Uruguay en LaVaca: Las dos cabezas de Orto

POR GUSTAVO HERNÁNDEZ BARATTA (*) Interesante reflexión que cuestiona la visión del proceso electoral uruguayo que publicó días atrás el sitio contestatario LaVaca.org/ y reprodujo U24, a quien el autor envió su opinión:

Días pasados, el sitio argentino "lavaca.org" publicó un artículo de análisis firmado por Raúl Zibechi y titulado "Una izquierda para la estabilidad". Zibechi, lamentablemente, no tiene en cuenta las múltiples señales que alertan sobre la posibilidad real de que la izquierda uruguaya sea en realidad un monstruo de dos cabezas.

Cuenta la mitología que para cumplir su décimo trabajo, robarle a Gerión sus vacas, Hércules debió matar primero a Euritión y a Orto -un monstruoso perro de dos cabezas- quienes las cuidaban. Como con Orto, cuando la mitología griega ha querido plasmar personajes horripilantes los ha imaginado con más de una cabeza.

Lo mismo ocurre con las fuerzas políticas cuando detrás de una propuesta electoral única se esconden múltiples y contradictorias visiones de sus dirigentes sobre lo que hacer una vez en el poder. Si llegan a detentarlo suelen convertirse en monstruos cuyos conflictos internos trascienden rápidamente la interna política para entorpecer y enturbiar la gestión de gobierno.

El análisis de Zibechi tiene como eje el hecho de que el Encuentro Progresista-Frente Amplio-Nueva Mayoría, es una fuerza política que ha tenido tiempo suficiente para crecer hasta alcanzar posiciones de madurez. Compara, en tal sentido, su situación con la del PT de Lula, o el PS de Lagos.

Para apoyarse, relata la posición que la izquierda urugaya adoptó frente al estallido de la crisis argentina y sus recidivas transplatinas, y la máxima de preservar al sistema, presente en el discurso de practicamente todos los dirigentes de la coalición.

El haber demostrado preocupación e interés por preservar la institucionalidad, evitar los estallidos sociales y no hacer oposición encarnizada a las medidas económicas tomadas para superar la crisis hace suponer al Sr. Raúl Zibechi que frente a sí tiene una fuerza política capaz de ganar las elecciones y conducir racionalmente los asuntos de Estado.

¿Es el análisis publicado por lavaca.org un reflejo de la realidad?

Afirmarlo requiere tomar debida nota de multiples señales que en los últimos días hacen dudar sobre la verdadera capacidad del EPFANM de –una vez en el gobierno- evitar caer en una interna feroz de consecuencias imprevisibles para los destinos de la república.

Esa interna, que ya emerge, está siendo preparada sutilmente desde todos los sectores de la coalición.

Algún paranoico de buena memoria, podría suponer que se trata de una reedición de la estrategia que finalmente llevó al poder a los bolcheviques, dejando que fueran los socialdemócratas quienes ocuparan primero el gobierno tras la caída del régimen Zarista, para tomarlos por asalto luego que las contradicciones del nuevo gobierno lo hicieron incapaz de mantenerse en el poder.

La interna está alimentada por declaraciones contradictorias, por dichos y desmentidos constantes, por propuestas hechas por unos que alarman a otros. Ministerio de Comunicación, amnistía para presos comunes, suspensión de ejecuciones judiciales, disolución de las cámaras, son algunos de los últimos disparates que se proponen desde algunos sectores de la coalición y rechazado inmediatamente por los otros.

# Ganar en primera vuelta

Hace tan solo unos días, el dirigente tupamaro Julio Marenales deslizó en un reportaje a Búsqueda que si no se ganaba con mayoría parlamentaria incluída sería necesario disolver las cámaras y convocar a nuevas elecciones legislativas, y como era de esperarse la entrevista causó un gran revuelo. Pero el concepto no es fruto de un delirio momentáneo de Marenales.

Hace poco más de un mes Lucía Topolansky le dijo a Radio El Espectador:

** "...Los militantes, que son el corazón de nuestra fuerza política, tienen esa esperanza, esa ilusión de que ese programa finalmente pueda realizarse desde un gobierno. Pero cuando usted no tiene mayoría parlamentarias tiene que negociar muy fuertemente...",

** "...Tener mayoría absoluta no quiere decir ser un dictador, también quiero aclarar esto, hay que conversar y tener en cuenta, porque un gobierno es para la totalidad, pero a uno le da una posibilidad de un desarrollo más armónico de su programa, del programa que puso a votación, entonces es una oportunidad más completa...",

** "Habrá que pelear por que el programa se cumpla, pero va a ser mucho más difícil. Uno no puede negociara pretendiendo imponer algo, yo doy para que me des, una negociación es un ceder de las dos partes. Eso no es fácil, todos lo sabemos..."

