siglo de Oro', el paradigma es Miguel de Cervantes Saavedra. Creador de la crítica a la sociedad a través de la parodia de los libros de caballerías, por ejemplo. Algunas de sus obras fueron nada menos que: "Novelas ejemplares", "La Galatea" y, como no, "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha". Pero más allá de su faceta literaria, Cervantes fue militar, herido en combate y prisionero.

 

Miguel de Cervantes llegó a Madrid (España), en 1566, y se convirtió en discípulo de Juan López de Hoyos, trabajando en perfeccionar su poesía.

En diciembre de 1569 el arte lo llevó a Roma (Italia), inspiración de poetas apasionados, una experiencia que marcó para siempre sus creaciones. También aquel año el monarca español Felipe II ordenó capturar a Cervantes, acusado de herir en un duelo al maestro Antonio Sigura, pintor de la corte del rey.

Ante la persecución, Cervantes se alistó como soldado en el tercio de Miguel de Moncada, a las órdenes del capitán Diego de Urbina, justo cuando comenzaban las guerras entre la Liga Santa y el Imperio Otomano. Cervantes se embarcó en la galera Marquesa rumbo al Golfo de Patras.

El 07/10/1571, con 24 años, participó en la batalla de Lepanto y, a pesar de haber ocurrir una fulminante victoria cristiana, Cervantes fue herido, perdió en forma irrecuperable la movilidad de su mano izquierda, lo que explica su apodo de "Manco de Lepanto".

Luego de aquel combate y de pasar 6 meses en un hospital, Cervantes dejó la compañía de Urbina y se integró a la de Juan Ponce de León, con la que sirvió en Navarino, Corfú, Bizerta y Túnez, y también recorrió las principales ciudades de Sicilia, Cerdeña, Génova y la Lombardía. Finalmente se instaló en Nápoles hasta 1575.

Ya con casi 6 años de servicio militar, Cervantes pidió una licencia para regresar a España, y se embarcó en la galera 'Sol', pero un pequeño detalle se interpuso en las costas catalanas: el 19/09/1575, la embarcación fue interceptada por una flota argelina comandada por Mami Arnaute, un soldado otomano que había participado de la batalla de Lepanto.

Por algún motivo no asesinó a Cervantes pero lo vendió como esclavo en una subasta. También al hermano del escritor, otro participante de las campañas cristianas a bordo de la 'Sol'.

Miguel de Cervantes Saavedra

Los otomanos (turcos) pusieron un precio a su libertad: más o menos 2 kilos de oro (al fin de cuentas todo era un negocio, nada personal). En dinero de 2017 sería más de 20.000 euros. Cervantes no tenía ese dinero pero le sobraban deseos de huir aunque fracasó en reiteradas ocasiones. Finalmente, lo liberaron en 1580. Su hermano ya había sido liberado algunos años atrás.

Cuando regresó a su hogar, su familia se encontraba destruída. La deuda que habían contraído con los sacerdotes trinitarios para obtener su liberación era enorme. Y su padre tenía su salud ya muy desgastada.

En varias ocasiones quienes negociaban la libertad de los cautivos cristianos eran estos religiosos de la Orden de la Santísima Trinidad y de los Cautivos, una familia religiosa fundada por el francés Juan de Mata, aprobada por Inocencio III.

Fue la 1ra. institución oficial de la Iglesia Católica Apostólica Romana dedicada a la liberación de presos mediante medios no violentos, y se extendió mucho por España y Europa durante la Baja Edad Media.

El rescate más famoso que los trinitarios realizaron en su historia ocurrió el 19/09/1580: Juan Gil, Redentor General, consiguió reunir los 500 ducados de oro exigidos por el rey de Argel para liberar a Miguel de Cervantes.

El rescate se realizó gracias al dinero que dieran su madre y su hermana, que se completó con fondos de la Tertia Pars de los mismos trinitarios y limosnas pedidas a los mercaderes cristianos de la ciudad.

Miguel de Cervantes relató en su novela "La española inglesa" (1613): “Trujéronnos a Argel, donde hallé que estaban rescatando los padres de la Santísima Trinidad; hablélos, díjeles quién era; y movidos de caridad, aunque yo era extranjero, me rescataron en esta forma: que dieron por mí trescientos ducados, los ciento luego, y los doscientos cuando volviere el bajel de la limosna a rescatar al padre redentor, que se quedaba en Argel empeñado en cuatro mil ducados, que había gastado más de lo que traía, porque a toda esta misericordia y liberalidad se extiende la caridad de estos Padres, que dan su libertad por la ajena y se quedan cautivos por rescatar cautivos”.​

Desesperado, buscando terminar con aquellas deudas, Cervantes se trasladó a Portugal para presentarse ante el Rey en persona y pedirle una misión, y éste aceptó darle una última tarea militar: viajar a Orán como agente secreto para recabar información.

Al final, con 33 años, Cervantes terminó su vida como soldado y se estableció en Castilla. Se casó, fue papá de su única hija, Isabel de Saavedra, y escribió su primera novela, "La Galatea".

Sin embargo la escritura no le daría para vivir, pasaría por distintos empleos como comisario de provisiones de la Armada Invencible, comisario de abastos y recaudador de impuestos atrasados hasta que hacia fines del siglo XVI comenzaría a dedicarse de lleno a la literatura.

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