"La Policía debería prevenir no reprimir"

A seguir, un usuario opina la razón por la que la Policía Federal ha perdido la capacidad de prevenir hechos de violencia y frenar la creciente ola de inseguridad.

Sr. Director:

Una de las principales razones de la inseguridad radica en que a la Policía Federal le quitaron las facultades que durante décadas le permitían ejercer la PREVENCIÓN para evitar la represión y el tener que lamentar hechos consumados en perjuicio de la vida y los bienes de los habitantes de Buenos Aires.

En efecto, mientras tuvieron vigencia los EDICTOS de POLICÍA (Injustamente vilipendiados por la izquierda vernácula), los policías podían interrogar sospechosos que -por ejemplo- no justificaban su permanencia en zonas de Bancos o que, en altas horas de la noche, rondaban los barrios residenciales portando bolsos con ganzúas, llaves falsas, barretas, pinzas, taladros y otros elementos aptos para abrir o violentar cerraduras. En estos casos y si no justificaban su presencia en esos lugares, la Policía podía detenerlos por averiguación de antecedentes, lo que en la mayoría de los casos permitía la aprehensión de "profesionales del delito" con pedidos de captura.

También existía el Edicto de Vagancia y Mendicidad que facultaba a la Policía para detener a quienes (como los que hoy limpian parabrisas "de prepo" en las esquinas con semáforos) ejercen una mendicidad encubierta; los que llevan niños/as de corta edad a mendigar en esos mismos lugares. También podía detener (por 21 días) a mujeres, travestis y homosexuales que ejercían la prostitución en la vía pública.

Y, lo que es mucho más importante, la Policía podía reprimir a los delincuentes que cortaban calles y/rutas amenazando con palos y con la cara encapuchada a quienes se atrevían a no doblegarse ante sus exigencias. Podía meter presos a los que robaban, aunque fuera una hamburguesa en Mac Donals. Pero para qué seguir enumerando las cosas que nos hacen añorar, NO LA MANO DURA de la Policía, sino LA MANO QUE HACÍA CUMPLIR LA LEY y que permitía que los habitantes de Buenos Aires viviéramos sin sobresaltos cotidianos a toda hora. Los únicos que sentían que la mano policial era dura, eran los delincuentes. Quienes vivíamos dentro del marco de la ley JAMÁS SENTIMOS QUE LA MANO POLICIAL FUERA DURA.-

Dr. Adolfo GODOY-VÉLEZ
Secretario General de la
Federación Argentina de Sindicatos
Policiales y Penitenciarios

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