Cómo ser un David Beckham y no morir en el intento

Si alguno sueña con ser la versión latinoamericana de David Beckham o nunca entendió por qué las mujeres huían cuando asomaban medias blancas desde el zapato de vestir, o cuando volvía a su casa con olor a pelea de box, no debe dejar pasar la oportunidad de zambullirse en la guía para convertirse en un verdadero metrosexual. Se recomienda saber lo mínimo de arte: quién es Leonardo da Vinci o qué cuadros pertenecen a Van Gogh una aproximación a la discografía de David Bowie y llenar la heladera con vino blanco, buenos quesos y fruta fresca.

Desde el año pasado se escucha hablar sobre los metrosexuales. El futbolista británico David Beckham es el ícono de este nuevo tipo de hombre: joven, con dinero, cosmopolita, preocupado de su imagen, sensible y considerado, tal como lo definió el periodista inglés Mark Simpson, quien acuñó el término.

Apetecidos por algunas mujeres por su mayor sensibilidad, atractivo y buen aspecto, no ha faltado el macho que se ha querido adaptar a estos nuevos aires, pero fracasan cuando -por ejemplo- piden sushi en el restaurante de moda acompañado de un chop. Para ser un metrosexual no es necesario invertir grandes sumas o pasar en la peluquería. Con las instrucciones propuestas por Michael Flocker en el libro El Metrosexual, Guía para el Hombre Moderno (Editorial Emecé), llegará a ser un David Beckham.

# Arreglo personal

En el pelo lo fundamental es tener un buen corte. Hojee revistas, vea qué estilo tiene su deportista o actor favorito y pregúntele al estilista si le asienta. Para lograr los peinados y mantenerlos se recomienda el uso de gel, mousse, cremas y lociones.
Para quienes tienen cabello escaso, el autor advierte que ante todo es necesaria la dignidad: evite los peluquines.
También es bueno no descuidar el cutis, evitar olores desagradables y no permitir el bronceado a lo camionero.
Si le gusta el box o la lucha, olvídelo. Entre los deportes de moda para el galán están el esquí, el golf, hacer yoga, pilates, surf y buceo.

# Etiqueta

La idea es mantenerse como un perfecto caballero: saludar y agradecer siempre, no alzar la voz, ser puntual, no discutir en público y mucho menos presumir del dinero que se tiene, por abundante que sea.
No deje los carozos de aceitunas en cualquier lugar. Envuélvalos en una servilleta y manténgalos ocultos hasta que encuentre un lugar para arrojarlos discretamente.
Cuando salude a alguien con un beso, debe ser sólo un roce de mejillas, un beso al aire. Asegúrese de tener los labios secos.

# Arte y cultura

Se recomienda saber lo mínimo de arte: cosas como quién es Leonardo da Vinci o qué cuadros pertenecen a Van Gogh.
La música dice mucho de su propietario. Lo que escuchan los metrosexuales de pura cepa es Best of Bowie (David Bowie), Parachutes (Coldplay) y The Mission (Ennio Morricone), entre otros. Sus íconos son David Bowie, Jim Morrison y Mick Jagger.
En cine: La dolce vita (Federico Fellini), La naranja mecánica (Satnley Kubrick), Lo que queda del día (James Ivory) y Cinema paradiso (Giussepe Tornatore), entre otras.
Sus libros de cabecera imperdibles son El gran Gatsby (Fitzgerald), Otra vuelta de tuerca (Henry James) y El amor en tiempos de cólera (G. García Márquez)

# Vinos y tragos

Si toma vino tinto, mírese en un espejo tras un par de copas. Es probable que tenga una línea negra en su labio inferior. Si escoge una botella de vino en un restaurante, debe pasar por el ritual de presentación y de degustación:
Escuche al sommelier. Cuando el mozo le muestre la botella, mantenga la calma. Sólo debe asentir si la etiqueta corresponde a lo que usted pidió. Una vez que el mozo le quite el corcho a la botella, no lo huela. Sólo mírelo. Si está podrido, no la acepte, porque fue previamente descorchada.
Según la nueva biblia del metrosexual, el Tom Collins (gin, limón y soda) es "para profesores y señoras mayores". Se recomienda el Mojito (ron, hojas de menta, limón y soda), el que es una "excelente elección de verano para un tipo encantador" o un gin con tónica ("una elección sensible para tipos cultos"). Si bebe cerveza, que sea de marcas importadas.

# Sexo y romanticismo

"La caballerosidad no ha muerto", dice el manual del metrosexual. Para acudir a una cita se recomienda:
No presionar a la persona para tener relaciones cuanto antes; ser educado y considerado, no prometer que llamará al día siguiente si no lo va a hacer. También se debe considerar alternativas a las citas tradicionales, como paseos por el parque, en bote, ir a ferias artesanales o visitar un museo.
Respecto al sexo, no trate de imitar una película erótica, no sea grosero y no de la espalda a su pareja tras el clímax.

# Moda y estilo

Lo más importante es adoptar un estilo que sea sentador, de acuerdo con la edad y que evite a toda costa el ridículo.
Si quiere tener el look de un galán de telenovelas o de futbolista que va a programas de televisión, evite los sombreros de cowboy, las prendas nevadas, telas de red, chalecos con diseños y zapatos con medias blancos. Las camisas de piratas (con vuelos), los motivos estridentes y las hebillas y cierres, dice Flocker, son para artistas de circo o rockeros.
En cuanto al guardarropas básico del galán, no pueden faltar tres poleras negras y otras tres blancas, un traje oscuro, dos pares de pantalones rectos, oscuros y sin pinzas, dos pares de jeans, tres camisas de buen corte y de sólo un color más una blanca y ropa interior que favorezca su figura.

# Comer fuera de casa

Además de repasar el Manual del Buen Comer y recordar cuán inconveniente es que quien presume de galán hable con la boca llena o se eche en la silla, recomienda aprender algunas palabras clave en francés como chou (repollo) o escargo (caracol de tierra), o malanzane (berenjena en italiano).
En la comida japonesa, la crema verde y los trozos delgados de algo color rosa no son guacamoles ni salmón ahumado, sino wasabi (muy picante) y jengibre. No intente comerlos solos, sino mézclelos con la comida.
También está la alternativa de comer en casa. Eso sí, se debe estar abierto a experimentar y a cocinar variados platos. Lo que no debe faltar en un refrigerador de un metrosexual: vino blanco, buenos quesos, fruta fresca, yogur, agua con gas, chocolates, limones, vodka en el congelador y las más variadas cervezas importadas.

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Publicado en el diario chileno La Tercera

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