El gran error de Duhalde 2005

Eduardo Alberto Duhalde ha cometido un error imperdonable para un político que se ufana de su experiencia y sagacidad: le ha permitido a Ricardo Hipólito López Murphy confrontar directamente con él, algo que el líder de Recrear quería pero no sabía cómo lograrlo.

López Murphy sabía que sus posibilidades electorales en el año 2005 dependen, en parte, de su capacidad para polarizar el debate porque esto volcará masivamente a los simpatizantes de la UCR de su lado, igual que a la clase media bonaerense no justicialista.

A Duhalde parecía no convenirle tanto polarizar sino fragmentar en todo lo posible el escenario, donde pudiera hacer valer su ‘aparato’ o estructura de ‘voto cautivo’ que sigue siendo la más importante, desde lo cuantitativo, de la mayor provincia argentina.

Así, Duhalde se había recluido en su destino diplomático de Mercosur y de política sólo hablaba con Néstor Kirchner, con excepción de una entrevista periodística que concedió para verticalizar a sus legisladores y reclamarles que le renovaran los ‘poderes extraordinarios’ al Presidente.

¿Por qué Duhalde decidió dejar de ‘sobrevolar’ la política cotidiana, cambiando su estrategia? Unos dicen que fue porque realmente subestima a Ricardo López Murphy y a Elisa Carrió, otros porque debe presentarse como el líder territorial y no cuenta con personas de su confianza que tengan la envergadura suficiente para asumir el desafío.
La verdad es que Duhalde conoce las encuestas de tendencias de opinión pública, y el PJ bonaerense ha perdido participación; Duhalde cree que por falta de actividad.

Pero a un López Murphy al que el PJ le ha desconocido condición de político, minimizándolo como economista, Duhalde le terminó concediendo lo que el fundador de Recrear no había conseguido.

Hay un problema adicional que Duhalde no contempló en su embestida contra López Murphy: Mauricio Macri.

Hasta ahora, el fundador de Compromiso para el Cambio intentó evadirse de su verdadero compromiso: definir qué hará en el año 2005. Si bien especuló con acuerdos políticos con Duhalde, también negoció con López Murphy, y luego inauguró su partido en la provincia de Buenos Aires,

Mauricio Macri sólo ha definido que él es un opositor a Néstor Kirchner. Para Macri, el Presidente es el límite de sus negociaciones con Duhalde y también con cualquier otro posible aliado.

Duhalde se ha alejado progresivamente de Macri, en el corto plazo, al acercarse a Kirchner, por motivos que hacen a las finanzas bonaerenses, a cuestiones judiciales pendientes por resolver, y a la reestructuración del Banco de la Provincia de Buenos Aires que debe homologar el Banco Central.

Pero la ofensiva de Duhalde sobre López Murphy obliga a Macri a replantear su situación, porque él pierde en la polarización y porque sus seguidores le exigirán una definición inmediata que él no quería darla.

En definitiva, la señal que surge de la verborragia de Duhalde es la confirmación de que no hay espacio para Macri en el ‘duhaldismo’ en los comicios de 2005.

¿Qué fue lo que dijo Duhalde? Que López Murphy y Carrió "son capaces de decir cualquier cosa para tener un poco de prensa" y que la "irresponsabilidad de esta gente es suprema".

Si bien López Murphy y Carrió tienen bastante información sobre el Bapro y otras irregularidades de los años de Duhalde en la Gobernación bonaerense, todavía no había irrumpido ese arsenal en sus discursos. Tampoco se había mencionado la responsabilidad de Duhalde en el desorden y la corrupción de la Policía de Buenos Aires, ni se aludió a un tema ‘tabú’: el crecimiento del narcotráfico en el Gran Buenos Aires durante los ocho años de Duhalde en la ciudad de La Plata, a la vez que él afirmaba que pretendía limitar la actividad nocturna para los adolescentes.

Duhalde dijo de López Murphy y Carrió: "Son actores de reparto en la política grande que un día se encuentran en los primeros planos, pero no tienen ninguna capacidad realmente", antes de ponderar a Kirchner ("las cosas andan muy bien"), y asegurar que en la "historia del PJ no tenemos conducciones bifrontes: el justicialismo siempre pone en la cabeza del Presidente de la República la conducción del partido".

Esto es muy relativo porque Duhalde, como vicepresidente del Consejo Nacional del PJ, colisionó con Carlos Menem, dentro del Movimiento Peronista, cuando aquel era el presidente del Consejo Nacional del PJ. En verdad, Duhalde le insiste desde hace meses a Kirchner que asuma la conducción del PJ porque le advierte que, de lo contrario, la acefalía provocará enormes perjuicios al partido que, por ahora, es de ambos.

Duhalde nunca se tomó en serio el discurso de la ‘transversalidad’ de Kirchner, y no comprende por qué el Presidente dilata tanto su asunción al frente del PJ. Duhalde cree que el PJ debe ser ‘movilizado’ en el año electoral, pero Kirchner todavía no elaboró cuál será su estrategia proselitista.

Ocurre que Kirchner ha oscilado, una y otra vez, entre la confrontación y la alianza con Duhalde. El acuerdo presente entre ambos lo buscó Duhalde y no Kirchner, quien ni siquiera precisa del soporte legislativo de Duhalde ya que abusa de los decretos de necesidad y urgencia, y tiene como reaseguro la ‘caja’ que supone el Tesoro Nacional y otras reparticiones.

