Nacido para matar

Miguel Angel Lencina es el principal sospechoso del secuestro de la niña Fernanda Aguirre de San Benito. La revista Análisis, de Entre Ríos, accedió al expediente del recluso, condenado a 20 años de prisión por matar a 2 mujeres en menos de una semana en 1994. En estos 10 años de prisión, en las cárceles de Paraná, Gualeguay, Concordia y Concepción del Uruguay, tuvo 3 hijos (suman 16 los que tiene); hizo una huelga de hambre de 18 días para que lo trasladen de unidad y logró permiso para casarse con Mirta Chávez, otra de las detenidas en el caso de la joven Aguirre. En los últimos 4 años solamente le hicieron 2 informes psiquiátricos, que le dieron en forma desfavorable, fundamentalmente por su condición de psicópata y no reconocer su pasado violento. El último estudio se llevó a cabo en noviembre del 2002. Sin embargo, la justicia le otorgó la libertad sociolaboral, valiéndose únicamente de los informes de los carceleros.

Por Daniel Enz (*). Algunos registros indican que Miguel Angel Lencina nació en Alcaraz (Departamento La Paz), en 1972. Otros señalan que nació en Formosa y en Paraná. Lencina, muchas veces, dice que, en verdad, nació en Paraguay y por eso el mote de "paraguayo".

Es el menor de los varones, de un grupo de nueve hermanos, en el que hay tres mujeres. Varios de ellos se encuentran actualmente detenidos, cumpliendo pena por hechos graves.

El mayor, falleció en un accidente automovilístico. Hijo de Juan Ramón Lencina y de Esther Torres, comenzó a trabajar de muy pequeño -a los 8 años-, en tareas rurales, junto a su padre, por lo cual tuvo que abandonar la escuela. Lo que más desarrolló fue la realización de hornos de barro, pero a los 16 años se fue de su casa.

Con el tiempo estableció varias relaciones de concubinato y, según él mismo declara, en la actualidad tiene 16 hijos. Tres de ellos, con su actual esposa, Mirta Analía Chávez (se casaron hace dos años, estando ya él detenido en la Unidad Penal de Concepción del Uruguay), quienes residían en Gualeguay, pero luego fueron a parar a tranquila población de San Martín de las Escobas, a escasos kilómetros de San Vicente, en la provincia de Santa Fe.

En 1988, con apenas 16 años-, Lencina ya estuvo preso por un caso de violación, pero finalmente fue sobreseído. Cayó nuevamente a la cárcel el 10 de febrero de 1994.

Un día antes, en la habitación de un motel de la ruta 18, oculto dentro de una especie de cajón que permanecía cubierto por una base de mampostería y el respectivo colchón, fue hallado en avanzado estado de descomposición el cadáver de María Dolores Domínguez. Su muerte, según pudo comprobarse, se debió a estrangulamiento.

Menos de una semana después, el 14 de febrero, en un pajonal de la zona de calles Caputo y Hernandarias, fue encontrado el cuerpo sin vida de Pamela Trepán de Fischer, una joven de 18 años de cuyo paradero nada se sabía desde hacía un mes. Los dos crímenes cometidos por Lencina fueron por venganza.

La Sala II de la Cámara del Crimen de Paraná, integrada por Arturo Landó, Pablo de la Vega y Teresita Nazar lo condenó, por los dos homicidios, a 20 años de prisión: hasta el 10 de febrero del 2014. Si pasaba el período de prueba, podía tener salidas transitorias a partir del 10 de agosto del 2002; gozar de salidas socio-laborales en febrero del 2004; tener la semi-libertad en mayo del 2004 y libertad asistida en octubre del 2013.

Lencina deambuló por las cárceles de Paraná, Gualeguay, Concordia y finalmente Concepción del Uruguay. En 1996, los informes criminológicos indicaban que no concurría a la escuela, pero trabajaba en tareas de albañilería. No recibía visitas, ni sabía de su familia, pero nada parecía "afectarle".

