Primicia: El último papelón internacional de Kirchner

El presidente Néstor Kirchner está obstinado con rescindirle el contrato de Aguas Argentinas al Grupo Suez. Cuando esto ocurra, el mandatario analiza dos posibilidades, una poco viable y anacrónica, y otra ridícula. Por un lado, Kirchner se ha pronunciado a favor de la nacionalización de la empresa, por el otro, se estaría analizando la opción de ofrecerle al presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, que Aguas de Barcelona se hiciese cargo de la concesión. Pero existe un pequeño detalle que el gobierno omite: el Grupo Suez controla el 51% de Aguas de Barcelona (Agbar), también accionista de AA.

El martes llega a la Argentina el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero. En realidad, Zapatero no tenía tanto interés en visitar al presidente Néstor Kirchner, como sí de reunirse con su par chileno y socialista Ricardo Lagos, o con su homólogo brasileño, Luiz Inacio Lula Da Silva.

Kirchner ve con buenos ojos la llegada de Zapatero ya que considera que se abre una posibilidad ante su enfrentamiento con el Grupo Suez, de Francia, concesionario de Aguas Argentinas. Los roces quedaron en evidencia la semana pasada con la visita del gobierno argentino a París donde se reunieron con empresarios y con el presidente Jacques Chirac sin lograr ningún avance en las conversaciones.

En las últimas horas de baraja la casi certera posibilidad de que Kirchner habría rescindido el contrato al Grupo Suez, operador de Aguas Argentinas, quien prevé no cambiar la naturaleza de la concesión del servicio que según el contrato firmado con la Argentina, tiene un plazo de 30 años.

Una de las alternativas de Kirchner es ofrecerle a Zapatero hacerse cargo de la concesión de Aguas Argentinas. Pero hay que tener en cuenta el no menor detalle de que Aguas Argentinas no está sólo integrada por capitales franceses. El Grupo Suez controla el 51% de Aguas de Barcelona (Agbar), quien tiene también un papel importante en la concesión.

Otra posibilidad es la que considera Kirchner de nacionalizar Aguas Argentinas, que no sería muy bien recibida por Zapatero, cabeza de un gobierno español socialista, al advertir que Kirchner defiende la parte de una empresa del socialismo catalán.

Kirchner y Zapatero analizarán la situación de las empresas españolas que entre 1991 y 2004 invirtieron US$ 45.500 millones en la Argentina y dan empleo a 121 mil trabajadores.

Dejá tu comentario