En pleno ojo de la tormenta, Recreativos Franco anuncia que sextuplica beneficios

El imperio Franco -de Recreativos Franco- y el Lao -de Cirsa- se disputan el mercado de tragamonedas desde 1978. Pero el negocio no es tan inocente: los reyes españoles del juego batallan una guerra sin cuartel. Hasta que en 2001 firmaron la paz "virtual" para dedicarse a la expansión, sobre todo en las reservas indias de USA, sus métodos no gustan en el extranjero, donde se multiplican las acusaciones por soborno, informa la versión del Periodista Digital. Esta mañana –por ejemplo- el diario español Cinco Días anuncia que la venta de máquinas de Recreativos Franco registró un alza de 475% en las ganancias de la firma española durante 2003. La compañía con sede en Madrid obtuvo un beneficio neto de € 3,7 millones, frente a los € 643.345 de 2002. Los ingresos pasaron de 48 a 62 millones, a pesar de un pequeño descenso en la prestación de servicios.

El diario español Cinco Días anuncia esta mañana que la venta de máquinas de Recreativos Franco registró un alza de 475% en las ganancias de la firma española durante 2003.

La compañía con sede en Madrid obtuvo un beneficio neto de € 3,7 millones, frente a los € 643.345 de 2002 mientras que los ingresos pasaron de 48 a 62 millones, a pesar de un pequeño descenso en la prestación de servicios.

El beneficio de la firma especializada en la fabricación, venta y alquiler de máquinas recreativas –en tanto- contrasta con un crecimiento de sus gastos en € 11,5 millones respecto a 2002.

El auditor de las cuentas, Salas & Maraver, señala que la situación patrimonial de Recreativos Franco es saneada y que cuenta con unos fondos propios de € 25 millones.

Los accionistas de la sociedad, representados por los hermanos Jesús y Joaquín Franco Muñoz, aprobaron el paso de los € 3,7 millones de beneficio a las reservas propias de la compañía.

Así los Franco mantienen un 91,3% de su actividad en España –de acuerdo al matutino- donde compiten desde hace décadas con el otro gigante local, Cirsa.

El anuncio se da a conocer en momentos delicados para Recreativos Franco.

Su presidente, Joaquín Franco Pérez, se enfrenta a una imputación por presunto soborno a un inspector del departamento de juegos de Azar de Arizona, entre otros delitos que estudia la Fiscalía General del Estado de Arizona.

El directivo de 35 años, hijo de Joaquín Franco Muñoz, podría enfrentarse a una pena de 15 años de prisión.

Las autoridades italianas, brasileñas y argentinas también mantienen bajo vigilancia las actividades de Recreativos Franco en cada uno de sus respectivos países.

De acuerdo a un artículo de Felix Martínez publicado por el portal Periodista Digital y de acuerdo a como viene informando U24, todo comenzó cuando el inspector de finanzas del Departamento de Juego del Estado norteamericano de Arizona, Dan Muller, comunicó a sus superiores que abandonaba su puesto.

"Muller se iba a la empresa privada. Había recibido una suculenta oferta que no podía rechazar. A los responsables del Departamento del Juego se les "encendieron las luces rojas de alarma" cuando descubrieron que la oferta laboral de Muller procedía de Recreativos Franco USA, filial de la española Recreativos Franco y radicada en Fénix.

Comprobaron que, efectivamente, la compañía española contrataba al ex inspector de finanzas. Christa Severns, portavoz del Departamento del Juego de Arizona, relató a The Arizona Republic, que la última misión de Muller había sido precisamente tramitar el expediente de inspección que había solicitado Recreativos Franco para la absorción de una compañía de Fénix, que gozaba de todos los permisos necesarios para actividades recreativas. De hecho, Muller estampó su firma en el informe un viernes y, el lunes siguiente fue cuando anunció su intención de abandonar el departamento.

Los empresarios relacionados con el juego en España nunca se han distinguido por su elegancia o delicadeza. Un sector permanentemente bajo sospecha y asociado en el imaginario colectivo con el crimen organizado parece tener que luchar permanentemente con los tópicos. Pero en el caso del mercado español de las máquinas tragaperras (aquí más conocidas como tragamonedas), los tópicos se han combinado para encarnar a las principales familias propietarias.

