Una lamentable derrota por penales, nos dejó sin la ilusión

Al comenzar el partido entre el seleccionado de Marcelo Bielsa y Brasil, todo parecía indicar que los albicelestes serían los candidatos a consagrarse campeones. Pero fallaron los cálculos… Sobre la hora, el equipo de Parreira empató el encuentro y se definió por penales. De esta forma, Brasil se quedó con una copa que la Argentina esperaba desde hace 11 años.

Argentina y Brasil, las dos máximas potencias del fútbol latinoamericano y mundial, disputaron la final más esperada en la historia de la Copa América. Ganó Brasil, desde los doce pasos, y los albicelestes se quedaron con una sensación amarga.

Y sí, porque crearon más situaciones, buscaron, intentaron y, sin embargo, no alcanzó. Esta vez, la suerte no estuvo del lado de Argentina que, terminó subcampeón, practicamente sin merecerlo. A los 20 minutos del primer tiempo, Cristián González, de penal sacaba ventaja: Un gol que permitía soñar…

Sin embargo, cuando faltaban apenas segundos para finalizar la primera etapa, más precisamente en la última jugada, cuando los futbolistas estaban por irse al vestuarios respirando cierto aire de tranquilidad, llegó el empate de los cariocas. De cabeza, Luisao fue el autor del gol.

Pero la Argentina venía jugando mejor, dominaba más la pelota en el campo, mostró un equipo entero y salió a jugar. Por su parte, Brasil no se apuró en ningún momento, se defendió bien y apuntó al contraataque, supo esperar.

De cierta forma, cuando un equipo genera oportunidades y nunca convierte podría decirse que lo acompaña la mala suerte. Y algo así le sucedió a la Argentina.

A los 42 minutos y medio de la parte final, el Chelo Delgado le devolvía la sonrisa a los argentinos. Estaba todo paracticamente dicho, comenzaban los festejos…De todos modos, en el fútbol nunca hay que alegrarse antes de tiempo ya que todo puede cambiar en cuestión de segundos.

Cuando se cumplieron los últimos 45, el árbitro adicionó tres más. Y fue en ese lapso que Brasil aprovechó y, nuevamente, empató sobre la hora gracias a Adriano. Ese empate se trajo consigo la definición por penales, en la que los de Parreira supieron manejarse mejor, más tranquilos.

En síntesis, fue así como se quedaron con la victoria y también con una Copa que realmente merecía la Argentina.

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