Peligrosas versiones de corrupción afectan la Secretaría de Transportes

POR EDGAR MAINHARD (*) Ricardo Jaime ha logrado batir un récord en la Administración Kirchner: tiene peor imagen que Julio De Vido, lo que no es poco. Lo increíble es que el Presidente convive con sospechas de tráfico de influencias que pueden afectar su bonanza económica y política.

Todas las informaciones coinciden en que Ricardo Jaime, cordobés afincado en Santa Cruz -igual que Carlos Zannini-, secretario de Transportes de la Nación, no sólo es un pésimo funcionario sino una persona a merced de denuncias de que corrompe o es corrompido como mecanismo de gestión.

Los comentarios son coincidentes acerca de las graves irregularidades que acontecen en el área de Transportes y que, en muchos casos benefician a empresarios que concederían su contrapartida por los negociados.

En verdad, desde los días de Domingo Cavallo en el Ministerio de Economía, todo el proceso de concesión ferroviaria ha sido vergonzoso, pero nadie lo ha revisado tal como corresponde. Ni siquiera Néstor Kirchner, pese a prometerlo cuando era candidato.

El Presidente acostumbra a borrar con el codo todo lo que sostiene desde tribunas donde pretende impresionar al auditorio. Hay un Kirchner frente a la gente y otro Kirchner en privado, que se asemeja a aquel usurero que frecuentaba los estudios jurídicos de Río Gallegos.

A la mesa de redacción de U24 han llegado noticias que afectan a la credibilidad del transporte ferroviario, al autotransporte de pasajeros, al transporte fluvial, como si Jaime fuese un enorme polimodal de lo peor del 'kirchnerismo'.

Sin embargo, la Oficina Anticorrupción no ha intervenido en el área de Jaime; en verdad, casi ningún fiscal ha cumplido con su misión...

Es verdad que con 'el flojo' de Esteban Righi en esa tarea es difícil que algo serio ocurra en el área de influencia de la Procuración General de la Nación, al menos hasta que algún sólido pedido de juicio político a Righi prospere cuando Kirchner no tenga tanto poder.

Apenas en el área del juez Juan Galeano se han presentado 2 denuncias contra Jaime, quien, curiosamente, participa de una Administración que afirma resultar honesta y transparente.

La protección de Kirchner sobre Jaime ha logrado que, inclusive, cuando el ministro Julio De Vido -en teoría, un superior del secretario de Transportes- exhibió enojo con Jaime, debió guardar su cólera porque el Presidente considera que Jaime le proporciona lo que no pueden darle otros funcionarios.

¿De qué estamos hablando? Es un secreto que dejó de serlo: de influencia, de compra-venta de influencias, de dinero. Y hay un tal Licenciado Ochoa, quien junto a Jaime, es el responsable de los turbios manejos que el Presidente se encuentra cobijando.

Sí, el Presidente. Los zalameros legisladores de la Nación también son traicioneros. Hoy callan lo que mañana ya no ocultarán. Todo es cuestión de disponibilidad de 'caja' y de oportunidades políticas. Así se construye la 'maldita política' en la Argentina (¿o sólo se criticará a la 'maldita policía'?).

Entonces, una gestión que aspira a ingresar en la historia de la Argentina, termina mancillada por la avaricia, por la gula de poder, por la ambición sin medida, como si la función pública sólo pudiera construirse con pesos y dólares.

Si el Presidente quisiera rectificar esta sospecha que baja peligrosamente sobre su administración, debería hacer algo con la Secretaría de Transportes de la Nación. Pero ni siquiera se ha auditado si los trenes de pasajeros de larga distancia, cuyo reestablecimiento tanto publicitó y a lo que destinó recursos presupuestarios, se han concretado.

Ahora, Jaime quiere participar de las inversiones en infraestructura que Kirchner espera que anuncie China, casi toda destinada a mejorar la exportación vía Chile hacia el Sudeste asiático.

Resultaría muy delicado que China acepte que un funcionario como Jaime se involucre en la administración de esos recursos, en parte porque también China debe dar muestras de honestidad cuando ha comenzado a salir al mundo a corroborar su rol de potencia emergente.

-------------

(*) U24, Ciudad de Buenos Aires, Argentina, 2004.

Dejá tu comentario