DESCUBRIMIENTO HISTÓRICO

Rayos cósmicos y partículas fantasma apuntando a la Tierra

Se trata de una galaxia gigante con extraordinarias cantidades de energía, que tiene un agujero negro y un chorro de partículas que apuntan directamente hacia la Tierra. Su descubrimiento respondió una pregunta que los científicos tienen hace décadas: es la fuente de donde nacen los neutrinos y los rayos cósmicos más energéticos del universo.

El hallazgo se ha realizado en el observatorio IceCube de la Antártida y, para lograrlo, colaboraron telescopios de todo el mundo. Es la primera evidencia que se encuentra de una fuente de neutrinos cósmicos de alta energía, partículas fantasmales sin carga y apenas masa que viajan por el universo en línea recta durante miles de millones de años luz, atravesando todo lo que hallan a su paso.

Hace menos de un año, sucedió un hecho clave, que posibilitó este histórico descubrimiento fue el detectar un neutrino energético el 22 de septiembre de 2017. Lo hizo el observatorio IceCube que se encuentra bajo el hielo de la Antártida. Todos los astrofísicos fueron alertados y se unieron para encontrar la fuente de dónde provenía esa particula. Finalmente, tuvieron éxito.

En la constelación de Orión, entonces, se encuentra el blazar TXS 0506 + 056, a unos 4.000 millones de años luz de nosotros. ¿Qué es un blazar? Una galaxia gigantesca, que tiene un agujero negro que gira en su interior y que emiten un chorro o jet de partículas que, en este caso, se dirigen hacia la Tierra.

A través del hallazgo, se puede resolver un misterio centenario: el origen de los rayos cósmicos, que son estas partículas llenas de energía que "bombardean" a la tierra desde miles de millones de años luz de distancia.

Los rayos cósmicos tienen carga eléctrica y sus trayectorias son desviadas por los campos magnéticos, de manera que al llegar a la Tierra no ‘apuntan’ en la dirección de la fuente que los emitió”, explicó uno de los coautores del descubrimiento, Marcos Santander, profesor de la Universidad de Alabama (EE UU). “Esto hace que, aunque conocemos de la existencia de los rayos cósmicos desde hace más de 100 años, todavía no sabemos a ciencia cierta de donde provienen".

Sin embargo", agregó, "una forma de resolver esta cuestión es usar neutrinos, ya que estos son producidos una vez que los rayos cósmicos interactúan con gas o fotones en su camino. Como los neutrinos son partículas neutras, su camino no es afectado por los campos magnéticos y si detectamos una fuente de neutrinos, como de la que ahora tenemos evidencia, podemos concluir que es también una fuente de rayos cósmicos”.

Según el científico, se trata de la primera evidencia que existe de una galaxia activa que se encuentra emitiendo neutrinos.

Francis Halzen, profesor de física de la Universidad de Wisconsin-Madison, dijo: "La capacidad de reunir telescopios en todo el mundo para hacer un descubrimiento, usando una variedad de longitudes de onda y junto con un detector de neutrinos como IceCube, marca un hito en la denominada astronomía de múltiples mensajes".

A partir de este gran paso, dice el físico, podremos llegar a una comprensión más completa del universo y lograr conocimientos sobre los objetos y eventos "más poderosos del cielo".

Hasta ahora se conocían solo dos fuentes de neutrinos, aunque mucho menos energéticos: los procedente del Sol y de una supernova cercana.

"Había un consenso general de que los blazars probablemente no eran fuentes de rayos cósmicos, pero aquí estamos", reconoce Halzen, “y ahora hemos identificado al menos una fuente que genera rayos cósmicos de alta energía porque produce neutrinos cósmicos. Los neutrinos son los productos de desintegración de los piones (un tipo de partículas ligeras), y para producirlos se necesita un acelerador de protones".

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