El ministro de Desarrollo Humano bonaerense, Juan Pablo Cafiero, aseveró que "frente a un universo que llegó a los 2.200.000 beneficiarios en lo peor de la crisis, no hay clientelismo posible".
Subrayó luego que las "manzaneras" y las "comadres" son "sujetos fundamentales" en esto y reivindicó al Plan Jefas y Jefes de Hogar Desocupados "como mecanismo que permitio superar la crisis".
El clientelismo se puede definir como el intercambio personalizado de favores por apoyo político. Sin embargo, desde un punto de vista normativo no es la mejor manera de conquistar el voto o acercar voluntades.
Lo cierto es que pese a que el ministro Cafiero lo niegue, se habla mucho del clientelismo político, punteros convenidos y la compra de votos en relación directa a los nuevos movimientos de protesta social.
Más allá de si es un mecanismo que sirve o no para lograr consenso en medio de una crisis, se suele afirmar que los piqueteros hacen clientelismo. La acusación se basa en que la acción colectiva necesita siempre de recursos y las agrupaciones de desocupados no están excentas.
En este marco, se entiende que los piqueteros utilizan los planes para fortalecer sus organizaciones, no para salir de la pobreza. Por un lado, porque lo que recibe no les alcanza para superar su situación de dependencia de los subsidios. Por otro, porque tienen un ingreso mensual garantizado sin necesidad de trabajar. No obstante, no hay nada que pruebe que un plan de $150 desincentive al trabajo en un país con 25% de desempleo.
Como el clientelismo se da por hecho (pese a que Cafiero lo niegue), desde el Estado surgieron iniciativas para evitar una "intermediación" por parte de dirigentes sociales y políticos. Mediante la implementación de tarjetas magnéticas se pretende de esta manera, transparentar el proceso y evitar la corruptela.
Con un alto índice de la población por debajo de la línea de pobreza y guarismos de desocupación aún muy elevados, la política social no puede dejar de ser un componente central de la agenda de gobierno.
Es indudable que resulta necesario garantizar los objetivos de las políticas sociales vigentes, que aparecen como indispensables en el marco de una crisis social de inusual gravedad. Para ello, se debe contar con mecanismos que contrarresten el clientelismo político, promoviendo con mayor eficacia la obtención de capacidades laborales de los beneficiarios y repensando los Planes y Jefes y Jefas de Hogar que introdujo el ex presidente Eduardo Duhalde, fortaleciendo así a los intendentes.
Enviá tu comentario
IMPORTANTE: Este es un espacio de participación de usuarios.
Las opiniones aquí expresadas pertenecen exclusivamente a los usuarios y no reflejan la opinión de Urgente24
El equipo de redacción revisará las opiniones para evitar la difusion de comentarios no apropiados o insultos. Enviar un comentario implica la aceptación del Reglamento