43 años del inicio de la construcción del muro de Berlín

POR GUSTAVO LAZZARI (*) El 13 de Agosto de 1961, Walter Ulbricht Jefe del Partido Comunista en Alemania del Este ordenó la construcción del muro en Berlín. La decisión tomó por sorpresa a la población y aún hoy los sobrevivientes recuerdan cómo la gente se agolpaba para encontrarse y rescatar a sus familiares que habían quedado del lado del este.

Pese a la desmentida, pocos meses antes, Walter Ulbricht Jefe del Partido Comunista en Alemania del Este ordenó la construcción del muro el 13 de Agosto de 1961.

La construcción comenzó por sorpresa, inundando el perímetro de la zona de Berlín controlada por los soviéticos con militares y carros de asalto. En cuestión de minutos tendieron alambrados y barricadas. A las pocas horas comenzaron a construir un muro.

Las imágenes que aún viven en los recuerdos de los sobrevivientes son funestas. La gente se agolpaba para encontrarse y rescatar a sus familiares que habían quedado del lado del este.

En los museos hay imágenes de padres arrojando a sus hijos por la ventana de un edificio, puesto que las puertas estaban bloqueadas.

Fue un día donde la satisfacción del socialismo totalitario pretendió apagar la alegría del mundo libre. Se cuentan mas de 5000 intentos de escapes con centenares de muertos y heridos. Las formas que usaron los alemanes del este para intentar escapar del "paraíso socialista" muestran el ingenio de quienes pierden la libertad. Desde camiones a toda velocidad apuntando las atrincheradas puertas de control, hasta submarinos caseros que cruzaban los ríos de la ciudad. Pasando por emigrantes acróbatas en pequeñas valijas, falsos fondos de automóviles, cables de acero a gran altura, globos aerostáticos, etc.

Son variadas las teorías que intentan explicar la caída del muro. Lo cierto es que a partir de los años ochenta el muro empezó a temblar. El 12 de Junio de 1987 Ronald Reagan, entonces presidente de los Estados Unidos, pronunció un discurso en las puertas de Brandemburgo, lugar paradigmático de la ciudad. En dicho discurso convocó al Premier Soviético Michael Gorbachov diciendo: "Sr. Gorbachov, si Ud, quiere la paz y la prosperidad, venga, derribe este muero". Estas palabras fueron escuchadas a ambos lados del muro. La esperanza postergada de los alemanes maniatados en el este comenzaba a nacer.

Dos años después, todos los tanques, guardias y carros de asalto del comunismo no pudieron contener la algarabía popular cuando el 9 de noviembre de 1989, los berlineses del este y los del oeste dieron una lección histórica. Tomaron, picos, palas, y comenzaron a derribar el muro. Las fotos de época muestran la perplejidad de los guardias que no pudieron detener el avance de la libertad. Las mismas fotos muestran la alegría imborrable que significa el triunfo de la libertad sobre la planificación. El triunfo de la gente sobre la dictadura socialista.

El muro de Berlín es la triste historia del socialismo. Lamentablemente en la Argentina a 43 años del comienzo de aquel muro, muchos evocan las causas y consecuencias de tal tragedia.

Muchos dirigentes políticos, piqueteros y sociales, sueñan con hacer de la Argentina un paraíso de intervención, regulación y estado fuerte. Quizas lo disimulen, quizas su histórico temor los inhiba, quizás lo ignoren, pero con sus propuestas y diatribas están causando tanto daño, como el socialismo causó en Europa del Este.

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(*) De la Fundación Atlas, agosto de 2004.

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