El mapa está dividido en dos clanes. La zona de los Franco, en Madrid -en realidad proceden de la localidad toledana de Ajafrin- y la de los hermanos Lao, en Terrassa (Barcelona) -vinieron de Almería-. Tanto los Franco como los Lao son de origen humilde y han amasado sus fortunas gracias al tesón y al oscuro sector del juego en el que las reglas no parecen ser las mismas que en el resto de los negocios.

Las autoridades del Juego de Arizona comunicaron sus temores a la Fiscalía General del Estado, que abrió inmediatamente una investigación. La instrucción concluyó formalmente el 19 de agosto, con la detención de Muller y del hombre acusado de corromperle, el español Joaquín Franco Pérez, hijo del presidente de Recreativos Franco, Joaquín Franco Núñez, conocido como Kino Franco. Claro que, en aquel momento, las autoridades de Arizona no sabían lo común que es el apellido Franco en España.

El caso alcanzó repercusión nacional en USA porque, en primera instancia, las autoridades estaban convencidas de haber detenido por sobornar a un funcionario nada menos que al nieto del dictador español Francisco Franco, al parecer porque el propio Kino había enarbolado su falsa vinculación familiar al ser detenido.

El pasado martes, durante una vista especial, un jurado de acusación decidió llevar adelante el procesamiento de Kino Franco, a pesar de que el español se declaró inocente, por los cargos que presentó contra él la Fiscalía General de Arizona: soborno, manipulación de archivos informáticos, malversación y apropiación indebida.

La primera acusación tiene que ver con la contratación de Dan Muller, a cambio de que el inspector de finanzas otorgara las licencias que solicitaba la compañía española. Chirsta Servens afirma que hasta ese momento, las tragaperras de los Franco no tenían las licencias necesarias para ser instaladas en Arizona y que la que le concedió Muller sería pronto suspendida.

Arizona es un estado especialmente atractivo por la cantidad de reservas indias que alberga. Estas gozan de un régimen jurídico especial y son auténticos paraísos fiscales. En los estados en los que el juego es legal, los casinos, que se instalan en las reservas indias logran el doble de beneficios. Ahora, a los Franco se les puede cerrar todo el mercado estadounidense. Según Servens, la compañía está tramitando licencias de juego en diversos estados. Ahora todos esos procedimientos están bajo sospecha y serán revisados.

Para Kino Franco, sin embargo, las cosas aún pueden ir peor.Porque la acusación de sobornar a Muller sólo es una más de las que tiene que afrontar. El jurado también autorizó el pasado martes que se le procesara por presentar una oferta falsa de compra de la compañía local, Visix The Game LLC, que distribuye productos de la empresa de Franco. Si finalmente resulta condenado, podría pasar hasta 15 años en la cárcel.

Por un trago similar pasó Manuel Lao, el empresario de Terrassa, propietario de Cirsa, cuando el 9 de diciembre de 2002 fue denunciado junto a varios funcionarios argentinos ante la Justicia federal por la supuesta comisión de graves delitos: asociación ilícita (banda criminal), cohecho, fraude, y violaciones de los deberes de funcionario.

La demanda fue presentada por el abogado argentino Ricardo Monner Sans, un letrado muy reconocido desde 1995 , cuando denunció el escándalo de tráfico de armas en el Gobierno de Carlos Menem, que estuvo en prisión seis meses. Fuentes de Cirsa, sin embargo, restaron credibilidad a Monner cuando presentó la denuncia contra el presidente de la compañía porque, afirmaban, se trataba de un "querellante profesional".

La denuncia recayó en el Juzgado Federal número 2, cuyo titular es Jorge Luis Ballestero, magistrado que ganó notoriedad por procesar, entre otros, al traficante de armas sirio Monzer Al Kassar, a raíz de la falsificación de los documentos con que obtuvo la nacionalidad y el pasaporte argentinos. Monner Sans requirió al juez que investigara si el casino flotante Estrella de la Fortuna, que Cirsa explota en un barco amarrado en el puerto de Buenos Aires, es utilizado o no como fuente de financiación ilegal de funcionarios y políticos de Argentina. El casino Estrella de la Fortuna se ha convertido, a pesar de la crisis que asola el país, en uno de los principales negocios de Cirsa. Aporta a la compañía un tercio de la facturación total del grupo.

