MEDIOS & POLÍTICA EN BRASIL

El blindaje de la prensa y el (falso) hijo de FHC

Notable el comentario de Washington Araújo en la web Carta Maior acerca del blindaje mediático que rodeó a la supuesta paternidad de Fernando Henrique Cardoso y una periodista de la Rede Globo. Es cierto que Araújo aprovecha para ajustar cuentas con el despliegue al que fue sometido su admirado Luiz Inácio Lula da Silva ante un hecho similar. Pero ayuda a debatir sobre los usos y costumbres de los grandes medios informativos.

por WASHINGTON ARAÚJO
 
SAO PAULO (Carta Maior). Sorprende el descaro con el que la prensa grande decide tratar, destratar, maltratar o no tratar asuntos que, por algún infinitésimo de segundo, incomoda a toda la esfera política. Me refiero al hijo bastardo del ex presidente Fernando Henrique Cardoso con la periodista Miriam Dutra, por entonces periodista de la Rede Globo de Televisión
 
La vida del inocente hijo siempre atravesada por misterio, muchos silencios, excesivas pausas e inmoderada paciencia en llevar al público lo que ya era de conocimiento de media Brasilia política, de medio país de los chismes y, se podían contar con los dedos, los periodistas que desconocieran la paternidad tan conocida, tanto en los pasillos del Poder como en los medios noticiosos de circulación nacional y de mayor audiencia de radio y televisión. .
 
Sorprende el descaro con el que la prensa grande viene, con atraso de 19 años, a darse cuenta que el hijo del experimentado político con la renombrada periodista en verdad no es su hijo biológico: 2 exámenes de DNA dieron negativo. 
 
Y el mismo asombro se extiende a la información de que este hijo, no siendo suyo aún desde el punto de vista biológico es asumido plenamente por el viejo patriarca como suyo por “lazos afectivos y emocionales”. 
 
Y el asunto solamente tendrá su capítulo final después de su muerte cuando sus 3 hijos legítimos con Doña Ruth Cardoso tratarán el sensible tema llamado "derecho a la herencia". 
 
Hasta ese momento, este nuevo despliegue de una noticia prohibida tanto tiempo de  salir a la luz pública, no por fuerza de monstruosos censores y sí por decisión editorial que involucra a los principales diarios del eje Rio-São Paulo, a las revistas de mayor circulación nacional y a las redes de televisión de mayor audiencia.
 
Sorprende el descaro con el que la prensa grande aceptó ser “agujereada” por una revista de modesta circulación y, para completar el contraste de la perforación mediática, de regularidad mensual –la Caros Amigos (Queridos amigos). 
 
Fue en su edición Nº 37, de abril del año 2000, que el editor de Caros Amigos, Palmério Dória, publicó el asunto “¿Por que la prensa esconde al hijo de 8 años de FHC con la entrevistadora de la Globo?”. 
 
La revista cuestionaba el silencio concedido por la prensa grande al asunto, y apuntaba  el grave contraste de la forma escandalosa con el que esa prensa grande abordara los hijos ilegítimos de otras personalidades del mundo político como Fernando Collor de Mello y Luiz Inácio Lula da Silva, también ex presidentes de la República.
 
Sorprende que una prensa siempre tan celosa de tener su derecho a la libertad de expresión anulado, censurado y/o suprimido, decidiera, con voluntad (editorial) libre y espontáneamente, desistir de divulgar un asunto capaz de provocar una gran movilización de corazones y mentes. 
 
Vale resaltar que, para ese momento no fueron pocos los periodistas que se anticiparon a no acusar al golpe de la denuncia de  Caros Amigos, dejando en claro que el “hijo ilegítimo de FHC” se trataba tan solo de un “asunto personal”, desprovisto de cualquier “contenido periodístico” y que no ofrecía las características básicas capaces de convertir la mera información de atrás de la escena en “noticia que interese a la opinión pública”.
 
Sorprende que el asunto, desde su origen, desde el nacimiento del pequeño Tomás Dutra Schmith, ya se impusiera con todos los ingredientes con que una información toma fuerza y forma de noticia, y aún así fue abandonado para el misterioso archivo de “asuntos que son pero no debían ser noticia”. 
 
El asunto tenía la marca de la novedad, la relevancia, la importancia (por tratarse del hijo del Presidente de la República); configuraba aspectos raros (porque no es común dejar de informar la existencia de un hijo ilegítimo de un Presidente de la República), tenía la fuerza capaz de fomentar la curiosidad (porque era hijo de la famosa periodista de la principal red de televisión de Brasil); era, sobre todo, oportuna (porque en la campaña electoral de 1989, uno de los mayores escándalos había sido nada menos que la existencia de la joven Lurian Cordeiro, hija también ilegítima del 2do. candidato más votado a la Presidencia de la República, Luis Inácio Lula da Silva).
 
En resumen, informar la existencia de Tomás no podría cancelarse bajo cualquier hipótesis como “evento poco significativo, banal o nada excepcional”. Mucho menos,  pasar de largo ante el interés público. 
 
Sin embargo, así fue tratada. Y no solamente por la Red Globo de Televisión, sino también por el STB, por la Record y por la Band. Dejó de ser noticia tanto en las páginas de O Estado de São Paulo como en las de O Globo y de A Folha de São Paulo. Ninguna emisora de radio registró a algún locutor dando cuenta del asunto. Y cuando se levanta la tesis de la existencia de personalidades premiadas con el blindaje de la prensa es obvio que ésta no surge de la nada, del encuentro del viento sudeste con el noroeste, porque sí, por mera coincidencia. Es que realmente existe ese blindaje.
 
