Condenaron a cadena perpetua al asesino de Anna Lindh

El asesino de la ministra de Relaciones Exteriores sueca Anna Lindh fue condenado a cadena perpetua por el Tribunal Supremo de Suecia después de que pidiera compasión, alegando que estaba mentalmente enfermo cuando la apuñaló.

Mijailo Mijailovic, es el nombre del asesino de la ex ministra de Relaciones Exteriores de Suecia, Anna Lindh. El joven de 25 años, hijo de inmigrantes serbios, admitió haber realizado un ataque frenético con un cuchillo contra Lindh a los que muchos consideraban la próxima primera ministra. Pero culpó a las "voces" que escuchó en su cabeza, y argumentó que no debería ser encarcelado.

En marzo, fue condenado y sentenciado a cadena perpetua, y posteriormente se ordenó que recibiera atención psiquiátrica, después de que tras su primera apelación se decidiera que estaba mentalmente enfermo y que no fue responsable de sus actos.

Sin embargo, los fiscales y la familia Lindh apelaron a la instancia judicial más alta del país para que se mantuviera la cadena perpetua. Mientras, la familia del asesino pedía que se cambiara el cargo de asesinato por el menos grave de homicidio involuntario.

"Aunque Mijailo Mijailovic, debido a su desorden psiquiátrico, pueda tener una capacidad limitada para controlar sus actos, las circunstancias son tales que el castigo, como falló el tribunal de primera instancia, debería ser la cadena perpetua", señaló el Tribunal Supremo en un comunicado donde informaba de su veredicto.

Así, los cinco magistrados del Supremo, que reordenaron la reapertura del caso, determinaron que el joven no padecía transtorno mental alguno que recomendara el cumplimiento de la pena en una institución psiquiátrica.

Lindh, que estaba casada y tenía dos hijos, murió como resultado de las numerosas puñaladas asestadas en un ataque aparentemente sin motivación alguna cuando estaba comprando en un centro comercial del centro de Estocolmo. Su muerte se produjo al día siguiente.

Los medios suecos informaron esta semana que Mijailovic teme represalias de otros presos en las cárceles del país, pero que en cambio, en Serbia podría ser tratado como un héroe, ya que Lindh era muy impopular por haber excusado los ataques de la OTAN contra Belgrado en 1999.

"Se da cuenta de que la amenaza potencial contra él es grande en Suecia, tanto en la cárcel como en la sociedad, así que quiere cumplir su condena aquí (en Serbia)", dijo su abogado, Mikael Nilsson, en un programa de la televisión sueca la semana pasada.

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