Tragedia de Once: La mayoría de las Provincias sin luto pero en alerta

Luego del incendio del 30 de diciembre en el boliche "República Cromagnon", que se llevó la vida de más de 184 personas producto de negligencia en las medidas de seguridad y falta de control de las áreas pertinentes, se decretaron tres días de luto en todo el país. Sin embargo, en gran parte del interior, la jornada del 31 de diciembre se vivió con normalidad y no se respetó el luto. Pero, pese a esto, la paranoia y la conmoción que generó el episodio derivó en el cuestionamiento provincial de las normal y medidas que deben cumplirse para evitar este tipo de tragedia.

A partir del incendio del 30 de diciembre en el boliche "República Cromagnon" que se llevó la vida de más de 180 personas, se volvió a cuestionar en qué estado se encuentran los locales bailables en varias localidades del interior del país y las medidas que deben cumplirse para evitar este tipo de tragedias.

En Posadas, Misiones, la Municipalidad intensificará los controles en los locales bailables y de concurrencia masiva en la ciudad, a los efectos de prever que se den las condiciones de seguridad necesarias para evitar catástrofes como la que ocurrió en el boliche de Once.

En ese sentido el secretario de Gobierno de la comuna, Octavio Loyola informó que en la misma tarde del viernes pasado se realizó una recorrida por los lugares donde se realizarían eventos a los efectos de revisar y verificar que todas las condiciones de seguridad estén contempladas.

"Nosotros evaluamos la situación y a pesar de que el Intendente de Posadas emitiera un decreto adhiriendo al luto nacional, decidimos que los organizadores de los festejos decidan el abrir o no. Sabíamos que la gente igual iba a salir y era mejor tener lugares fijos, que gente deambulando por las calles", explicó.

Pero, pese a que se realizaron los operativos para evitar la venta de alcohol, en varios puntos del micro centro de la ciudad de vieron a jóvenes consumiendo bebidas alcohólicas en las veredas de los bares o a los costados de las mesas.

La importante cantidad de gente sobrepasó lo esperado por algunos comerciantes que vieron agotadas sus mesas e hicieron caso omiso al Código de Nocturnidad vigente.

Por su parte, el director de Medio Ambiente de la Municipalidad de Posadas, Jorge Jabornicki afirmó que Misiones y ninguna ciudad del nordeste está preparada en la parte de asistencia médica para recibir a tanto volumen de heridos como arrojó el incendio de la discoteca "República de Cromagnon".

En ese marco recordó que desde la dirección de Medio Ambiente, durante los meses de abril y se solicitó a los boliches, pubs, bailantas y clubes, el cumplimiento de las normas necesarias en cuanto a los dispositivos y salidas de emergencia y las precauciones que se deberían tener en cuenta en caso de catástrofes.

En la localidad de Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz, quedaría hoy redactado un decreto municipal por el cual se establecerá dar de baja a todas las habilitaciones otorgadas a discos y otros centros nocturnos, hasta tanto se realicen nuevas y exhaustivas inspecciones.

Fue el secretario municipal de Seguridad Urbana, Carlos Martínez, quien tomó la iniciativa de fijar normativas claras, no sólo en los sitios nocturnos sino también en otros centros de gran auge de público.

Tampoco quedaron exentos los gimnasios de escuelas u otros locales donde se realizan fiestas de egreso o recitales. De hecho, recordaron que a fines de diciembre, en algunos lugares llegaron a concentrarse entre cuatro y cinco mil personas, cerrándose las puertas con llave para que no ingresaran extraños.

A la hora de referirse exclusivamente a los boliches, quedó en evidencia que en agosto del año pasado varios concejales, policías y funcionarios municipales hicieron un relevamiento de esos locales y más de uno quedó clausurado, labrándose actas en las cuales los propietarios se comprometían a hacer las refacciones necesarias.

En esa ocasión se detectaron redes de electricidad muy antiguas, falta de salidas de emergencias, materiales inflamables, falta de matafuegos y otra serie de anormalidades, sobre todo en edificaciones construidas hace más de cuatro décadas.

Sin embargo, con el transcurrir de los meses ese tipo de controles se fue diluyendo y no hay un informe actualizado de las refacciones realizadas.

