VÍCTOR BECKER Y LA ECONOMÍA 2017

"Acá parece que todo se hace al ritmo de Despacito Despacito"

La Administración Macri ha instalado 3 ejes de su campaña electoral hacia octubre, para neutralizar los efectos adversos del 'caso Maldonado': los nuevos peritajes del 'caso Nisman', la afirmación de que Esteban Bullrich ya le está ganando a Cristina Fernández de Kirchner, y la difusión de información acerca de una mejora de la economía. Éste fue el tema abordado con Víctor Becker, ex director de Estadísticas del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INdEC), y actual director del Centro de Estudios de la Nueva Economía de la Universidad de Belgrano:

-Muchos hablan, en el mes preelectoral 2017, de la recuperación del nivel de actividad, incluyendo el Presidente de la Nación. De todos modos hay quienes sostienen que es una engañosa apreciación la del optimismo consolidado. ¿Cuál es su análisis de la coyuntura?

-2016 fue un año de fuerte caída del nivel de actividad. Cualquier recuperación en 2017 alcanza niveles superlativos cuando se la compara con 2016, que fue muy malo a causa de un menú de decisiones que fueron desde la suba de tarifas, la devaluación del peso y eliminación de retenciones a las exportaciones agrícolas hasta el no cumplimiento de algunas promesas como la eliminación del Impuesto a las Ganancias aplicado a salarios. Además, en 2017 se ha postergado el cronograma de recuperación tarifaria, en especial el aumento de las tarifas de energía. Y ocurrió un cambio en la metodología de cálculo del déficit fiscal (por ejemplo, no se consideran los pagos de intereses de bonos en las carteras de organismos y reparticiones del Estado), decisión que permite un enfoque más optimista de la coyuntura. Entonces, cada apreciación debe ser ubicada en contexto.

Víctor Becker moderando la euforia del marketing electoral Cambiemos.-El endeudamiento público es motivo de fuertes controversias. Para un listado de economistas, es preocupante la velocidad conque crece el pasivo pero para los voceros de la Administración son volúmenes que pueden sobrellevarse y, al final de cuentas, así se impidió un ajuste feroz en sus consecuencias sociales. ¿Cuál es su punto de vista?

-Es cierto que no tiene consecuencias en el corto plazo. Y también es verdad que sirvió para morigerar el impacto del ajuste. El Presupuesto 2018 plantea un horizonte de tope en 2021 y luego un inicio de decrecimiento del volumen. A mi me parece que enunciarlo es una buena intención pero todos conocemos las limitaciones de las predicciones a plazos tan largos para los parámetros argentinos. Es complicado ubicar las expectativas más allá del mandato presidencial vigente. Luego, está el debate acerca de si un endeudamiento equivalente a 38 puntos porcentuales del Producto Bruto Interno es mucho o poco. Creo que hay que evaluarlo en términos del esfuerzo fiscal necesario para afrontarlo, en especial cuando se habla de una reforma tributaria en marcha que perseguiría la baja de la presión impositiva.

-La inflación es otro tema bajo polémica: unos dicen que la inflación no bajó lo suficiente pero otros sostienen que la Administración Macri ha logrado controlar la espiral ascendente de los precios.

-En 2016 la inflación se desbocó a 40& anual. En 2017 cerraremos en un 22%, importante baja aunque resignando el objetivo del Banco Central de que los precios crecerían a entre 12% y 17%. Diría que hemos regresado a los niveles de inflación de 2015, con una marcada declinación en los meses recientes pero me parece de muy difícil cumplimiento el 10% anual que está proponiendo el proyecto de Presupuesto 2018.

-Uno de los problemas más importantes de la economía de los Kirchner era el desajuste progresivo pero permanente de la estructura de precios relativos. Por lo tanto, el desafío para la Administración Macri era recuperar una estructura correcta de precios relativos. Hay quienes sostienen que esto no ha ocurrido. ¿Ud. qué opina?

