Dormir poco puede estimular la obesidad

A esta interesante conclusión llega un reciente estudio de la Escuela de Medicina de la Universidad de Chicago (USA), publicado en "Annals of Internal Medicine", poniendo en cuestión la extendida creencia de que "dormir poco adelgaza" ya que durante las horas pasadas en la cama se quemaba menos energía.

Al parecer, la cantidad de sueño condiciona el nivel en el organismo de dos hormonas, la leptina y la grelina, de modo que, en individuos que han dormido poco, disminuye la primera y aumenta la segunda.

La leptina tiende a suprimir el apetito, con lo que su disminución supone una mayor tendencia a comer. Por el contrario, la grelina provoca sensación de hambre, pero en este caso la falta de sueño produce un aumento de esta hormona, por lo que su efecto se suma al anterior. La conjunción de ambos es un aumento del apetito.

Lo anterior se deduce de un estudio realizado en 12 varones jóvenes, a los que se limitó el sueño a 4 horas durante 2 noches.

Como promedio, su nivel de leptina bajó un 18 %, mientras que el de grelina subió un 28 %. El resultado fue un aumento del apetito algo superior al 23 %, con tendencia a ingerir dulces, salados (patatas fritas, frutos secos, entre otros) y comidas con alto contenido en carbohidratos, como la pasta y el pan.

Adicionalmente, diversos estudios epidemiológicos indican que las personas que duermen poco son más propensas al sobrepeso. Para terminar, se ha demostrado también que las ratas privadas de sueño comen más que las que duermen lo que quieren.

Según los expertos, y a pesar de lo concluyente que parecen los estudios mencionados, estos resultados deben considerarse sólo provisionales. A la prudencia general que debe acompañar cualquier investigación se añade, en este caso, el hecho de que se hizo en pocos individuos (12), y todos ellos varones jóvenes.

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