Orejuela destapó la olla y agitó el clima político

Gilberto Rodríguez Orejuela, el más importante narcotraficante colombiano extraditado a Estados Unidos, admitió que entregó apoyo financiero a campañas políticas en su país durante las últimas dos décadas. "Yo siempre de una manera u otra estuve vinculado en los últimos 20 años a todas las campañas", aseguró el confeso capo, quien fue entregado a autoridades estadounidenses el viernes pasado y ayer compareció por primera vez ante una corte de Miami (Florida).

Gilberto Rodríguez Orejuela, el más importante narcotraficante colombiano extraditado a Estados Unidos, admitió que entregó apoyo financiero a campañas políticas en su país durante las últimas dos décadas.

"Bueno, yo diría que regionalmente se le colaboró a algunas personas, pero no directamente a los presidentes. O a los candidatos, mejor dicho no a los presidentes, a los candidatos", dijo Rodríguez Orejuela en una entrevista divulgada por la Radio W FM, pero grabada antes de su extradición, que se cumplió el viernes pasado.

"Yo siempre de una manera u otra estuve vinculado en los últimos 20 años a todas las campañas", agregó.

A los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez, jefes del cartel de Cali, se les acusó en su momento de haber aportado seis millones de dólares para la campaña que permitió a Ernesto Samper convertirse en Presidente de la República entre 1994 y 1998.

Aunque Samper fue absuelto en un juicio adelantado en la Cámara de Representantes, su ministro de Defensa, congresistas y varios colaboradores cercanos fueron procesados por la justicia ordinaria en lo que se considera el escándalo político más importante del siglo XX en Colombia.

'El Ajedrecista' manifestó igualmente que intentó negociar su entrega con los gobiernos de Samper y de César Gaviria (1990-94), pero que no encontró respuesta.

Este lunes Andrés González, ministro de Justicia de Gaviria, confirmó que hubo contactos entre delegados del gobierno y abogados de los Rodríguez Orejuela para su capitulación, pero que no se logró un acuerdo porque la apuesta de los capos era la "impunidad".

Gilberto Rodríguez removió otros temas espinosos de los que no se había vuelto a hablar en Colombia, tales como la alianza que, según él, hubo en los 90 entre el cartel de Cali y las autoridades colombianas, con el aval del presidente de la época Virgilio Barco, para combatir al temido Pablo Escobar, jefe del cartel de Medellín.

El capo aseguró que su organización apoyó logísticamente a la Policía en el operativo que concluyó con la muerte de Escobar, el 2 de diciembre de 1993.

El jefe del Cartel de Cali, Gilberto Rodríguez Orejuela, tuvo ayer su primer día en un tribunal estadounidense en una audiencia que duró un poco más de cinco minutos y en la cual se limitó a dar su nombre y edad.

"Gilberto Rodríguez Orejuela, 65 años", fue todo lo que dijo el acusado en la sala del magistrado William Turnoff, del tribunal federal del Distrito Sur de Florida, adonde acudió esposado, con grilletes en los pies y un mono color kaki. De inmediato se le fijó fecha para leerle las acusaciones en su contra, el próximo 27 de diciembre.

El capo, y su hermano Miguel, son acusados de administrar una red que producía el 80 por ciento de la cocaína que llegaba a USA.
Rodríguez Orejuela, extraditado el viernes a Estados Unidos, buscará una negociación en que ofrecerá a la justicia de ese país colaborar pero sin delaciones y a cambio de que su familia no sea perseguida.

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