-Es cierto que había una enorme distorsión de precios relativos que debía corregirse. Y hubo algunos avances en lo que atañe a la corrección de variables. Inicialmente ocurrieron algunas decisiones de impacto abrupto pero luego hubo una voz de mando desde la Casa Rosada y pasamos al gradualismo permanente. Diría que, desde entonces, en el Gobierno prevalece una melodía de moda: "Despacito / Despacito". Creo que el problema se observa más en los precios de los alimentos que siempre llevan a reclamos salariales. En definitiva, tenemos un dólar con un atraso de 22% a 23%. O sea que tenemos un dólar 2015. Es cierto que la inflación mensual hoy es inferior a la de diciembre 2015 pero también es cierto que hubo una redistribución de riqueza a favor de las exportaciones tradicionales, pero no para los exportadores no tradicionales, por lo tanto la estructura de precios relativos está mejor para unos que para otros.

-Muchos rumores sobre una reforma impositiva en preparación...

-La realidad se impone más allá de los rumores. Siempre se levanta la bandera de los impuestos distorsivos pero se terminan priorizando los impuestos que se perciben con relativa facilidad y tienen una evasión baja. Lamentablemente esos impuestos son los que se aplican sobre el consumo. Todos hablan de lo malo que resulta el impuesto al cheque pero no se puede quitar porque casi no tiene evasión. Lo mismo pasa en el caso del impuesto sobre la transferencia de combustibles. Yo creo que habría que comenzar por una reducción del Impuesto al Valor Agregado porque una baja en la alícuota incentiva el cumplimiento. Mantenerlo en 21% incrementa la evasión. En cuanto al impuesto a la renta financiera -origen de un debate interno en la Administración acerca de si desalienta o no el ahorro- yo aconsejaría huir de los anuncios grandilocuentes.

-¿Qué hacemos con la coparticipación federal de impuestos?

-Es un tema de larga data. Los convencionales constituyentes de 1994 fijaron 1996 como el plazo tope para un nuevo régimen de coparticipación. Y ya llegamos a 2017 sin haber cumplido el mandato porque es muy complejo desde la política, la economía y las relaciones interprovinciales, sin ignorar al conurbano bonaerense. Es necesario determinar los servicios que prestará la Nación y los servicios que prestarán las provincias y cómo se pagará cada uno. ¿Las transferencias de servicios educativos y hospitalarios fueron con recursos o sin recursos suficientes? Luego todo el tema de los Anticipos del Tesoro Nacional, totalmente discrecionales. Y lo del gasto público, que habría que comenzar a evaluarlo por su calidad antes que por su volumen. Suecia tiene una presión tributaria equivalente a 40 puntos porcentuales del PBI pero la calidad de las prestaciones permite que provoca beneficios no salariales valorados por los ciudadanos. Si tuviéramos una calidad en la asignación del gasto público nuestro, el debate sería otro porque el gasto funcionaría como ingreso real para la mayoría. Y creo que los comienzos son sencillos, casi modestos aunque de gran impacto. Fue el caso del metrobus, una idea de ordenamiento del tránsito con una inversión limitada que, sin embargo, tuvo un gran impacto.

-La reforma laboral es un tema importante para los empresarios, quienes miran mucho la que está avanzando en Brasil, sin considerar avatares tales como que su promotor, el presidente Michel Temer, sigue bajo riesgo de despido por corrupción, y que en todos los escenarios Luiz Inácio Lula da Silva sería el ganador de las próximas elecciones presidenciales, y la derogaría al menos parcialmente.

-Las relaciones del Ejecutivo Nacional con los sindicatos de trabajadores no es la misma en la Argentina que en Brasil, y esto es un condicionante manifiesto para toda reforma. La idea de la Administración Macri sería mantenerse en la negociación sector por sector tal como ocurrió con la industria petrolera. No hay margen para una reforma laboral similar a la de los años '90 porque no provocó muchos empleos nuevos sino una reducción de costos pero hoy día hay otras posibilidades de reducción de costos. En cualquier caso yo pondría más la lupa en un tema muy fuerte que se viene y que no tiene a nadie trabajando al respecto: la masiva incorporación de la automatización de procesos y utilización de robots, lo que eliminará miles de puestos de trabajo para humanos. No es ciencia ficción sino un futuro muy cercano, a caballo del proceso de inversión, y es un proceso irreversible: Si bajo los costos de producción pero no tengo consumidores para esos productos ¿cuál es el beneficio?

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