Anticipo Edición i: Chávez podría ganar el referendo pero eso no garantiza un país mejor

Venezolano, diplomático, historiador, politólogo y periodista, Santiago Ochoa Antich fue embajador de su país en Austria, Canadá, Jamaica, Paraguay, San Vicente y las Granadinas, El Salvador y Barbados. En una entrevista concedida a Edición I, relató, horas después de la visita de Hugo Chávez Frías a la Argentina, el otro rostro de una gestión que admira Néstor Kirchner y que, según Antich, puede ganar en las urnas en cinco semanas, aunque eso no supone que Venezuela se encuentre mejor que en el pasado. Básicamente hay un problema de liderazgos opositores, como en la Argentina. La abstención definirá el comicio.

-Faltan 36 días para que Venezuela decida, en una consulta popular la continuidad o no de su Presidente. ¿Ud. cree que, histriónico, Hugo Chávez visitó la cumbre de presidentes del Mercosur y, luego, la Ciudad de Buenos Aires, solamente por proselitismo frente a esa consulta popular, o Ud. cree que hubo otro objetivo?

-Su viaje a Buenos Aires, pienso yo, no debería tener nada que ver con el referendo revocatorio. En la Argentina, viven pocos venezolanos. Chávez busca apoyo continental para su proyecto, porque se da cuenta de que los Estados Unidos desean aislarlo de la comunidad internacional. Ese proyecto suyo es irrealizable en el actual contexto de la globalización dirigida por la Alianza Atlántica que lidera USA. Entonces, Chávez parece querer llevarnos hacia atrás, a una continuación de la guerra de independencia sudamericana, sin considerar todo lo que ha sucedido desde 1830 para acá. Él hace causa común con lo que fueron movimientos de independencia en días de la Guerra Fría, pero que sin el apoyo de la otrora potencia soviética no tienen fuerza suficiente.

-Chávez Frías le dijo al periodista Néstor Restivo, del diario Clarín: "Cuando la oposición (venezolana) dice que ya tiene 60% de votos, manipula y hace trampa. Nosotros impediremos el fraude, en lo que ellos son expertos. Dar mis números sería pecar de parcialidad. Pero mira: capturamos sondeos de consultoras que trabajan en privado para los empresarios y vamos ganando por 54 a 56%, contra 30% de la oposición". ¿Esto es correcto?

-Desde hace bastante tiempo vengo planteando en mis artículos que la oposición tiene poca oportunidad de ganar un referendo revocatorio en contra de Chávez. Me baso en las siguientes cifras: el número de electores registrado es de 12.500.000. En las tres últimas elecciones para Presidente, 40% de los electores se abstuvo.

Si esa cifra se mantiene, habría que quitarle al total de electores, 5 millones. Quedarían 7,5 millones. De esos, siempre hay votos nulos o inválidos, digamos 200.000 ó 300.000. Restan 7,2 millones. Las encuestas registran que Chávez conserva una popularidad del 30% en la totalidad de la población votante. Por tanto, debe tener no menos de 3,7 millones de votos. La oposición, pues, no llegaría a más de 3,5 millones. En esas elecciones el candidato opositor, Francisco Arias Cárdenas, obtuvo sólo 2.359.459 votos, que es el 37, 52% de votos, cifra tradicional de las derechas socialcristianas en Venezuela. Pero supongamos que Chávez haya perdido 700.000 votantes. Él tendría 3 millones y la oposición subiría, a lo más, a 3 millones. El problema es que Chávez cuenta con más, pues las reglas del referendo imponen que la oposición debe sacar más votos de los que Chávez sacó en la última elección que fueron 3.757.773. Ahora, encuestadoras serias comienzan a darme la razón. Pero puedo estar equivocado, porque todo depende del número de abstencionistas.

El problema actual de Venezuela es que Hugo Chávez se ha adueñado de las simpatías de los sectores de izquierda de la democracia cristiana y de la social democracia, que quedaron huérfanos de liderazgo cuando sus partidos se conservatizaron. Ahora bien, las derechas sólo obtuvieron un triunfo electoral en los 40 años de democracia entre 1958 y 1998. Fue en 1968, con Rafael Caldera, cuando el partido social demócrata, Acción Democrática, se dividió, entre una corriente moderada de izquierda y otra fuertemente izquierdista.

Pero la segunda elección de Caldera se debió a una conjunción de todas las fuerzas de izquierda. Hugo Chávez es una especie de Juan Domingo Perón tropical. Sus ideas rozan en algo al fascismo, pues su forma de entender la democracia es la democracia plebiscitaria, la napoleónica, que poco tenía realmente de democracia. Sin embargo, al mismo tiempo, al igual que Perón, es populista y sus políticas de dádivas, yo creo, están condenadas al fracaso, porque no busca crear una base productiva del sector privado de la economía.

