CARTA DE COPP

Curas K llamaron a los cristianos a "no darle el voto al Gobierno"

El Grupo de Curas en la Opción por los Pobres (COPP), cuyos integrantes se mostraron en varias oportunidades con Cristina Fernández y son cercanos al Papa Francisco, emitió un documento titulado “Ante las próximas elecciones legislativas” donde pidieron abiertamente a los cristiano no votar por el Gobierno nacional: “un cristiano no puede darle el voto a un gobierno como éste, que multiplica las ayudas fraudulentas a sus amigos, facilita las ganancias de los ricos y condena a los pobres a la marginalidad y lo hace a la luz del día con mentiras y desparpajo”, argumentaron.

El Grupo de Curas en Opción por los Pobres (COPP), que venía criticando al Gobierno de Mauricio Macri en varios pronunciamientos, volvió a pedir que los cristianos no voten por los candidatos de Cambiemos en una carta titulada “Ante las próximas elecciones legislativas”.

Este grupo de sacerdotes ya se había expresado de similar manera en octubre de 2015 cuando convocó a “no votar por el liberalismo” en las elecciones presidenciales a la vez que destacaron los supuestos avances sociales durante los gobiernos kirchneristas.

No podemos pensar en votar proyectos basados en la autodenominada ortodoxia económica del libre mercado. El proyecto económico liberal se opone a la mirada cristiana, ya que la libre competencia y la acumulación de lucro se convierten en absolutos en pos de los cuales”, dijeron en ese documento.

Tras la derrota de Daniel Scioli, y el día anterior a que Cristina Fernández dejara la Presidencia, los curas agradecieron a la exmandataria “porque fuiste responsable excluyente de que los pobres, las víctimas de las exclusiones varias, las víctimas de tantas violencias (desde las violencias genocidas hasta las familiares) hoy estén mejor”.

La misiva llevó la firma, entre otros, de los sacerdotes católicos Marcelo Ciaramella, Eduardo de la Serna y Miguel Hrymacz (Quilmes), Juan Carlos Di Sanzo (Chascomús), Alberto Cruz (San Justo), Eduardo Farrell (Merlo-Moreno), Gustavo Rey (San Miguel), Sergio Raffaelli (Santiago del Estero), Gonzalo Llorente (La Rioja), Ricardo Modarelli (Bariloche), Carlos Ponce de León (Córdoba) y Rubén Cruz (Humahuaca).

Y luego el 18 de enero de 2016 ya criticaban a Macri a poco más de 1 mes de asumido: "Como curas no podemos permanecer indiferentes ante todo esto. Y no queremos serlo. La impunidad sigue la injusticia también”, escribieron en otra carta.

Ahora, en un texto difundido a través de sus redes sociales el Grupo de Curas en Opción por los Pobres dijo que el 22 de octubre se dirimen "dos modelos antagónicos de país. Un país injusto y dependiente, que concentra la riqueza en una minoría o un país con la gente adentro, distributivo, soberano e inclusivo".

"Un gobierno que maltrata así a su población, y vive construyendo falsedades, es un gobierno que le da la espalda a los preferidos de Dios. Matar de hambre, desamparo o indiferencia al pobre es un pecado. Votar un gobierno que asfixia a los pobres, creemos que también lo es", indicaron los sacerdotes en el comunicado.

Y añadieron: "Sin ningún temor o prejuicio sostenemos firmemente que un cristiano no puede darle el voto a un gobierno como este, que multiplica las ayudas fraudulentas a sus amigos, facilita las ganancias de los ricos y condena a los pobres a la marginalidad y lo hace a la luz del día con mentiras y desparpajo".

"Represión violenta a la protesta social y abusos de autoridad de las fuerzas de seguridad, protección a los capitales más que a los ciudadanos, promesas incumplidas, mentiras y falsedades permanentes, presos políticos, un desaparecido, persecución a quienes piensan distinto, aumento de la pobreza, desempleo, un insostenible endeudamiento que hipoteca el futuro, la especulación financiera, la desindustrialización, la entrega de nuestra soberanía", dice el texto en otro fragmento.

A continuación el texto completo de la carta publicada en Facebook:

ANTE LAS PRÓXIMAS ELECCIONES LEGISLATIVAS

Nos acercamos a las elecciones de medio término en el contexto de una situación muy delicada para el país. En nuestras Cartas al Pueblo de Dios y otras comunicaciones a la opinión pública, hemos abundado en descripciones acerca de las características del gobierno de Cambiemos, de las consecuencias ya visibles de sus políticas de corte neoliberal conservador, de su perfil autoritario que ha debilitado notablemente el estado de derecho.