Por su parte, aludieron a la necesidad de contar con un seguro de responsabilidad civil, o similar, para los asistentes a los locales nocturnos, al tiempo que pidió que se instrumenten mecanismos para que los mismos funcionen fuera de la zona estrictamente urbana.

A su vez el comisario Behm, jefe de Bomberos, dijo que es necesario que los municipios santacruceños unifiquen los códigos edilicios para ajustar normas de seguridad que son dinámicas, ya que constantamente se van perfeccionando.

Incluso citó que su área bien podría realizar una inspección que se renueve anualmente, a lo que el concejal Benítez sugirió que la misma se efectúe en lo inmediato y luego se fije la fecha de renovación para los primeros días de diciembre de cada año.

En Santiago del Estero recordaron que los boliches no están exentos de siniestros.

Claudia de Flores, integrante del Proyecto Padres, indicó que lamentablemente en esa ciudad también puede ocurrir un hecho de esta naturaleza. Por lo que dijo que "nos mueve, lo que potencialmente es peligroso en Buenos Aires también lo es aquí y además se dan conductas que hacen que sea más peligroso".

Indicó que existen cierto casos como el de dos boliches que han sido inspeccionados "y cuyas puertas de emergencias no estaban en condiciones".

"Uno de ellos en este momento está clausurado y en el otro se hizo la clausura preventiva hasta que corrijan lo que se consideraba que estaba incorrecto: El funcionamiento de la puerta, porque estaba tapada con vallas que organizaban la entrada", agregó.

Además de las deficiencias edilicias, Flores manifestó que existen en los boliches de la ciudad ciertas conductas que pueden ser igual de peligrosas.

"Hay tipos de conductas que veíamos como habituales, que es adornar los lugares de concurrencia masiva con telas que muchas veces son de combustión, especialmente en desfiles, como así también grupos que bailan y utilizan antorchas", explicó.

"Todo eso es potencialmente peligroso y uno no advierte si no concurre al lugar, en el momento que está por funcionar el boliche o ese tipo de eventos", subrayó.

En San Juan denuncian que sólo el 60% de los boliches locales está en regla, según estima Bomberos.

Bomberos recibió ayer la orden del jefe de Policía, Miguel González, de salir a controlar todos los lugares que concentren público, sobre todo boliches, cafés, bares, confiterías y hasta estaciones de servicio, especialmente las de GNC.

La idea es hacer controles más seguidos y saber cuántos de esos comercios están autorizados a funcionar y si cumplen con todos los requisitos, porque en las inspecciones realizadas el último año detectaron que sólo el 60 % de los locales están en regla.

El programa de reempadronamiento de boliches y poner todo en orden fue la primera reacción local para ajustar la mira sobre la seguridad de los lugares donde se concentra gran cantidad de público después de la tragedia de Once.

Pero el plan no termina ahí: La Policía quiere que Bomberos y otros organismos encargados de dar permiso a los comerciantes (Planeamiento, Salud Pública y municipios) extiendan las habilitaciones por menor tiempo: Actualmente son de un año cuando la obra está terminada, y hay otras provisorias por tres o seis meses. Por eso en las próximas horas se buscará coordinar esfuerzos con otros responsables del gobierno provincial y municipal.

El plan de ponerse más rigurosos con los controles surge de las inspecciones. En la reunión que organizó ayer en la mañana González con responsables de la Dirección de Operaciones de la Policía se conocieron varios casos de irregularidades muy frecuentes.

En el 2003 Bomberos realizó 23 actas a locales donde se efectúan bailables o boliches, incluyendo infracciones o directamente las clausuras. En 2004, las actas casi se triplican: Hubo 70. Y en lo que va de 2005 ya son 3 las intervenciones de Bomberos. Para las fiestas de fin de año hubo 3 clausuras.

En todo ese trabajo, los policías comenzaron a detectar que cada vez más los comerciantes incurren en cambios que los separaban de las sanas reglas del juego: "Cambian de razón social, de nombre, modifican los ambientes, las vías de escape y hasta el destino (autorizaciones para bar operan como boliches) y todo sin notificarlo a ningún organismo. Eso es motivo de infracción y hasta de clausura. Y vamos a tener que ser rigurosos porque la seguridad de la gente no es un juego", dijo González.