-Chávez también fue consultado acerca de qué ocurrirá si él pierde, y su respuesta fue: "Lo ganamos. Pero esperemos el día y el recuento hasta el último voto. No me confío. Mejor pensar que vamos abajo y trabajar duro. Si pierdo me voy sin complejos, pues al mes siguiente me presento de nuevo". ¿Cuál es el análisis que Ud. hace de una eventual situación como esa?

-Eso también es posible, porque Chávez cuenta con el respaldo del Tribunal Supremo y éste dice cualquier disparate, con tal de darle ventaja a Chávez. Resulta ilógico desde cualquier punto de vista que si un presidente ha sido revocado, pueda presentarse a las elecciones convocadas para terminar el período constitucional del revocado. Pero "cosas veredes Sancho".

-Al respecto de eventuales elecciones presidenciales, obligatorias en caso de perder Chávez la consulta popular, él reflexionó: "La oposición no tiene candidato ni proyecto. El pueblo venezolano resistió estos años golpes de Estado (el frustrado de abril de 2002, encabezado por empresarios), conspiraciones, atropellos imperiales, sabotaje económico (el lock out a la estatal petrolera, PDVSA) y la dictadura mediática de la que habla Ignacio Ramonet (director de Le Monde Diplomatique). Y sin embargo ahí estamos, ganando terreno de aquí a agosto gracias al éxito que empiezan a tener nuestros programas sociales". ¿Quiénes serían los candidatos de la oposición?

-Chávez pone en boca de la oposición todo lo que él es y lo que él maquina. ¿Conoce usted de alguna oposición en alguna parte del mundo que haya tenido la oportunidad de realizar un fraude electoral?

Los fraudes siempre los realizan los gobiernos. Decir, además, que la oposición es golpista es como que si Aldo Rico o Mohamed Seineldín, los carapintadas, dijeran que Raúl Alfonsín es golpista. No, golpista es Hugo Chávez, quien protagonizó el intento de golpe del 4 de febrero de 1992.

El llamado "golpe" de la oposición fue una trampa que le tendió Hugo Chávez. Yo escuché -y ahí está el video- en la TV al general en Jefe, Lucas Rincón, anunciarle al país que Chávez había renunciado. Hoy, ese mismo general, ahora retirado, es ministro del Interior y Justicia de Hugo Chávez. El mismo Tribunal Supremo determinó que los jefes militares no habían incurrido en rebelión militar. ¿Cómo, entonces, pudo Pedro Carmona ocupar el cargo de Presidente? Muy turbio, porque los 19 muertos los hubo. Quien comenzó atacando a los medios fue Chávez. Él quería medios de comunicación adscritos a su proyecto. Los medios no han hecho otra cosa que defenderse. En cuanto a la oposición buscará un candidato después del referendo y ha presentado un proyecto llamado Consenso País, que tiene muy preocupado a Chávez, pues podría ser exitoso y lo ataca diciendo que el estudio fue financiado por Washington.

-Otra frase de Chávez en Buenos Aires: "Hace mucho que mi país está dividido, pero por una minoría que vive en la extrema riqueza y una mayoría con muchos pobres. Es una división peligrosa, explosiva. Superar esa realidad de décadas lleva un proceso. Ya alfabetizamos a 1,2 millón de personas, y la educación es crucial para evitar la exclusión social. Hay un plan de salud que apunta a 17 millones de venezolanos. Repartimos tierras, créditos, creamos cooperativas. Vamos a una sociedad de incluidos, contra la exclusión neoliberal y el capitalismo salvaje. Estamos ganando espacio en sectores de clase media que estaban en contra nuestra". ¿Cuál ha sido el resultado de la política económico-social de Chávez?

-Es cierto que el país está dividido desde hace décadas en tres grupos, los oligarcas de siempre, muy, muy ricos, (quizás 5%) una clase media que conserva hoy un 35%, y una clase desposeída del 60% (15% de desempleados y 45% en el empleo informal). Durante los años de gobierno de Chávez, la pobreza se ha duplicado, al igual que la miseria. Uno no puede alfabetizar en 3 meses a una persona adulta. Tampoco puede graduar de secundaria sin exámenes. Traer médicos cubanos mal pagados por el gobierno comunista cubano va en detrimento de los médicos venezolanos, mejor graduados, pero que desean sueldos acordes con su experiencia y conocimientos. Repartir créditos de US$100 que no son cobrables lleva a la ruina.

-¿Ud. cree factible este proyecto del que tanto habló Kirchner en Buenos Aires, de convertir a Pdvesa en el pilar de una Petrosur, o petrolera de América del Sur, básicamente con la brasileña Petrobras, o a Canal 8 de Caracas en el eje de una CNN de Latinoamérica?

-El proyecto petrolero suramericano es fantasioso. El mercado de Venezuela es USA. Es un mercado seguro y que paga en moneda dura. Quizás Chávez desea mercados sustitutos a USA en caso de una crisis, pero lo veo difícil. Son medidas populistas internacionales para atraerse simpatías de otros pueblos.

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Edición i, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2004.

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