La policía dijo que no hubo informes inmediatos de daños ni víctimas tras el movimiento telúrico, que se sintió hasta en San Francisco y Sacramento. Asimismo, una serie de réplicas sacudieron rápidamente el área, una de ellas con una magnitud preliminar de 5.0 grados cuatro minutos después del sismo principal. Posteriormente se registraron otras tres de 4.1 grados o más.

Y como si fuera poco, cerca de 31 temblores de entre 4,7 y 3,6 en la escala abierta de Richter sacudieron el lugar durante 30 minutos. "Esta es una zona sísmica. Fue un sismo más fuerte de lo habitual, pero no fue algo sin precedentes", dijo la vocera del Servicio Geológico, Stephanie Hanna. "Esperamos grandes sismos en esta área, pero no sabemos cuándo ocurrirán", puntualizó.

Por tal motivo, y debido a la consistencia y similitud entre esos sismos, los científicos iniciaron un experimento para pronosticar y "capturar" al próximo sismo de la zona. El experimento conocido como "Predicción de los Sismos en Parkfield" se inició a fines de los años ochenta.

Su principal objetivo es registrar las señales previas y posteriores a un sismo de manera de desarrollar pronósticos y métodos efectivos de comunicación entre científicos y responsables de controlar y responder a los desastres naturales.