La paciencia occidental se agota con el renminbi

Beijing tampoco quiere que los operadores consideren el renminbi una apuesta ganadora, ya que les preocupa que pueda atraer más dinero a los mercados chinos. En los 3 últimos meses, el Banco Central de China ha fijado un tipo de cambio oficial renminbi/dólar inferior día a día, conteniendo la necesaria subida.

LONDRES (The Wall Street Journal). En lo relativo a la política de tipo de cambio, Beijing camina por una cuerda floja. Y la ejecución del truco se está complicando.
Analicemos la evolución del renminbi frente al dólar estadounidense desde el 19 de junio, cuando el Banco de China anunció sus planes de permitir una mayor flexibilidad del tipo de cambio.
En las dos últimas jornadas de negociación, la divisa china se ha apreciado, registrando el lunes 13/09 su nivel más alto frente al billete verde desde las importantes reformas de 1994.
Los fundamentos económicos, en especial el alto superávit de balanza de pagos, implica que el renminbi debería moverse en una única dirección: nuevas revalorizaciones con respecto al dólar.
Sin embargo, Beijing tampoco quiere que los operadores consideren el renminbi una apuesta ganadora, ya que les preocupa que pueda atraer más dinero a los mercados chinos.
Por lo que, en los tres últimos meses, el banco central también ha fijado un tipo de cambio oficial renminbi/dólar inferior día a día, conteniendo la necesaria subida.
Luego está la lucha por mantener las apariencias de que China ha adoptado un sistema que vincula el renminbi a una cartera de divisas.
La realidad sugiere que para el renminbi sólo hay otra moneda en la ciudad. Citi Investment Research dice que, pese al régimen más flexible, el renminbi "sigue vinculado al dólar y no a otras divisas", lo que implica que su evolución durante el resto del año dependerá de lo que haga el billete verde.
Beijing también tiene que convencer a la audiencia local de que los extranjeros no están dictando su política de divisas, al tiempo que sabe que sus decisiones están tensando las relaciones con otros países.
Ante las cercanas elecciones de mitad de legislatura, los miembros del Congreso estadounidense están endureciendo su retórica contra la lenta apreciación del renminbi, y no se descarta una legislación hostil hacia China este otoño.
Las autoridades de la Casa Blanca, que quieren evitar una guerra comercial con China, están teniendo dificultades para sostener el argumento de que la paciencia con Beijing es el mejor enfoque.
Los sólidos datos económico de China en el mes de agosto al menos ayudarán a Beijing a limpiar en parte su imagen a nivel nacional sugiriendo que la revalorización del renminbi refleja la fortaleza de la economía china y no una cesión a las presiones externas. Para mantener una política de divisas que sea del gusto de todos, Beijing va a necesitar una dosis aún mayor de buena fortuna.

Dejá tu comentario