Asombra que el domingo 15 de noviembre de 2009, el reportaje de la periodista Mônica Bergamo, en Folha de São Paulo, solamente expusiera que el ex presidente Fernando Henrique Cardoso reconocería oficialmente Tomás Dutra Schmith como hijo
 
Y agregaba: “Tomas que hoy tiene 18 años, nació de la relación que FHC tuvo con la periodista Miriam Dutra, de la TV Globo”. 
 
La periodista informaba, además, que “FHC consultó abogados y viajó la semana pasada a Madrid –donde vive la periodista- para acordar lo del reconocimiento del hijo”. 
 
Cuidadosa en la investigación de sus noticias exclusivas, Mônica Bergamo informaba también que “FHC negó dicha información y dijo que estaba en la ciudad para la reunión del Club de Madrid. Buscada por A Folha, Miriam dijo que quien debería hablar del asunto era él y la familia de él”. 
 
Con este puñado de informaciones parecía que, finalmente, 9 años después del valiente reportaje del periodista Palmario Dória, en Caros Amigos, uno de nuestros grandes diarios sacaba a la luz el más comentado y poco ventilado secreto de la República. Otros medios de comunicación hicieron lo de siempre: reflejaron la noticia sin agregar ninguna información.
 
Es curioso observar cómo el mismo chisme, desde el comienzo, recibió diferentes tintes de autenticidad. 
 
Bergamo, no deja margen de duda en relación a la paternidad de Tomás: “Tomás, que tiene hoy 18 años, nació de la relación amorosa que FHC tuvo con la periodista Miriam Dutra, de la TV Globo”. Y busca explicaciones para la cantidad de energía gastada por el ex Presidente en despistar a nuestros sagaces periodistas sobre el asunto, cuando, a pocos días de reconocerlo oficialmente, se encontraba en la capital española solo para atender “la reunión del Club de Madrid”.
 
Sorprende, y más asombro causan, las 3 notas publicadas por la revista Veja (Edición 2223, de 29/06/2011), en la columna Radar, del periodista Lauro Jardim
Son ellas:
 
"> DNA revelador 1
2 examenes de DNA, el último de ellos hecho a principio de año, dieron un desenlace sorprendente a una historia envuelta en mucha polémica hace dos décadas:
Tomás, de 9 años, el muchacho que FHC reconoció oficialmente como hijo en 2009 en un registro civil español, no es hijo del ex Presidente.
 
> DNA revelador 2
Aunque ha reconocido a Tomás hace apenas 2 años, FHC ayudó a la periodista Miriam Dutra, su madre, a sustentarlo. Como ella vivía entre Portugal y España, a donde fue enviadapor la Globo poco antes del nacimiento de su hijo, Tomás tenía contacto con FHC cuando el ex Presidente viajaba a Europa –aunque también se encontraban en Brasil durante el paso de FHC por la Presidencia. La situación, sin embargo, estuvo siempre en total reserva y salió a la luz con la publicación de A Folha, en 2009, con un reportaje sobre el reconocimiento de Tomás.
 
> DNA revelador 3
El año pasado, aún sin ninguna impugnación de la paternidad, FHC y Tomás, hoy estudiando relaciones internacionales en los Estados Unidos, decidieron hacerse exámenes de DNA. Fueron juntos al laboratorio. Antes de ello, FHC le dijo a Tomás que, cualquiera fuera el resultado, nada cambiaría en la relación de los dos. Con el inesperado resultado de los exámenes en las manos, FHC reafirmó lo que había dicho anteriormente. Por lo tanto, nada cambia en la vida del muchacho con respecto a su ex padre biológico."
 
Ninguna de las notas, con lo que ahora suena como título irónico “DNA revelador”, reveló algo capaz de iluminar a nuestra prensa grande: ¿cuáles son los motivos reales para ocultarle al público la existencia del hijo ilegítimo de Fernando Henrique Cardoso? Y, si optara por condensar las 3 notas en 1, el periodista podría haberle brindado a sus adormecidos lectores, informaciones como:
 
1. ¿Por qué el trato desigual concedido a los hijos ilegítimos de otros ex presidentes?

2. ¿Por qué no buscar alguna declaración de Miriam Dutra sobre la identidad real del padre biológico del Tomás Dutra Schmith?

3. ¿Cuánto le costó a Fernando Henrique Cardoso el peso de tan longevo silencio de parte de nuestra prensa grande de sus travesuras extramatrimoniales?

4. ¿Por qué la revista Veja desconoció el “agujero” de Caros Amigos –anticipándose 9 años a los hechos? – ¿Y por qué ofrece certificado de paternidad del referido “agujero” al diario Folha de São Paulo, que por el bien de la verdad publicó las informaciones de la periodista Mônica Bergamo, solo en su edición del 15/11/2009?
 
Comenzada la temporada de celebraciones por los 80 años del padre afectivo pero no biológico del joven Tomás, hay que inferir que sería de muy mal gusto incluir el examen de DNA, divulgado por Lauro Jardim como... parte de las celebraciones.
 
Sin lugar a duda, el tema que todavía parece tener lejos su desenlace, ofrece la oportunidad de una larga reflexión sobre el papel de la prensa grande y su opción peligrosa de continuar equilibrándose entre el buen y el mal periodismo.

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