Además, el juez pidió que se investigara la conducta seguida en el caso por funcionarios del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires (alcaldía), la estatal Lotería Nacional, la Prefectura Naval (policía de costas), y la Administración de Puertos, en relación a la habilitación del centro de juegos. Al amparo del decreto 600/1999 emitido por el Gobierno de Carlos Menem, Cirsa llevó el barco casino desde Estados Unidos y lo amarró en la dársena sur del puerto de Buenos Aires.

Para el denunciante, el casino de Cirsa "está vinculado a un conjunto de ilícitas conductas del funcionariado público", lo que indicaba al juez que su «sospecha transita también por la figura del cohecho". Además de resaltar que el grupo económico de Manuel Lao tiene una filial denominada Buenos Aires Entertainment Corporation, con domicilio en las Islas Bahamas, investigó el supuesto pago de fondos entre algunas empresas del mismo holding.

Los enemigos de Lao en Argentina, aunque no formularon denuncia alguna, tuvieron muy en cuenta que el empresario catalán había utilizado los servicios del intermediario Miquel Angel Egea, estrechamente vinculado a antiguas autoridades de la dictadura argentina.

Los Franco y los Lao firmaron la paz en 2001, con el objetivo, entre otras cosas, de lograr el respeto social que su sector de actividad les negaba y para poder acceder con comodidad a los mercados extranjeros. Las actividades de ambos grupos, sin embargo, parecen haber logrado todo lo contrario.

Casi nadie recuerda cuándo empezó su guerra. Crecieron con ella, creyendo que si llovía era porque los Lao tenían "a Dios por aliado", o -en el otro bando- que "el Ciego [Miguel Durán, ex director general de la Once] ve y tiene más poderes que el Mossad". Por eso y porque las guerras agotan y producen heridas, muchos no dieron importancia a un encuentro que lo iba a cambiar todo.El 13 de octubre de 2001 se reunían en el restaurante barcelonés Botafumeiro Miguel Durán, el coronel de los Franco, y Andreu Morell, el hombre fuerte de Cirsa.

Durán logró que las dos partes cerraran un acuerdo: que Recreativos Franco se retirase de La Lotería Solidaria, una empresa privada de Argentina con trabajadores minusválidos, ciegos y sordos.Mientras, Cirsa invertiría 2.140 millones de las antiguas pesetas en tomar la sociedad, en la que entraría con un 50% Durán. Este tuvo que emplearse a fondo con sus ex patronos para conseguir que el 8 de enero de 2002 firmasen la paz. El acto no fue nada del otro jueves. Joaquín Franco rubricaba en su oficina de Madrid; Manuel Lao, en su despacho de Terrassa, junto a sus colecciones de bonsais y pájaros. Ni siquiera hubo foto del apretón de manos.

El contrato establecía que los dos grupos antes rivales retirarán todos los pleitos judiciales. También acordaron crear una mesa conjunta para estudiar los problemas de los bingos, la última trinchera entre los grandes del juego. Franco posee el mayor bingo de Europa (el Canoe de Madrid) y otros en América Latina.Cirsa extiende sus tentáculos en ciudades como Marbella o La Toja, y hoy tiene 51 centros (un 10% del total), además del casino flotante de Buenos Aires.

Ayer pobre, hoy magnate -su grupo factura 1.500 millones de euros-; el patriarca Manuel Lao disfruta de una flota de automóviles de lujo desparramada por media España; de dos aviones (uno valorado en 5.500 millones); tres yates de recreo y una finca entre Toledo y Ciudad Real, El Molinillo (4.200 hectáreas), que dobla a la vecina, propiedad de Mario Conde. Lao afirma que es el primer contribuyente fiscal.

Por su parte, Recreativos Franco, fundada en 1965 por los hermanos Joaquín y Jesús Franco Muñoz, mantienen operativas hasta 22.000 máquinas a través de las sociedades Codere y Orenes, especialmente fuertes en el Levante español. Codere, por cierto, está acusada de blanqueo de capitales en Brasil.

No faltan en el sector quienes ven los problemas que las dos familias tienen en el exterior, como una reedición de la guerra entre los dos 3 del juego. El fantasma de el otro ya está presente en las tribulaciones judiciales que asolan a los reyes de las tragaperras".

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