La Audiencia Nacional española investigará al presidente del Banco Santander y varios de sus familiares por un presunto delito contra la hacienda pública y falsedad documental.
OTRA VEZ EL SANTANDER BAJO LA LUPA
Anticorrupción española investiga a Emilio Botín por dinero no declarado desde 1936
No es la primera vez que ni Emilio Botin ni el Grupo Santander se encuentran bajo alguna investigación. En esta ocasión, el presidente de Banco Santander, junto a 11 miembros de su familia es investigado por ocultar cuentas en Suiza a la Agencia Tributaria española. El juez de la Audiencia Nacional, Fernando Andreu, ha admitido a trámite una denuncia interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción contra el banquero, su hermano Jaime, 5 de sus hijos, entre ellos Patricia, y otros 5 sobrinos.
Emilio Botín y 5 de sus hijos, entre ellos la expresidenta de Banesto y dirigente del Santander en Reino Unido, Ana Patricia Botín, así como su hermano, Jaime Botín ( Bankinter), y también 5 de sus hijos, aparecían entre los 659 contribuyentes españoles que ocultaron más de € 6.000 millones en la filial suiza del banco HSBC, el HSBC Private Bank.
Durante su estancia en Suiza, Emilio Botín Sanz de Sautuola y López abrió una cuenta a la que trasladó parte del patrimonio familiar y creó una fundación para que lo administrara, que no ha recibido aportación de los herederos desde el fallecimiento del empresario en 1993.
A raíz de que la Agencia Tributaria requiriera información en 2010 al fallecido Emilio Botín Sanz de Sautuola y López por la información recibida del "caso HSBC", el presidente del Banco Santander, su hermano Jaime y sus respectivos hijos procedieron a regularizar las declaraciones.
Sin embargo, la Agencia Tributaria no es capaz de analizar la “ingente” documentación remitida por la familia en julio de 2010 y en abril de este año decide enviarlo a la Fiscalía Anticorrupción para que compruebe si las regularizaciones realizadas han sido “completas y veraces”.
En su informe, dice que “la documentación a examinar se puede prever como ingente y en gran parte en inglés y francés, no siendo baladí adelantar, como ya anuncian los declarantes en sus escritos, que no siempre podrá ser completa y totalmente fehaciente, cuando no escasa e inexistente (sobre todo la relativa al periodo 1993-2004)”.
A la complejidad se le añaden los distintos activos y cuentas corrientes vinculadas y al elevado número de contribuyentes comprendido en las actuaciones, algunos de los cuales han manifestado no ser conocedores de los hechos.
En ese caso, la causa quedaría archivada porque no es punible declarar a posteriori bienes previamente ocultados, según recoge el artículo 305 del Código Penal.
“Lo cierto es que se produjo una regularización, mediante declaraciones complementarias extemporáneas, que podrían suponer el reconocimiento de un incumplimiento de las obligaciones tributarias”,
recoge el escrito.Por cierto, unas complementarias realizadas de los ejercicios 2005 a 2009 por todos los ahora denunciados, excepto Jaime Botín, que no presentó la del último año porque la declaración le salió “a devolver”.