UN ABUSO COMPLICADO

No, Lula, no: Devolvió solo la mitad de los pasaportes diplomáticos que le entregaron

Los pasaportes diplomáticos deben devolverse cuando acaba la tarea. La familia de Luiz Inácio Lula da Silva parece no comprenderlo cabalmente. Faltan algunos pasaportes que hay que devolver.

Publicó el semanario Veja:

 
"Cercada por la última de Palocci (N. de la R.: el reemplazo del jefe de la Casa Civil, Antonio Palocci, luego de denuncias de enriquecimiento ilícito) y una más del Supremo (N. de la R.: la Corte de Justicia brasileña se rehusó a extraditar al ex guerrillero italiano Cesare Battisti, condenado por 4 asesinatos, hoy autor de novelas policiales), la noticia no consiguió siquiera algunos centímetros al pié de primera página, ni en el titular de la apertura de la  sección que junta política y policiales. Es comprensible que muchos brasileños ni sepan que, a comienzo de mayo, fueron devueltos a la oficina paulista del Ministerio de Relaciones Exteriores 4 pasaportes diplomáticos concedidos ilegalmente a hijos y nietos del ex Presidente (Luiz Inácio Lula da Silva).
 
A causa de las denuncias de la prensa independiente y de la insistencia del Ministerio Público Federal de Brasilia, que presionó desde enero a Itamaraty (Ministerio de Relaciones Exteriores), la devolución de los documentos emitidos “por el interés del país” fue una muy buena victoria. O media victoria: 4 integrantes de la ex 1ra. Familia continúan circulando con el documento irregular."
 
Sin embargo, todavía faltan entregar los documentos expedidos para favorecer a otro nieto y a los hijos Luis Cláudio, 25, Fábio Luis, 35 y Lurian, 36. Es gente grande, que sabe lo que hace o no hace.
 
"Entre tantos personajes que a Lula le gusta representar en las asambleas a las que asiste, uno de sus preferidos es el de Padre Justo, quien jamás permite a alguno de los hijos disfrutar de alguna ventaja que no tengan los demás. Es el momento de aplicar en casa la lección que él vive declamando en sus discursos. Si los 5 hermanos viajaran juntos al exterior, por ejemplo, solo 2 tendrían que enfrentar las restricciones impuestas a los brasileños comunes. 3 usarían el salvoconducto diplomático (permiso de libre circulación) que Celso Amorin expidió a pedido de su Jefe para evitar a sus retoños hacer filas y de incomodidades burocráticas.
 
El Padre Justo debería llamar por teléfono al canciller Antonio Patriota y exigir la restitución de los documentos devueltos para que sus 5 hijos estén en igualdad de condiciones, u ordenar a los obstinados que cumplan con la ley y entreguen los pasaportes que faltan. Si le resta algún juicio, Lula se embarcará en la 2da. opción. Como se reiteró con el caso Palocci, no son pocos los brasileños que van dejando de contemplar con bovina mansedumbre a quienes se imaginan beneficiarios de la impunidad perpetua".

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