Después de dos años, es largo el elenco de acciones reprobables: represión violenta a la protesta social y abusos de autoridad de las fuerzas de seguridad, protección a los capitales más que a los ciudadanos, promesas incumplidas, mentiras y falsedades permanentes, presos políticos, un desaparecido, persecución a quienes piensan distinto, aumento de la pobreza, desempleo, un insostenible endeudamiento que hipoteca el futuro, la especulación financiera, la desindustrialización, la entrega de nuestra soberanía.

Nos preocupa e indigna especialmente un rasgo cada vez más visible de este gobierno: no asume la función social del Estado y su necesario rol cohesionador. Expresiones del presidente o sus ministros y medidas de gobierno, están dirigidas contra los sectores más débiles o populares a quienes se les causa un visible perjuicio y sufrimiento, en especial porque son pisoteados sus derechos.

La lista sería interminable. La quita de miles de pensiones por discapacidad, la reducción de medicamentos gratuitos de primera necesidad entregados por el PAMI a los jubilados, el recorte de un programa histórico que brindaba asistencia técnica a pequeños y medianos productores y que excluye del beneficio a más de diez mil familias que viven en situación de vulnerabilidad, el desguace de las políticas de salud y la falta de medicamentos, los aumentos injustificados y delirantes de las tarifas de los servicios, el aumento de la mortalidad infantil. Estos casos sólo sirven de muestra. A esto debemos agregarle el gran ajuste y la extrema precarización laboral anunciadas para después de las elecciones.

Frente a esta coyuntura, como cristianos, sabemos que el resultado de estas elecciones puede confirmar o revocar el rumbo elegido por el gobierno, influyendo a su favor o en su contra en la relación de fuerzas, fortaleciendo o debilitando su poder político. Un gobierno que maltrata así a su población, y vive construyendo falsedades, es un gobierno que le da la espalda a los preferidos de Dios. Matar de hambre, desamparo o indiferencia al pobre es un pecado. Votar un gobierno que asfixia a los pobres, creemos que también lo es. Sin ningún temor o prejuicio sostenemos firmemente que un cristiano no puede darle el voto a un gobierno como éste, que multiplica las ayudas fraudulentas a sus amigos, facilita las ganancias de los ricos y condena a los pobres a la marginalidad y lo hace a la luz del día con mentiras y desparpajo.

Están en juego dos modelos antagónicos de país. Un país injusto y dependiente, que concentra la riqueza en una minoría o un país con la gente adentro, distributivo, soberano e inclusivo. La política no es una varita mágica ni una práctica purista, pero sigue siendo una herramienta imprescindible para forjar el destino de la sociedad y organizar la vida en torno a la dignidad, la libertad, los derechos humanos y la convivencia pacífica y solidaria.

Como cristianos y como curas, caminando a la par del pueblo, invitamos a votar contra este gobierno, contra la agresión a los pobres y vulnerables, contra el secuestro del futuro. Nos inspiramos en los amigos de Jesús, como el querido Santo Cura Brochero. En 1912, enfermo de lepra, casi ciego, escribe antes de las primeras elecciones legislativas en las que se aplicó la Ley Sáenz Peña de voto secreto y obligatorio. Militante del Partido Radical, alternativa popular frente al Partido Conservador, Brochero escribe sin dudar que Cárcano, el candidato conservador es -“el hombre más funesto y contrario al bienestar y felicidad de los habitantes del Oeste” (carta 449) “los que votan por Cárcano van contra la felicidad y facilidades de los habitantes del Oeste”_ (carta 448, 26/9/1912) mientras que “votando por los candidatos que dará el Partido Radical buscan su felicidad, su engrandecimiento, el de la Provincia, y aún el de la Nación entera” (carta 451, 4/10/1912)

Inspirados en él, pues, y buscando la felicidad del pueblo y de los pobres creemos, sin dudarlo, que “no se puede ser cristiano y neoliberal”, como decía el recordado obispo Esteban Hesayne. Y exhortamos a nuestros hermanos a votar en consecuencia. “Los pobres, no pueden esperar”.

Mientras nos encaminamos a esta crucial elección del 22 de octubre, nos seguimos preguntando: ¿Dónde está Santiago Maldonado?

Curas en la Opción por los Pobres

Septiembre de 2017

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