Se agrava la huelga de bancarios en Brasil y alcanza a 27 estados

Bancarios en Brasil se encuentran en huelga en reclamo de un alza salarial del 25%, así como también mejor participación en las ganancias. Los bancos ofrecieron un 8.5% y ninguna variación en la participación sobre las ganancias. Mientras la CNB señaló que de los 350.000 trabajadores bancarios de todo el país, el lunes ya se habían adherido 200,000 a la huelga, esta tarde los sindicalistas se reúnen con el ministro de Trabajo.

Los bancarios brasileños en huelga desde hace 10 días denunciarán hoy ante el ministro de Trabajo, Ricardo Berzoini, las acciones judiciales contra sus derechos que ejerce la patronal, negada a acceder a sus demandas.

La huelga de Brasil se ha extendió a 18 de los 27 estados del país, según señaló un vocero de la Confederación Nacional de Empleados Bancarios, o CNB.

Sin embargo, la protesta aún no ha afectado las operaciones del mercado financiero, según los participantes del mercado.

Hoy los sindicalistas solicitaron una audiencia con Berzoini, quien los recibirá esta tarde, para denunciar que los propietarios de bancos, sobre todo en Sao Paulo, promueven acciones judiciales que permiten la reapertura de agencias paradas con respaldo de la Policía Militar de ese estado, lo que -afirman- afecta su derecho de huelga.

En conferencia de prensa ayer, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, ex dirigente sindical, dijo que ni esa huelga ni la de metalúrgicos paran el país y se sumó a las opiniones de que se trata de una reacción de los trabajadores que, ante la reactivación de la economía y el aumento de las ganancias empresariales, quieren recuperar sus salarios.

"Los trabajadores hicieron el sacrificio cuando tenían que hacer sacrificio. Y en la medida en que el banco anuncia una ganancia muy buena, es normal que los trabajadores quieran recuperar su renta", dijo el mandatario.

La huelga bancaria, en la que participan unos 200 mil de los 400 mil empleados del sector, es en reclamo de un aumento de 25%, un mes de salario adicional al año y participación en las ganancias, pero los dueños de bancos persisten en su propuesta de un reajuste salarial de ocho por ciento.

# Sectores en paro

En el cinturón industrial paulista, el sindicato metalúrgico vinculado a la Central Única de Trabajadores inició desde el lunes una huelga progresiva por tiempo indefinido en tres sectores que no aceptaron acuerdos ya alcanzados con las montadoras de automóviles, las fábricas de autopiezas y otras.

El sindicato informó que ya se alcanzaron acuerdos con 26 empresas de los sectores denominados nueve y 10, y en el de fundición deben concluir las negociaciones iniciadas, por lo que tanto aquellas como este último no están afectados por la paralización.

La medida de fuerza es en demanda de adelantar de noviembre para este mes el inicio de las negociaciones salariales, que incluyan aumentos reales con la reposición integral de las pérdidas por la inflación y limitación de las horas extras para que se contrate a nuevos obreros, como se negoció con los otros grupos empresariales.

La Federación Única de Petroleros, que realizó ayer un paro de dos horas de sus 65 mil afiliados, advirtió que podría iniciar paros sorpresivos de 24 horas a partir del 4 de octubre si la estatal Petrobrás no mejora su oferta de reajuste salarial de 7,82 por ciento frente a su reclamo de 13,21.

En Recife, los mil 300 empleados del metro mantienen un paro por tiempo indefinido en reclamo del cumplimiento del acuerdo colectivo firmado hace tres meses con la empresa y que incluye pagos adicionales por labores nocturnas y riesgosas.

Además, esta semana la Fuerza Sindical, que agrupa a 2,4 millones de trabajadores, presentó un pliego unificado de demandas, entre ellas el 15% de reajuste salarial, participación en las ganancias, y reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales.

También presentaron sus reclamos los 180 mil químicos, que entre otros puntos solicitan un aumento salarial de 17.26%, en una tendencia generalizada de los sindicatos, ante el auge económico actual, a intentar recuperar los ingresos, después de varios años en que debieron buscar fundamentalmente preservar los empleos.

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