Cuando Ibarra apunta contra los bomberos, el fuego se vuelve en su contra

El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, intentó en sus primeras apariciones luego del incendio ocurrido en República Cromañón librarse de la responsabilidad del hecho y apuntó contra el empresario Emir Omar Chabán y contra los bomberos. Sin embargo, cuando Ibarra culpa a estos últimos no hace más que inculparse a sí mismo y poner en evidencia que de él dependía la seguridad del boliche.

El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, tardó varias horas el pasado 31 de diciembre en dar la cara luego de los hechos ocurrido en el boliche del barrio porteño de once donde 190 personas fallecieron.

Ibarra estaba planeando inculpar a alguien que no perteneciese al gobierno que él administra y "lavarse las manos", calmar la sed de justicia de los sobrevivientes, familiares y amigos de las víctimas fatales. Y entonces pensó: el empresario Emir Omar Chabán, un hombre que había realizado tiempo atrás ciertas declaraciones ideales que lo podían llegar a comprometer, y los bomberos.

Pensó también en culpar al mismo grupo que convocó a más de 4.000 personas, Callejeros. Sin embargo, varias personas vinculadas a esta banda habían fallecido y es mucho el fanatismo que un sector de jóvenes siente hacia Callejeros como para arriesgar que ese mismo segmento se vuelva en su contra.

# Argumentos en contra de la responsabilidad de los bomberos (o a favor de la culpabilidad de Ibarra)

Si bien es cierto que la División Inspecciones del Departamento Seguridad Contra Incendio y Riesgos Especiales de la Superintendencia de Bomberos de la Policía Federal es la que a pedido del local solicitante (bailable, de espectáculos, etc.) da la autorización para su funcionamiento, es también cierto que la cadena no se corta aquí.

Un eslabón superior y posterior es el mismísimo Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires quien se encarga de la habilitación. A partir de lo cual el "poder de policía" para verificar el mantenimiento del sistema de seguridad contra incendios es competencia de los fiscalizadores del Gobierno de la Ciudad, explicaron altas fuentes policiales.

De este modo la División Inspecciones de Bomberos no podría presentarse antes o durante un recital a verificar y clausurar las instalaciones.

Una vez vencido el plazo de la autorización, los bomberos se pueden presentar en los locales para renovar la misma, pero aparentemente esto habría ocurrido y se le habría negado el acceso. Si esto efectivamente ocurrió se halla registrado en los libros de
constancia de la División Inspecciones. El cuerpo de bomberos no tiene autoridad para clausurar o allanar el inmueble.

De este modo, fuentes policiales precisaron a U24 que "El único poder de fiscalización del sistema de seguridad contra incendios, como el de higiene, cantidad de espectadores autorizados a ingresar, etc; y la facultad de multa, clausura temporaria o cierre
definitivo es potestad del Gobierno de la Ciudad".

Quizá lo conveniente para evitar que estos episodios se repitan sería el doble control del Gobierno de la Ciudad y de Bomberos porteños.

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