Topolansky está hablando de lo mismo, de que para gobernar es necesario tener mayoría absoluta en el parlamento y que si no se tiene será muy dificil realizar finalmente el programa de la izquierda. Irónicamente, aluda a las dificultades de Batlle y del ministro Bensión para llevar adelante sus programas de gobierno, como si la oposición parlamentaria del FA nada hubiera tenido que ver en ello.

Marenales está proponiendo una solución práctica al problema que plantea Lucía Topolansky, advirtiendo que: "Después no le vamos a decir a la gente que no pudimos hacer nada porque nos dejaron'. ¡Para eso los dejamos gobernar a ellos".

Aún desmintiendo a Marenales, lo concreto es que conceptualmente al menos para la agrupación mayoritaria del Encuentro es necesaria una mayoría parlamentaria propia para llevar adelante el programa de gobierno de la izquierda. Ganar en primera vuelta es tener el poder para llevar adelante el programa tradicional de la izquierda, aquel que para Topolansky "ilusiona" a los militantes históricos. No tener mayoría parlamentaria equivale a tener que transar, que ceder, que retroceder de las históricas espectativas.

# Astori, el ministro de la "derecha"

Los chispoteos entre el candidato a ministro de Economía, Danilo Astori, y los sectores radicales del Frente ya comenzaron con las diferencias en torno al Proyecto de Fideicomiso y el fallido del de Suspensión de Ejecuciones Judiciales. Astori, curiosamente "designado ministro" varios meses antes de la contienda electoral y en Washington DC, se opuso radicalmente a ambas medidas.

¿Tendrá Astori el poder necesario para aplicar un programa de racionalidad económica una vez en el gobierno? Despierta muchas dudas. El ex presidente Julio Ma. Sanguinetti ha calificado de "operación de maquillaje" su nominación.

No es el único, el propio senador socialista Reinaldo Gargano dio una entrevista a FM Diamante en la que amenazó con renunciar a cualquier cargo que ocupase si Astori no llevara adelante el programa electoral de la izquierda al que supuso inspirado por el Marxismo. Luego desmentidas, dichas declaraciones provocaron un grueso contrapunto con el senador de Asamblea Uruguay –sector de Astori- Alberto Cid.

Cid, que tiempo atrás había anunciado su alejamiento de la política, cansado de las disputas internas existentes entre el sector político de Astori con el resto del Frente Amplio, anunció que continuará ocupando cargos públicos "entusiasmado" por la designación de su frente político.

El entusiasmo puede durarle poco.

# Mujica, el superministro de la "izquierda"

Otro lío de considerables proporciones lo ha causado la autodesignación de José Mujica al frente de un superministerio que englobara las cuatro carteras que su sector reclama para sí.

Quien mejor lo explica es la propia Lucía Topolansky en la entrevista al Espectador que ya mencionamos en relación a los ministerios de Ganadería, Industrias y Transporte y Obras Públicas: "...Nosotros no miramos los ministerios como chacras sino como una integración productiva. Yo puedo generar una nueva cuenca lechera, por ejemplo, el país tiene capacidad para hacerlo, pero entonces tengo que pensar en la industria láctea y en la comercialización de los lácteos. Capaz que la boca de venta es lo más importante, puedo tener los mejores lácteos del mundo pero si no los puedo vender ¿para qué me sirven? Puedo pensar en renglones nuevos, como puede ser la apicultura, pero se me abre un abanico de problemas; hace pocos días tuvimos uno con reglamentaciones que no hay porque ese renglón es bastante nuevo...".

La idea de los superministerios fue deslizada hace poco más de un mes, y consiste en crear tres grandes ministerios, uno del área económica, conducido por Astori, otro en el área productiva, manejado por Mujica y otro del área social, de incumbencia del hoy Intendente Municipal de Montevideo, Mariano Arana, quien rápidamente declinó el convite pues quiere ocupar una banca en el senado desde la que reponerse del trajín de los últimos años y quizá por los antecedentes de Vazquez en la gestión municipal que él mismo heredó.

# "La izquierda de la estabilidad"

Con estos superministerios, Vazquez pretende crear un sistema de pesos y contrapesos dentro de su gabinete: por un lado le da a la "derecha" de la coalición el manejo de la economía, pero por el otro pone a gastar a los sectores de la "izquierda".

La estabilidad que este diseño político propone es en realidad un equilibrio peligroso. Siendo que el sector mayoritario del Frente es al mismo tiempo uno de los más radicales, las chances de mantener un programa de gobierno de centro son escasas. Hasta hoy, los encontronazos se minimizan solo porque el afán de triunfar lima cualquier diferencia, pero una vez en el gobierno esto no será así.

La estabilidad, que Zibechi augura para un gobierno de la izquierda puede no ser tal si no consigue mantener el encolumnamiento que a duras penas exhibe hoy. Si la designación de los ministerios, la candidatura a la Intendencia de Montevideo y el diseño de las políticas de gobierno convierten la interna frentista en un infierno, el Encuentro terminará convirtiendose en un monstruo como Orto, con el que compartirá además igual suerte.

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Ver:
http://www.hernandezbaratta.org

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