Por otra parte, en Salta, desde Bomberos de la Provincia, aseguran que muchos boliches no respetan los límites de capacidad establecidos. Desde agosto, hubo algunas mejoras en las condiciones de muchos locales, pero otros siguen como entonces.

En la ciudad no hay boliches habilitados para contener más de 900 personas al mismo tiempo, sin embargo, en las noches de viernes y sábado hay nutridas excepciones a la regla. Esto está basado en la Ley de Seguridad y Riesgo del Trabajo donde se establece que debe haber un máximo de una persona por metro cuadrado.

Si bien esta normativa sufrió algunas arremetidas -hasta del Concejo Deliberante capitalino que en 2003 aprobó una ordenanza donde se permitía dos personas cada tres metros cuadrados- sigue vigente y rige en todos los boliches del país. Pero más allá de la letra, los hechos demuestran, casi todos los fines de semana, que esto no es tenido en cuenta y la venta de entradas sigue excediendo a la capacidad, salvo algunas excepciones.

De acuerdo al artículo 62 del Código Contravencional de la Provincia -Ley 7135/01- "será sancionado con arresto de hasta 20 días o multas de hasta 30 días, el que admitiere mayor cantidad de espectadores que lo autorizado o no resulte acorde a la capacidad del local". Cabe aclarar que en caso de optar por el pago, cada día de multa fijado tiene un costo de $ 5, con lo cual teniendo en cuenta una multa máxima de 30 días, el infractor paga $ 150 y vuelve a abrir las puertas de su local.

El riesgo de la sobreventa no es otro que el de la vida o integridad de las personas que concurren a esos locales. En definitiva, si un boliche, o cualquier otro comercio, fue habilitado para alojar un número determinado de personas, es porque la infraestructura así lo exige.

Los metros cuadrados y las normas de seguridad existentes son aquí los dos pilares clave para determinar el número permitido de ingresos. Si no se cumple con esto, todo el dispositivo de seguridad queda inutilizado, y ante una catástrofe, como la ocurrida en Paraguay a mediados del año pasado o en el boliche de Once la semana pasada, no habría escapatoria. El problema no es menor.

De acuerdo a lo indicado por algunos inspectores que periódicamente recorren los locales de nuestra ciudad, los dueños de los boliches excedidos se excusan diciendo que no es rentable su negocio con la capacidad fijada por los organismos de control. Claro que seguridad y rentabilidad no son variables excluyentes.

Tal vez la diferencia de conceptos radique en la visión empresaria, como lo explicó un especialista de un centro comercial local: "hay quienes toman a la seguridad como un gasto y otros como una inversión, ahí se reflejarán las condiciones que tenga uno y otro", señaló. En esto empieza a jugar un papel fundamental la toma de conciencia y la responsabilidad.

En Tucumán advirtieron que los boliches que no estén en regla no abrirán. Todos los boliches tendrán que demostrar ante la Municipalidad que cumplen con las normas de seguridad. Hasta que lo hagan, no podrán abrir, dijo el intendente de la Capita, quien suspendió las habilitaciones a todos los locales donde se realizan bailes, incluidos los clubes y los pubs.

Asimismo, se firmará un convenio con los Bomberos para que ellos realicen sus propios controles, además de los que hace Defensa Civil municipal, de acuerdo con lo expresado por Amaya.

En La Rioja, el ministro de Gobierno y Derechos Humanos, Alberto Paredes Urquiza, reconoció que "habrían algunos (boliches) en los que hay serios inconvenientes" en materia de seguridad para los asistentes.

Urquiza dijo que "es un llamado de atención para todos" lo ocurrido en un boliche porteño. Por tal motivo, se reunirá con autoridades municipales con el fin de diseñar un programa de contralor de espectáculos públicos.

"Todos los lugares de concentración masiva de público deberán tener la respectiva autorización municipal, lo que implica las vías de escape adecuadas, elementos de lucha contra incendio y básicas para siniestro y todo lo relativo a la instalación eléctrica para brindar el marco de seguridad", explicó.

Por su parte, la dependencia municipal responsable de inspeccionar a los centros de diversión nocturna de Corrientes dio a conocer que se implementarán estrictos controles sobre los locales bailables boliches y pubs capitalinos, extremando las medidas de seguridad, a tal punto de llegar a realizarse "simulacros de catástrofes".

Dejá tu comentario