Exclusivo: El increíble caso del jubilado que puede trabar el canje de deuda argentino

Aquí la historia de Tomás Pico Estrada, cuyo caso decidió al juez de New York City, Thomas Poole Griesa, a considerar los reclamos de un acreedor del Estado argentino. De yapa, en la crónica, se encuentra como documento adjunto, para quienes leen inglés, el fallo del magistrado estadounidense que está siendo ocultado por el Gobierno y la prensa cómplice local.

Tomás Pico Estrada es un jubilado de 73 años que poco entiende de finazas y que, al igual que el resto, se indigna cuando escucha que para el Gobierno argentino él es un "buitre", tal como publicó el desinformado Diario de Cuyo, de la ciudad de San Juan, hace algunas semanas.

Según relató, en 1997 vendió una propiedad e invirtió el dinero logrado para comprar Bonos Global 2006 al 11% de interés, con miras a reforzar su jubilación.

Un año más tarde decidió, junto a su mujer, constituir un fondo de cobertura para el futuro de su hijo Tomás, quien es discapacitado, y cuyo futuro le "preocupaba".

"En diciembre de 2001, después del gran festejo en el Congreso, quedaron reducidos a la nada nuestra vejez tranquila y la vida futura de nuestro hijo", cuenta.

Como si esto fuera poco, en junio del año 2001, Pico Estrada fue tratado por cáncer de próstata, patología cuyo tratamiento debíó financiar, creando nuevas deudas cuando si la historia hubiese sido como la esperaba podría haber tenido una atención de primera calid

El caso de Pico Estrada reitera un tema injusto: la mayoría de los bonistas argentinos podrían se comparados con pollos mojados, más que con aves voraces.

Pero para Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y Roberto Lavagna, es gente mala. Cómplices de Carlos Menem, Domingo Cavallo y Roque Fernández. Individuos a los que hay que esquilmar.

Sin embargo, ni son grandes inversores ni saben de finanzas. Y el Estado, al que confiaron sus ahorros, los acusa de intentar enriquecerse a costa del país.

Es el caso de Mirta Fontela: "Me enseñaron que uno tenía que ahorrar para prever contingencias futuras. Desde diciembre de 1999 hasta mediados del 2000 pasé parte de mis ahorros en plazo fijo a bonos del Estado (Globales 2017). Los empleados del banco me insistían para que comprara cuotas partes de un Fondo Común de Inversión de la entidad. Mientras que los políticos van a tener buenas jubilaciones, y ahorros en el exterior, yo voy a depender de la ayuda de mi hija para sobrevivir, si es que me la puede dar", se lamenta.

O el caso de Elena, una socióloga que en 1997 tuvo que vender su casa familiar para sobrevivir, ya que estaba desocupada y carecía de otros medios estables de ingresos.

Con el dinero de la venta adquirió títulos públicos, por considerar que "eran más seguro que los plazos fijos, aunque dieran menor interés del que abonaban los bancos".

"Con la renta trimestral podía comer y pagar el aquiler. Pero con el default dejé de percibirla y en la actualidad vivo en la indigencia", señaló.

Ya sin casa propia, y sin renta, Elena comenzó a vender sus pertenencias personales para poder sobrevivir, pero cuando comenzó a quedarle nada debió recurrir a la caridad pública.

Pero el caso de Pico Estrada es el que logró llegar hasta el juez Thomas Poole Griesa, en la ciudad de New York, patrocinado por el abogado Guillermo Gleizer.

"¿Ud. quiere saber la ruta del dinero de la Provincia de Santa Cruz? Gleizer puede obligar a que el presidente Néstor Kirchner la revele", explicó un abogado chileno que litiga en NYC, explicando el efecto de la medida que el juez Griesa falló en contra de la Argentina.

"Toda información que le sea solicitada, el Gobierno argentino tiene la obligación de darla", agregó.

Y las reticencias u olvidos u omisiones o mala fe que pueda tener el Gobierno argentino será considerado como agravante a la hora de que Griesa determine la inhibición solicitada por Pico Estrada y su patrocinante.

¿Por qué la prensa argentina ha omitido esta situación? Nadie lo sabe pero sorprende porque se le está ocultando la verdad a la opinión pública.

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