Principios de verdad... y de los otros (Carlotto Vs. Verbitsky)

Algunos apuntes del último día del juicio político a Roberto Marquevich, acusado por Ernestina Herrera, viuda de Roberto Noble, de mal desempeño en la causa en la que el magistrado la detuvo por las supuestas irregularidades en la adopción de sus hijos Felipe y Marcela, quienes se niegan a realizar las pruebas correspondientes de ADN para verificar quiénes fueron sus padres biológicos. Ernestina Herrera es presidente del Grupo Clarín.

El martes 8 de junio, el jury de enjuiciamiento del Consejo de la Magistratura se expedirá acerca de la acusación contra el juez federal de San Isidro, Roberto Marquevich, y nadie se atreve a anticipar qué ocurrirá porque hay consejeros permeables a los llamados telefónicos de Alberto Fernández, jefe de Gabinete de la Nación, que desea satisfacer los reclamos del Grupo Clarín, expresados institucionalmente a través de su ejecutivo Jorge Rendo.

Pero no necesariamente el presidente Néstor Kirchner coincide con la opinión de Fernández, y esta situación provoca cierta confusión acerca de la opinión del Ejecutivo Nacional en un caso tan delicado como es la posible adopción irregular que habría cometido Ernestina Herrera de Noble de sus dos hijos, Felipe y Marcela Herrera Noble, herederos de uno de los multimedios más importante en habla hispana. La desmesura del poder de Grupo Clarín es lo que arroja dudas acerca de una situación muy concreta: Marquevich actuó conforme a derecho, y su único error fue hablar con los medios de comunicación.

Los augurios no son buenos para el magistrado, sin embargo; y la jubilación anticipada del comisario Carlos Sablich, en la Policía Federal Argentina –responsable de la Superintendencia de Delitos Complejos, quien actuó personalmente en el caso de Herrera viuda de Noble-, no es el mejor antecedente aún cuando la salida de Sablich no tuvo relación con el caso de los herederos de Grupo Clarín.

Ernestina Herrera de Noble logró no declarar ante el jury de enjuiciamiento aún cuando era su caso el que se encontraba en cuestión. Ella demostró, de esa manera, su poder sobre el Consejo de la Magistratura. Ella, vez tras vez, afirmó que sufría problemas de salud, y los integrantes del colegiado que definía el futuro de Marquevich juzgó que no era necesario que se presentara a testimoniar la persona que detonó el caso. Objetable hasta el ridículo por donde se lo considere.

En verdad, según lo que se comentó en Tribunales, Ernestina Herrera de Noble no resistía una declaración ante los consejeros acerca de cómo encontró en su vida a los bebés que hoy son jóvenes con aspiraciones.

Además, si ella llegaba a declarar, hacia adentro del directorio de Grupo Clarín las consecuencias podrían resultar muy delicadas. Se tuvo constancia de varios ejecutivos que se sintieron en extremo presionados durante los días previos al lunes 24 de mayo, última fecha para que Ernestina Herrera viuda de Noble compareciera ante el tribunal.

Por si faltara algo, la ONG Hijos (de Detenidos y Desaparecidos) prometió un ‘escrache’ si Herrera de Noble llegaba hasta Tribunales, y eso de aparecer con un tomate u otra naturaleza muerta en una solapa de los tailleurs que acostumbra lucir, resultaría un bochorno.

Sí lo hicieron Estela de Carlotto, presidente de Abuelas de Plaza de Mayo; y Horacio Verbitsky, presidente del Centro de Estudios Legales y Sociales, además de columnista del diario Página/12, que según el fundador del matutino, pertenece a Héctor Magneto, vicepresidente de Grupo Clarín, a través de una sociedad panameña.

Lo más importante de Verbitsky es que hoy es un aliado del gobierno de Néstor Kirchner, y el tratamiento preferencial resultó obvio en el ridículo interrogatorio al que lo sometió el senador nacional K, Jorge Yoma, del PJ-La Rioja.

El tema de fondo no era Marquevich sino la metodología para conocer la identidad de los jóvenes que se sospecha son hijos de detenidos-desaparecidos, la prueba de ADN en forma compulsiva cuando no existe una voluntad de la posible víctima, y la relación de esas ONGs con el medio de comunicación más poderoso del país.

Carlotto, quien en su momento fue presionada por directivos de Grupo Clarín, para olvidarse de la causa, se mantuvo en una posición que ratificó lo actuado por el juez Marquevich. Verbitsky, en cambio, decidió mantenerse afuera del conflicto, con la complicidad de Yoma.

Algunos diálogos fueron interesantes:

La jornada comenzó con la pregunta del defensor oficial, Mariano Maciel, encargado de la defensa del juez federal Roberto Marquevich:

-Sra. Carlotto, ¿recuerda los detalles o elementos puntuales que caracterizaban esa causa?