El informe indicaba: "No se observa evolución favorable en su proceso de resocialización". Tenía una conducta "psicópata", no se notaban "cambios significativos en su actitud respecto a su vida anterior" y tenía "un modo reactivo de relacionarse, con escasa tolerancia a las tensiones".

Un año después quería dejar la cárcel de Gualeguay y ser trasladado a la Unidad Penal de Concordia. Uno de sus argumentos era que su esposa de esos días, Teresa Velásquez, vivía en dicha ciudad, aunque reconoció que había perdido el contacto con ella. Pero no hicieron lugar a su petición.

El informe oficial indicaba que tenía conducta ejemplar (9 puntos de calificación) y a octubre de 1997 no registraba sanciones disciplinarias. Desarrollaba "una buena disposición para el interrogatorio, buenas pautas conductuales y mejor adaptación contextual. Mantiene buen estado anímico, memoria afectiva, concurre a la escuela y está trabajando en chapa y pintura".

A su vez, se comenzó a acercar a los grupos religiosos de la cárcel. El informe del Instituto de Criminología está fechado el 17 de septiembre de 1997, según comprobó ANALISIS. El 23 de octubre de ese año, fue sancionado con 15 días de internación en celdas especiales, en castigo por un hecho.

A fines de 1998, Lencina seguía apareciendo con "conducta ejemplar" en los informes. No trabajaba ni concurría a la escuela. "Unicamente juego al fútbol, porque otra cosa no se puede hacer acá", dijo en la entrevista.

En el 2000 Lencina pasó a la Unidad Penal número 3 de Concordia y el 11 de agosto fue autorizado por el presidente de la Sala II de la Cámara del Crimen de Paraná, Pablo de la Vega, a concurrir a la parroquia Nuestra Señora de Lourdes, "bajo segura custodia", para el bautismo de su hija Micaela Ayelén, que fue la primera que tuvo con su actual mujer, Mirta Chávez, quien por esos días residía en Gualeguay, según consta en el expediente de seguimiento de la pena de Lencina.

El recluso pidió incluso ser trasladado a la cárcel de Gualeguay, por determinada cantidad de días, "por razones de acercamiento familiar" con la joven y ello fue concedido por el juez de Ejecución de Penas y Medidas de Seguridad, Miguel Angel Retamoso el 1 de septiembre del 2000. Retamoso había asumido en junio de ese año en tal cargo, tras el envío de su pliego al Senado, por parte del entonces gobernador Sergio Montiel.

Fue la primera medida de Retamoso –que entró en funciones el 15 de agosto del 2000, según una comunicación del Superior Tribunal de Justicia (STJ)- para con Lencina. Le otorgó cinco días de permiso, para que permanezca en la Unidad Penal de Gualeguay y luego retorne a Concordia.

* Otra sanción y un informe psicológico crítico

El 25 de noviembre del 2000 Lencina tuvo otra sanción, que se le sumó a la del octubre de 1997. Según lo informado por el cabo primero Miguel Angel Sarmiento –de la Unidad Penal 3 de Concordia-, a las 9.25 observó una fuerte pelea entre Lencina y el recluso Sergio Marcelo Saucedo, en el baño de la cárcel.

Lencina quedó con una "herida punzante en el borde derecho del ombligo" y varias escoriaciones, según el parte del médico César Voscoboinik, jefe de la Sección Sanidad de la unidad penal.

Como consecuencia de la riña, Lencina fue castigado a 15 días de alojamiento en una celda especial. Un mes antes, el Consejo Correccional de la cárcel –integrado por varios guardiacárceles, el citado médico y una asistente social- habían consignado en su informe que Lencina tenía una calificación de "conducta muy buena (8) y concepto regular (4), al no concurrir a la escuela".

(*) Para la revista Análisis Digital, Entre Ríos.

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