Además, Kirchner conoce lo mal que está Duhalde en las encuestas bonaerenses. Si a alguien le conviene la erosión que Duhalde pueda sufrir en manos de López Murphy y Carrió, es al Presidente. Pero también es verdad que ni siquiera ha decidido enviar a Cristina Elizabeth Fernández de Kirchner a la provincia bonaerense.

En cambio Duhalde parece desbordado en su apreciación del problema que le plantean las cada vez más duras acusaciones de López Murphy y Carrió, quienes precisamente buscaban lo que lograron: que Duhalde se diera por aludido.

"Este desgraciadamente es un problema que tiene que ver con que una generación -no sólo en la Argentina, también pasó en Uruguay, en Chile, en Brasil- fue alejada de la política, (hubo) muchos chicos desaparecidos, muertos y hubo una retracción, sobre todo de la juventud universitaria. Por esto tenemos dirigentes que no están a la altura de las circunstancias y para lo único que sirven es para hablar y decir cualquier cosa", dijo exasperado el ex senador nacional a cargo de la Presidencia.

Las acusaciones de Duhalde hasta ahora no golpean a López Murphy, ni siquiera cuando el ex gobernador culpó a López Murphy por haber integrado el gabinete de Fernando De la Rúa.

La mayoría de la opinión pública conoce que López Murphy tuvo un diagnóstico acertado, podría haber logrado un ambiente de negocios favorable para la Argentina, impulsaba un ajuste fiscal mucho más discreto de lo que luego sufrieron los argentinos con la devaluación de Duhalde.

Alguna vez habrá que profundizar el debate acerca de qué ocurrió realmente entre diciembre de 1999, cuando la Alianza llegó al poder, y 2002, cuando Duhalde se quedó con la Casa Rosada.

Pero no será ahora. López Murphy no va a permitir que Duhalde le modifique el escenario: López Murphy quiere debatir los años de Duhalde gobernador y el derrumbe de Fernando De la Rúa, y por eso aprovechó el pedido de declaraciones de los periodistas para regresar a la ofensiva, culpando a Duhalde de pésimo administrador de la provincia de Buenos Aires, y culparlo de los problemas que han padecido los bonaerenses desde diciembre de 1983 (cuando Duhalde asumió la intendencia de Lomas de Zamora).

López Murphy aprovechó para provocar alguna división dentro del oficialismo bonaerense al afirmar que Felipe Solá no tiene la culpa de lo que le ocurre a la provincia de Buenos Aires. Son conocidas las disidencias entre Solá y los seguidores de Duhalde, los boicots que ha sufrido el gobernador –más allá de su ciclotimia recurrente- y la soledad en que se encuentra para gobernar.

"Si hay un lugar donde hubo una gestión pésima fue en la provincia de Buenos Aires y algunos de los protagonistas de esa gestión pésima están premiados, como por ejemplo la gran artífice de la reforma educativa bonaerense, la vicegobernadora, Graciela Giannettasio", dijo López Murphy.

En verdad, Giannettasio es un personaje que hasta ahora no ha sido investigado con alguna rigurosidad. Por ejemplo, cómo administró el presupuesto educativo bonaerense durante los años en que fue directora General de Educación; los precios de los establecimientos que hizo construir, y la ineficiencia en la asignación de los recursos.

De todos modos, López Murphy le deberá buscar una respuesta interesante al enigma que él mismo lanzó en su discurso público: cómo es que ha ocurrido en la provincia de Buenos Aires "esa monstruosidad de haber gobernado pésimamente y ganar cada vez por más diferencia".

Es interesante destacar que desde hace años que la UCR no confronta directamente con Duhalde, pese a que es el otro partido tradicional de la provincia.

Ni Raúl Alfonsín ni Federico Storani ni Juan Manuel Casella y mucho menos Leopoldo Moreau han cuestionado el sistema político que impuso Duhalde. Storani, en la campaña de 1993 colisionó con Alberto Pierri, quien era el alter-ego de Duhalde, al frente de la Cámara de Diputados de la Nación, pero luego del comicio –que ganó Pierri- decidió convertirse en un aliado del PJ bonaerense.

O sea que Duhalde no recibe críticas duras en su territorio desde que emergió como líder del PJ distrital.

La batalla verbal entre Duhalde y López Murphy fue precedida por la embestida contra León Carlos Arslanián, de quien Duhalde hizo una defensa apasionada. Luego, Arslanián fue contra Juan Carlos Blumberg.

Tanto Arslanián como Blumberg serán protagonistas del proselitismo bonaerense 2005, aún cuando no sean candidatos en las urnas. Otro protagonista de lo que vendrá será Luis Patti, quien se encuentra muy cercano a López Murphy, en tanto que varios dirigentes gremiales empresarios que participaron de la pesificación asimétrica han sido convocados para defender a Duhalde y al ‘modelo’.

En tanto, Recrear desarrolla encuentros en las secciones electorales bonaerenses. El más reciente ocurrió en Balcarce, y fue encabezado por el titular bonaerense de Recrear, Emilio Apud, y se habló no sólo de convertir a López Murphy en senador nacional por la provincia de Buenos Aires sino el jefe de la oposición parlamentaria.
Sin duda que es el verdadero proyecto 2005 de López Murphy, pero también es el objetivo de Elisa Carrió.

Dejá tu comentario