ATAQUE TERRORISTA

3 israelíes asesinados mientras enviado de USA llega para hablar de paz

Jason Greenblatt aterriza en Israel para intentar recomenzar negociaciones entre israelíes y palestinos tras 3 años de estancamiento. Pero es recibido con una noticia negra: esta mañana, un palestino mató a 3 israelíes en un ataque en Cisjordania.

En la mañana del martes 26/9, 3 israelíes fueron asesinados en un ataque terrorista perpetrado en el asentamiento de Har Hadar, Cisjordania (en las afueras de Jerusalén), reveló el portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld. Las víctimas fueron 2 guardias de seguridad (Youssef Ottman y Or Arish) y un policía fronterizo (Solomon Gavriya), mientras un cuarto israelí fue gravemente herido. El grupo islamista que gobierna la franja de Gaza, Hamas, dijo a través de su portavoz, Hazzam Qassam, que "el ataque terrorista en el área de Jerusalén es un nuevo capítulo en la intifada de Al-Quds, que demuestra que cualquier intento de judaizar la ciudad no cambiará el hecho de que Jerusalén es una ciudad árabe e islámica, cuyos residentes redimirán en sangre o vida", según el portal del periódico israelí Haaretz.

El atacante, un palestino de 37 años, fue disparado por las fuerzas de seguridad y murió en la escena, según la policía, publicó el diario The Times of Israel. Namir Mahmoud contaba con un permiso de trabajo en los asentamientos y no era considerado peligroso por el servicio de seguridad interior israelí. Una investigación inicial arrojó que Mahmoud llegó a la entrada trasera de Har Hadar junto con un grupo de trabajadores palestinos, cuando fue abordado por oficiales policiales que sospecharon de él, momento en que sacó un arma y comenzó a disparar. "El hecho de que el atacante tuviese un permiso de trabajo y hubiese superado de manera exitosa el veto del servicio de seguridad israelí, hizo de este un caso inusual -publicó el diario Haaretz-: en la ola de terror que comenzó en octubre de 2015, sólo ha habido un incidente similar."

El ataque coincide con la llegada a Israel del enviado para Negociaciones Internacionales de la Presidencia de Estados Unidos, Jason Greenblatt, quien se dirigió allí con el objetivo de reiniciar las negociaciones entre israelíes y palestinos, suspendidas desde hace 3 años. "No cuenta con experiencia diplomática, pero desde hace 20 años asesora a Donald Trump en sus enmarañados negocios inmobiliarios. Tal vez esta sea la razón por la que el presidente de Estados Unidos —que alardea de poder propiciar el 'acuerdo definitivo' de paz en Oriente Próximo– le envió a intentar reanudar un diálogo que ya lleva roto tres años", escribió Juan Carlos Sanz del diario El País.

Según el diplomático estadounidense del Washington Institute for Near East Policy, Dennis Ross, el progreso en las conversaciones de paz depende de que tanto el Primer Ministro israelí, Binyamin Netanyahu, como el Presidente palestino, Mahmoud Abbas, tengan una excusa para decidir acercarse. Dadas sus circunstancias políticas, advierte Ross, -la dependencia de Netanyahu del ala más a la derecha de su Gobierno y la alienación de Abbas con respecto a su público-, ninguno de los líderes está hoy dispuesto a hacerse concesiones el uno al otro. Sin embargo, ninguno de los 2 quiere ser culpado de estar bloqueando la paz. Lo que necesitan, por lo tanto, es esa "excusa".

Y esta podría venir, más que de Estados Unidos, de los árabes. "Netanyahu puede justificar un movimiento hacia los palestinos ante su público y su gobierno si está claro que obtiene algo de los árabes, especialmente de los sauditas, que demuestre que la región está respondiéndole a Israel. Por el lado de Abbas, los árabes pueden asumir la responsabilidad por los pasos que da", explica el diplomático. El problema, sin embargo, es que los árabes -los sauditas en particular- no están ansiosos de encarnar ese rol. El foco internacional y el saudita están en otra amenaza: la que perciben que emana de Irán y sus milicias chiitas.

"Sí, los sauditas todavía necesitarían ver movimientos israelíes hacia los palestinos para explicar su acercamiento a Israel a su propio público y otros públiuvos árabes, pero la motivación para ellos es ver que USA es serio en la práctica, no sólo en la retórica, en limitar las movidas desestabilizantes de Irán en la región", escribió Ross en el NY Daily News. "En ese sentido, la administración de Trump tiene mucho trabajo pendiente. Actualmente, permanece fijada en ISIS en Siria e Irak, mientras que los iraníes se están posicionando para llenar el vacío que emergerá tras la derrota de Daesh."

Ross explica que si USA no se compromete activamente en evitar esta expansión, los sauditas, los emiratíes y otros, ofrecerán sólo palabras bonitas en cuanto a la cuestión israelí-palestina. Y aún si USA lo hiciera, haría falta resoluciones sobre temas como el estatus de Jerusalén entre palestinos a israelíes para que estos normalizaran sus relaciones con Israel. Y actualmente, los líderes del Estado judío están lejos de querer poner a Jerusalén en la mesa de negociaciones. Aún así, advierte Ross, no todo está perdido: israelíes, palestinos y sauditas podrían comenzar dando pequeños pasos hacia el otro lado mediante un profundo esfuerzo de diplomacia silenciosa. Esto no conseguiría el "acuerdo final" que Trump ha prometido, pero podría al menos romper el estancamiento actual.

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