El país afronta hoy un nuevo vencimiento con el FMI

Si bien se barajaron distintas versiones, lo cierto es que la Argentina tiene hoy un vencimiento con el FMI y deberá desembolsar U$S 145.000.000, mientras que para el próximo mes el pago por vencimientos será de poco más de U$S 500.000.000. Por otra parte, el G-20 instó al país a reestructurar su sistema financiero y estableció un nuevo código para enfrentar las crisis generadas por default de países emergentes, al culminar su reunión anual, a la que Argentina no asistió en desacuerdo por un eventual cambio en la toma de decisiones del grupo.

Si bien actualmente las negociaciones entre la Argentina y el Fondo se encuentran suspendidas hasta tanto se resuelva la renegociación con los acreedores externos, el gobierno viene cumpliendo con los pagos a los organismos internacionales.

Asimismo, Argentina desembolsará hoy U$S145.000.000 para pagarle al Fondo Monetario Internacional (FMI) un vencimiento de la deuda con ese organismo, estimada en unos U$S 14 mil millones.

Sumado a otro pago por una cifra similar realizado a comienzos de este mes y a otros U$S 129.000.000 abonados al Banco Mundial (BM), en noviembre ambas entidades de crédito habrán cobrado del país sudamericano casi 420.000.000.

Por lo tanto, en diciembre los vencimientos totalizarían poco más de u$S 510.000.000. Con estas cancelaciones, se habrá liquidado a los organismos financieros internacionales unos U$S 10.000.000.000, entre intereses y vencimientos de capital, desde que en el 2001 se declaró el default de la deuda externa.

Esta suma es equivalente al pago de jubilaciones y pensiones durante un año y medio u 8 años completos del presupuesto actual del Plan Jefas y Jefes de Hogar.

Por otra parte, ayer culminó en Berlín la reunión anual entre los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales del G-20. Allí, se instó a la Argentina a reestructurar su sistema financiero y se estableció un nuevo código para enfrentar las crisis generadas por default de países emergentes.

Pero, sin embargo, el gobierno argentino resolvió no participar del encuentro por su disconformidad con los cambios que se barajaban dentro del grupo para modificar el mecanismo de la toma de decisiones, que dejaría de ser por consenso.

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