-Esta causa es llevada por la doctora Alcira Ríos, abogada de la institución, y ella era la que asiduamente concurría o pedía audiencia para ser recibidos y para estar al tanto de lo que se iba adelantando. Luego esta causa tomó estado público y el anhelo de las abuelas es que estos jóvenes, hoy adultos, se analicen para compararlos con las familias que pueden ser sus familiares, o de no ser así terminar con una búsqueda muy fuerte, muy dolorosa. La causa apuntaba a conseguir la identificación biológica de estos dos chicos.

-¿Usted advirtió o tuvo conocimiento sobre algún tipo de irregularidades que hayan existido en esta causa en el juzgado federal del doctor Marquevich?

-¿Irregularidades? No las conozco.

Consultada por Maciel sobre si había tenido alguna conversación con Ernestina Herrera de Noble, Carlotto narró cómo en 1992 habían intentado verla: "No nos recibió. En dos oportunidades nos recibió otra persona, y ahí dejamos nuestra inquietud y nuestra forma de acercamiento hacia una civil para decirle que tipo de deseo teníamos las Abuelas de que estas dos criaturas supieran si efectivamente eran o no hijos de personas desaparecidas. Ya sabían que no eran hijos biológicos porque eso era público. En ambas oportunidades no nos recibió la señora y, bueno, ya después no insistimos porque evidentemente no hubo una respuesta."

- Señora ustedes han tenido otras causas en las que ha intervenido el doctor Marquevich. ¿Cuál es su opinión sobre la actuación del magistrado en las otras causas en que intervino?

- Nosotros hemos llevado adelante innumerables causas en el juzgado federal de San Isidro, a cargo del doctor Marquevich en ese entonces, y puedo recordar causas como la de Mariana Zaffaroni, como la de Carlos D´Elía Pallares... y yo lo he hecho público cuando se me lo ha requerido, el comportamiento correcto del juez en cuanto al trámite rápido de investigación y de... probada la responsabilidad de los apropiadores, de la cárcel y el enjuiciamiento de todos ellos.

Minutos más tarde, ante una pregunta de Jorge Yoma, a cargo de la acusación, Carlotto volvió a reafirmar su opinión sobre el juez: " La actitud del doctor Marquevich en todas las causas que hemos presentado ha sido una actitud diligente. Una actitud de un juez que le corresponde hacer justicia y la justicia era de devolverle la identidad y la libertad a los chicos que fueron apropiados y el consiguiente juicio y castigo a los responsables que eran llevados a la cárcel sin ningún tipo de dudas. O sea que es una acción coherente del juez Marquevich".

Luego le llegó el turno a Horacio Verbitsky, pero esta vez preguntó primero la acusación, o sea Jorge Yoma. Y decidió apostar a la trivialidad:

-Al momento de acceder a hablar con el magistrado por la causa y la detención de la Sra. de Noble, ¿usted debió utilizar algún tipo de ardid o de estrategia para lograr acceder al juez? ¿El juez tuvo una actitud evasiva? ¿Utilizó algún método que no fueran los métodos directos para conversa con el juez?

-No, fue una conversación abierta en la cual no usé ningún ardid.

Luego respondió otra pregunta de Yoma acerca de un hecho en el cual Marquevich le habría dado en una conversación telefónica un dato erróneo al periodista, el cual este reprodujo en Página/12. Luego de explicar el equívoco, que trataba sobre el número de DNI del chofer de la Sra. de Noble que apareció en los documentos de adopción, Verbitsky dijo: "Ese es todo mi conocimiento del tema, es lo que publiqué, eso es lo que conté en el programa de televisión". Fue todo.

El defensor oficial comenzó su interrogatorio leyendo del expediente: "A fojas 53 del expediente, el señor Verbitsky escribe: "Otras cosas que están apareciendo a luz a medida que pasan los días y una de ellas importante, es una batalla subterránea que hubo durante todo el año pasado para ver a qué juzgado iba el expediente. Evidentemente los abogados del grupo Clarín sabían que la investigación sobre la que avanzaba Marquevich tenía elementos que no favorecían a la señora de Noble, e hicieron un intento para sacar el expediente y que se acumulara a otro que había en la capital (...) La pregunta es si usted puede darnos más detalles de por qué usted menciona "una batalla subterránea"

- Porque es mi deber de informar todo lo que se sobre un tema y todo lo que he investigado.

- Perfecto, entonces la pregunta sería si usted nos podría dar un poco mas de detalles sobre esa "batalla subterránea.

- No tengo más detalles que es lo que está publicado. Habitualmente publico todo lo que sé de los temas que interesan a los lectores.

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