Exclusivo Edición i: Rivadavia a punto de cambiar de manos

Radio Rivadavia es una las mejores radios ubicadas en el dial de AM; es la única que no pertenece a un multimedio y, después de haber sido la emisora más escuchada por años, es hoy la que menos audiencia tiene de las llamadas radios grandes y, según el semanario Edición i, se aproxima su cambio de licenciatario.

Rivadavia tiene más de 40 años de vida privada. Es decir que compitió muchos años contra todas radios administradas por el deficiente estado argentino.

Sin embargo Rivadavia, que, por este y otros motivos, debería ser el equivalente en nuestro país de la Cadena SER del grupo español PRISA, es una empresa absolutamente deficitaria que se encuentra pendiente de la homologación por parte de la justicia del concurso de acreedores por una deuda que superaba, al momento del 1 a 1, los US$ 100 millones.

Entre los principales acreedores están SADAIC y el fisco. Ya hace más de 20 años que esta radio es propiedad de Luis Cetrá, integrante de la coordinadora radical de la que fue su cajero.

Cetrá, un hombre impregnado de una gran soberbia, que en sus espaldas carga con la trayectoria de haber llevado a la quiebra un frigorífico y el diario Tiempo Argentino. Rivadavia no llegó a esta situación producto del destino incierto de la economía argentina y sufrió en forma constante un proceso de vaciamiento.

Siempre para que algo vaya mal se necesita de quienes la conduzcan mal. En Rivadavia en síndico luce por su ausencia ya que sólo se limita a firmar y a percibir honorarios "non sanctos" para no controlar nada.

Con más de 250 trabajadores, para hacer una AM, ya que la FM está alquilada a Marcelo Tinelli, Rivadavia tiene la cuarta parte del plantel total de Radio Nacional.

Pero Radio Nacional, además de tener la burocracia del mismo estado, tiene 4 radios cabecera más el servicio de RAE.

De los 250 trabajadores muy pocos están en relación de dependencia, la mayoría está en negro o factura para disimular – otra forma de estar en negro. La mayoría de su personal ya no sirve para administrar una radio moderna. Tienen todos los vicios de la administración cuasi- estatal. Además, para sobrevivir, ante el atraso constante en la percepción del dinero de sus haberes, conocen todas las formas de corrupción posibles.

La mayoría de los empleados tendrán dificultades a la hora de percibir sus jubilaciones ya que las retenciones patronales, hace muchos años, que se retienen pero no se depositan. Si bien Radio Rivadavia parece estar atada a un destino de estar siempre en el precipicio pero nunca caerse, esta vez la posibilidad de sobre vivencia está muy comprometida.

La deuda posterior al concurso comienza a acumularse y la posibilidad, que el concurso no sea homologado puede acelerar lo tiempos de una salida rápida de Luis Cetrá & Cía, de la tradicional casa de la calle Arenales y Pueyrredón.

Suenan vientos de las apetencias de Daniel Hadad para quedarse con esta radio cuyo único valor importante es el lugar que ocupa en el dial y que fue nostálgicamente la radio de nuestros abuelos y de alguno de nuestros padres.

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