Escándalo católico: Orgías de sacerdotes y seminaristas

Austria, un país católico, ha sido conmovido por la difusión de fotografías que demuestran las prácticas sexuales que ocurrían entre profesores y alumnos en un Seminario Teológico en las afueras de Viena.

La Iglesia Católica de Austria ha sido conmovida por un escándalo mayúsculo: el semanario Profil publicó fotografías de religiosos, profesores de un seminario muy cercano a Viena, la capital, acariciando y besando a sus estudiantes de teología.

La Iglesia Católica austríaca anunció de inmediato una investigación interna acerca de las denuncias de homosexualidad entre los clérigos del seminario. El director de la casa de estudios religiosos, Ulrich Kuehl, y su asistente, Wolfgang Rothe, renunciaram apenas conocido el escándalo.

El Vaticano todavía no se pronunció al respecto.

Según el semanario, los investigadores judiciales encontraron 40.000 fotografías, muchas de ellas en las computadoras del seminario, y miles consideradas pornográficas, con juegos sexuales o actos sexuales entre los seminaristas y sus teólogos.

De acuerdo a Profil, hay cientos de fotografías de orgías entre ellos y también se encontró material considerado "pornografía infantil".

Ahora, los líderes católicos pedirán la jubilación inmediata del controvertido obispo Kurt Krenn, de 68 años, responsable de la diócesis. Ocurre que Krenn dijo, en forma irresponsable, que las fotografías eran "imágenes de travesuras infantiles".

Entonces, cuando el público pudo corroborar, a través de la publicación periodística, de qué se estaba hablando, Krenn quedó mal parado.

Krenn le dijo a la TV austríaca ORF que sí había visto una fotografía del director del Seminario metiendo una mano debajo de la ropa de un seminarista pero que, en sí mismo, esto no era prueba de homosexualidad.

No es el primer escándalo sexual en la Iglesia Católica de Austria. En 1995, también el semanario Profil denunció que el cardenal Hans Hermann Groer, por entonces el jefe del episcopado local, había violado a varios seminaristas.

El Vaticano, un año después de la denuncia, jubiló a Groer y lo envió a vivir en un monasterio.

Dejá tu comentario