El hombre que Bush iba a nombrar como responsable de Seguridad Nacional tendría vínculos con la mafia

A los pocos días de obtener su reelección, el presidente George W. Bush presenció una ola de renuncias de funcionarios que lo habían acompañado durante su primer período. Una de estas figuras fue la Tom Ridge, secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos y Bush pensó de modo inmediato en su sucesor, Bernard Kerik, quien renunció al cargo antes de asumir. A la luz de este hecho se empezaron a conocer una serie de escándalos y delitos vinculados a Kerik, pero hoy se destapó el mayor de ellos: su relación con un empresario de la construcción, vinculado a la familia mafiosa italo-estadounidense Gambino.

Bernard Kerik es una de las personas de mayor confianza del presidente George W. Bush y la figura que el mandatario eligió para suceder a Tom Ridge, ex secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, quien renunció a los pocos días de que Bush obtuvo su reelección.

Kerirk, de 49 años, fue el jefe de la policía de Nueva York cuando ocurrieron los ataques al World Trade Center el 11 de septiembre de 2001. Kerik es además un hombre de confianza de Rudy Giuliani, ex alcalde de Nueva York. La nominación de Kerik que efectuó Bush fue bien recibida no sólo en el partido republicano sino también en el demócrata.

Pero Kerik renunció antes de ser confirmado por el Senado cuando confesó que había contratado a una empleada doméstica sin verificar sus documentos y que la mujer era una inmigrante ilegal. Hay que recordar que combatir la inmigración ilegal en USA es una de las principales máximas del Departamento de Seguridad.

A las pocas horas Kerik debió también salir a declarar que era cierto que le había sido infiel a su esposa con dos mujeres a la misma vez.

Pero estos hechos son en realidad menores. Kerik mantiene un estrecho vínculo con un empresario de la construcción de New Jersey, Frank DiTommaso, quien está directamente relacionado con las actividades de la familia Gambino, una de las mafias más poderosas de USA.

Kerik es millonario. En su cuenta bancaria están declarados más US$ 6 millones que él justifica con la liquidación las acciones que había recibido de Taser Internacional, una empresa de armas de descarga eléctrica que lo contrató y que tiene relaciones comerciales con la secretaría de Seguridad Nacional y con cientos de departamentos de policía de todo el país.

Kerik, quien está casado por tercera vez y tiene dos hijos, fue conocido antes del 11 de septiembre de 2001 cuando se conoció que encomendó a tres policías a investigar quién había sido su madre en vez de patrullar las calles. Los policías concluyeron que su madre era una prostituta alcohólica que fue asesinada por su proxeneta.

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