ORLANDO LETELIER

Una bomba para el gran enemigo de Pinochet

"Yo soy chileno, nací chileno y moriré chileno. Ellos los fascistas, nacieron traidores, viven como traidores y serán recordados siempre como fascistas traidores", dijo en una ocasión Marcos Orlando Letelier del Solar.

El 21/09/1976 ocurrió en Washington DC el primer acto terrorista por un Estado, otros también lo denominan como el peor atentado internacional, aunque es un poco injusto con otros atentados de mayor magnitud.

Marcos Orlando Letelier del Solar, nació en Temuco el 13/04/1932, ingresó a la Escuela Militar en 1948 y a los 17 años comenzó a estudiar Derecho en la Universidad de Chile. Siempre resultó un personaje 'políticamente incorrecto', nunca desapercibido.

Afiliado al Partido Socialista, comenzó su vida profesional en el ámbito estatal, en Codelco (Corporación Nacional del Cobre), desempeñándose como analista de investigación. Más tarde, luego de ser despedido de Codelco, ingresó al Banco Interamericano de Desarrollo, en el área de gestión de financiamiento y ganó reputación en las negociaciones con Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Uruguay, Venezuela y Chile.

Letelier y Salvador Allende se conocían hacía ya tiempo, cuando éste era senador. En 1970 alcanzó la Presidencia, y desingó a Letelier embajador en USA, y más tarde ministro de Relaciones Exteriores, Interior y Defensa Nacional.

El 11/09/1973 ocurrió el golpe de Estado, y Letelier fue el primero de muchos funcionarios en ser detenido. Fue torturado y regresó a la Escuela Militar en la que estudiaba a los 16 años, en calidad de detenido a los 41. También pasó por el Regimiento de Artillería Tacna, por el Subterráneo de la Academia de la Fuerza Aérea y hasta estuvo en la Isla Dawson, dónde Augusto Pinochet había mandado a constuir un campo de concentración.

Pero Letelier era un personaje muy visible a escala global y Pinochet no podía ni esconderlo ni asesinarlo dentro de Chile.

El caso Letelier

Fue liberado 1 año más tarde y luego de un breve paso por Venezuela fue invitado a Washington DC por el escritor y cineasta Saul Landau, quien le ofreció un trabajo en el Instituto de Estudios Políticos (Institute por Policy Studies), una organización contestaria en días del muy conservador Richard Nixon en el poder. Desde esa platarorma, Letelier se convirtió en la principal oposición al régimen chileno.

Letelier conocía la falta de límites que caracterizaba tanto a Pinochet como a sus colaboradores en la inteligencia gubernamental porque había ocurrido el asesinato del general Carlos Prats y su esposa en Ciudad de Buenos Aires, y el intento de homicidio del dirigente Bernardo Leighton en Roma. Pero estar en Washington DC le permitía sospechar a Letelier que Pinochet no se animaría en territorio estadounidense.

Él fue nombrado director del Transnational Institute, un think tank global de políticas progresistas con sede en Ámsterdam (Holanda), y trabajó como profesor en la Escuela de Servicios Internacionales de la American University, en Washington DC.

Cuando Letelier logró bloquear una millonaria inversión holandesa en Chile (un consorcio, luego de reuniones con la Junta Militar y faltando 10 días para la rúbrica, desistió ante los reclamos que ocurrían en Amsterdam), Pinochet decidió que debía actuar en forma punitiva.

Hubo una advertencia anónima por escrito a Letelier -atribuida a un ex compañero en la academia militar- pero un asesinato en territorio estadounidense parecía ciencia ficción.

La Dirección de Inteligencia Nacional, también conocida por su acrónimo DINA, informó a Pinochet que esto era responsabilidad de Orlando Letelier, quien había viajado a Holanda y provocado la reacción popular adversa. Letelier estaba imponiendo la visión, en muchos observadores, que negociar con Chile era negociar con un admirador de Adolf Hitler: el viernes 27/08/1976, los holandeses cancelaron el proyecto en Chile.

Caso Letelier: Amor y odio de la CIA y la DINA

En Santiago la Junta Militar estalló.

La reacción inicial fue, el 10/09/1976, quitarle la ciudadanía chilena, tal como sucedió con Hugo Vigorena Ramírez, Volodia Teitelboim, Jaime Suárez Bastidas, Anselmo Sule, Ernesto Araneda Briones y Sergio Poblete.

Pinochet consideraba a Letelier un enemigo poderoso por su presencia en USA y su actuación en organismos trasnacionales: una bomba operada a control remoto debajo del auto -terrorismo en USA provocado por allegados a la Central Intelligence Agency que hoy día se queja tanto de ISIS- fue accionada el 21/09/1976 a las 9:15. Letelier y su ayudante, Ronni Moffitt: murieron en el acto.

Michael Vernon Townley es un ex agente sicario de la CIA y asesino profesional estadounidense, quien vive bajo los términos del Programa Federal de Protección de Testigos de USA, luego de haber sido autor material de los asesinatos de Orlando Letelier, Ronny Moffit y Carlos Prats bajo instrucciones de la CIA y de la DINA.

El asesinato de Orlando Letelier

Se piensa que el padre de Townley, ex gerente de la Ford en Chile, también fue un agente de la CIA en los años 1960.Michael era muy amigo de David Atlee Phillips, jefe de oficiales de inteligencia de la CIA.

Pinochet prohibió que el cuerpo de Orlando Letelier se sepultara en Chile por lo que fue sepultado en Venezuela, para ser repatriado recién en 1994.

El 18/08/1993, Townley contó, durante una entrevista con el periodista Marcelo Araya, del programa Informe Especial, en la TV chilena, algunos de sus atentados.

Durante 2 horas él admitió, por ejemplo, haber puesto la bomba que causó la muerte de Letelier y su secretaria Ronni Moffit. Él dijo haber colocado la bomba con la ayuda de exiliados cubanos y por órdenes del entonces director de la DINA, el general Manuel Contreras, y su jefe de operaciones, el coronel Pedro Espinoza.

Contreras falleció en 2016 en prisión. Townley fue sometido a juicio en USA, junto a 3 oficiales de la DINA (en ausencia ya que Pinochet se negó a extraditarlos), y fue condenado. Pero, a cambio de información vital, fue liberado bajo el programa de protección especial de testigos.

El chofer de Pablo Neruda, Manuel Araya, identificó a Townley como uno de los médicos que trataron al poeta y lo acusó de envenenarle mientras fingía ser un médico tratante en la Clínica Santa María.

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