Termina el 2004: Síntomas positivos y deudas pendientes

El 2004 terminará con un saldo positivo sobre todo si se mira hacia adelante. Cuando se está escribiendo ya el epílogo de un año que no fue nada fácil, los industriales y la CGT sentaron las bases de un acuerdo para rediscutir cómo se mejorará el ingreso de los asalariados. Al respecto, U24 reprodujo una nota publicad en la sección opinión del diario platense Hoy.

Los datos sobre la economía siguen en alza, y el Gobierno pondría fin al proceso que se inició hace tres años, cuando Argentina ingresó en default.

Paralelamente, por primera vez en mucho tiempo en el exterior reconocen que el proceso de recuperación de nuestro país es real. Un diario italiano acaba de asegurar que "Argentina está otra vez en marcha y crece como China", en un informe que destaca que el Producto Bruto Interno se incrementa al ritmo del 8 %, a lo que se suma la creación de más de un millón de puestos de trabajo por año.

Ayer mismo, el presidente Néstor Kirchner aseguró que el país está "saliendo adelante", y pronosticó que los argentinos van a "construir el futuro que se merecen".

Sin embargo, para hacerlo es necesario que la mano del Estado incline la balanza hacia el lado de los que más ayuda necesitan. Eso no significa que solamente es imperioso atender la situación social, cuando la pobreza todavía asciende a cifras que producen escalofrío.

Implica también que se priorice el papel de la industria nacional como pilar de la economía. Y a nadie puede escapársele que aún son muchas las pequeñas y medianas empresas que apostaron por el país durante la crisis, apenas pudieron subsistir, y hoy precisan que se les otorgue facilidades para quitarse de encima la mochila fiscal.

Este tipo de medidas le dará sin dudas un fuerte impulso al mercado laboral, porque las PyMEs son las principales generadoras de empleo genuino, y ello contribuiría además a mover la rueda del mercado interno.

Otro punto debe tenerse en cuenta al mirar hacia adelante. También es vital que se reactive el crédito, para que los jóvenes tengan chances de soñar con un techo o un emprendimiento propio. Porque un país que no mira con optimismo el futuro tiene una enorme batalla perdida. Y Argentina cuenta con el enorme privilegio de saber que el 2005 puede ser el año del despegue definitivo.

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