Irak: División en el Gobierno interino por la represión en Najaf

Un sector del Gobierno iraquí quiere continuar con la represión de USA contra los chiítas en Najaf, pero otro sector expresó públicamente que quiere que se retiren las tropas de USA de la ciudad santa. La violencia aumenta en todo el país y ocurre lo obvio: Irak es ingobernable, por lo que George Walker Bush deberá dar cuenta en las urnas electorales estadounidenses.

El vicepresidente iraquí, Ibrahim Al Yafari, pidió a las tropas de USA que se retiren de Najaf para acabar con la violencia que ha desatado la insurrección chií.

Mientras, el clérigo radical chií Muqtada al Sadr sigue alentando a sus seguidores a combatir con fuerza a las tropas de USA aunque él sea "tomado como prisionero o se convierta en mártir".

Estos enfrentamientos han causado ya cientos de muertes en las filas del Ejército de Mahdi.

"Llamó a las fuerzas multinacionales a salir de Najaf, y que allí permanezcan únicamente las fuerzas iraquíes", dijo Al Yafari en declaraciones al canal qatarí de televisión Aljazera.

La postura de Al Yafari, líder del Partido Al Dawa, supone una división en el seno del Gobirno interino de Irak, ya que difiere de la adoptada por el 1er. ministro, Iyad Alaui, y otros miembros del Gobierno, partidarios de sofocar la rebelión de la milicia de Al Sadr con el apoyo de las fuerzas de USA.

Al Yafari añadió que el Gobierno interino y la milicia de Al Sadr deben mantener "abiertos los puentes políticos" y recurrir sólo al empleo de medios "extraordinarios" si los rebeldes se niegan a dialogar y continúan luchando.

Alauí, durante su breve visita a Najaf, el pasado domingo, instó a la milicia a deponer las armas y abandonar la ciudad, situada a unos 180 kilómetros al sur de Bagdad.

Los combates se han recrudecido apenas 24 horas después de que el Ejército estadounidense recomendara a la población que abandonara la ciudad, en cuyo santuario se refugia el clérigo rebelde.

Aviones de combate estadounidenses, apoyados por helicópteros artillados y unidades de infantería de marina atacaron posiciones del rebelde "Ejército del Mahdi", que encabeza Al Sadr, en la propia ciudad de Nayaf .

Al Sadr volvió a lanzar a sus milicianos a la calle el pasado jueves, y desde entonces se registran intensos combates en la mayoría de las ciudades chiíes de Irak, que han causado decenas de muertos.

A pesar de instigar estos cruentos combates, Sadr ha asegurado en su mensaje de hoy que quiere aún un Irak unido y que agradece la disposición de "aquellos a resolver la crisis pacíficamente", en referencia a un sector del Gobierno.

Aviones estadounidenses lanzaron nuevos ataques sobre posiciones de milicias de seguidores del clérigo chiita Moqtada Sadr, en la ciudad iraquí de Nayaf.

Según el relato de testigos, se pudieron ver cortinas de humo que se levantaban desde el cementerio de la ciudad, uno de los principales escenarios de las luchas.

La Media Luna Roja -similar a la Cruz Roja- le dijo a la BBC que el hospital más grande estaba copado hasta su límite y que se espera la llegada de insumos médicos requeridos con urgencia.

Un vocero de Iyad Allawi, 1er. ministro interino de Irak, Gurgis Sada, le dijo a la BBC que las fuerzas estadounidenses actúan en respuesta a un pedido del gobierno local.

El domingo, Allawi llamó a los insurgentes a deponer las armas. Pero Sadr respondió el lunes diciendo que iba a defender Nayaf -la ciudad más sagrada para los chiitas- "hasta derramar la última gota de mi sangre".

El corresponsal de la BBC en Bagdad, Alastair Leithead, dice que el levantamiento en Nayaf es el mayor desafío que ha enfrentado el gobierno interino de Irak desde que comenzó su gestión.

Leithead también señala que hay indicios de que la violencia va a aumentar en la zona, en vez de disminuir. Además, hay incidentes en otras regiones del país.

Distintas zonas de Bagdad que alojan dependencias del gobierno interino fueron blanco de ataques con explosivos, lanzados con morteros.

En las áreas afectadas también hay bases y oficinas de fuerzas de países occidentales, diplomáticos y periodistas.

No pudo ser esclarecido si los atentados -que también impactaron en una ruta, sobre una caravana de vehículos estadounideses-, fueron obra de chiitas seguidores de Sadr u de grupos insurgentes sunitas.

Entre tanto, la situación en Basora se tornó más preocupante. Una petrolera establecida en esa ciudad, Southern Oil Company, permaneció cerrada por segundo día consecutivo, tras amenazas de insurgentes de atentar contra las instalaciones.

Al efectuarse el traspaso de poder, Allawi había establecido el reestablecimiento del orden nacional como una de las grandes prioridades de su gestión.

Por otro lado, el gobierno de Allawi ordenó al Congreso Nacional Iraquí -partido de Ahmad Chalabi- abandonar el edificio que tomaron, tras la caída del régimen de Saddam Hussein.

La Justicia de Irak libró el domingo una orden de arresto contra Ahmad Chalabi, ex miembro del Consejo de Gobierno quien se encuentra fuera del país, por cargos relacionados con delitos financieros.

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