El stress y la violencia, grandes aliados

La edición de octubre de la revista Behavioral Neuroscience publica un experimento realizado con ratas descubre que el estrés y la agresión se refuerzan recíprocamente. Es por eso que de esta investigación se desprende que la clave para detener el ciclo de la violencia está en el sistema nervioso.

La neuropsicología de las ratas es similar a la humana. Es por eso que un experimento realizado con estos animales permite vislumbrar que el estrés no sólo conduce a la huída, sino que prepara al cuerpo para el combate. Además, la violencia puede desencadenarse mediante estimulación cerebral, sin que medie circunstancia de peligro alguna.

En el experimento se utilizaron 53 ratas del sexo masculino y los neurólogos comprobaron que un aumento del estrés genera violencia y que la violencia se puede desencadenar sin unas circunstancias que la provoquen, únicamente mediante estimulación cerebral. Es por eso que la clave para detener el ciclo de la violencia se encontraría entra en el sistema nervioso.

Hasta el momento se sabía que las hormonas del estrés, que movilizan reservas de energía, preparan la fisiología para el ocultamiento o la huída. Son las mismas hormonas del estrés estimulan al cerebro para facilitar el combate.

Los científicos estimularon eléctricamente una parte del cerebro de las ratas asociada con la emoción. Esta estimulación desencadenó la segregación de la hormona de la tensión, algo que sólo ocurre cuando una rata se siente amenazada por otra.

En una segunda fase del experimento, los científicos extirparon las glándulas suprarrenales de las ratas para impedir que segregaran la hormona de la tensión. Así, los científicos inyectaron esta hormona a las ratas y se produjo la misma reacción violenta, sin que se hubiera producido ninguna circunstancia que reclamara agresión alguna.

Mediante el experimento se comprobó que la estimulación eléctrica del cerebro produjo hormonas de la tensión que derivaron en violencia. Así se podría explicar por qué el comportamiento agresivo se extiende con facilidad y es difícil de contener una vez desencadenado.

Así se podría explicar porque una persona serena cuando sufre presiones se convierte en una persona con una personalidad agresiva.

Así esta teoría denominada "Neurológica", diferente a la Teoría Psicoanalítica, a la Humanista y a la del Aprendizaje, investiga la relación de los comportamientos violentos con la biología del cerebro.

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