Sale a la venta en USA la historia del Striptease

Un reciente libro que narra la historia del Striptease salió a la venta recientemente en USA y describe las dificultades que ha tenido este oficio para instalarse en la sociedad. Su autora, Rachel Shteir de la De Paul University de Chicago narra en "Striptease: The untold History of the Girlie Show" las diferentes etapas de adaptación que debió transitar el show de striptease para finalmente ser reconocido como espectáculo hasta la actualidad donde hasta existen academias que enseñan las bondades de este baile sensual.

El diario canadiense "The Globe and Mail" se refirió a un libro recientemente aparecido, donde la profesora Rachel Shteir, de la De Paul University de Chicago, escribió precisamente la historia no contada del striptease en Estados Unidos: "Striptease: The Untold History of the Girlie Show".

Para entrar en materia, el periodista que hizo la crónica contó su última visita a un night club en Toronto: una chica se subió al escenario, se embadurnó con salsa de chocolate y dijo a los espectadores que por 20 dólares podrían sacar con su lengua y durante un minuto el dulce de su cuerpo.

El periodista se pregunta entonces si acaso siempre esto de las mujeres bailando desnudas a cambio de dinero se trató de "un acto caníbal". Y a continuación entra en la historia que narra el libro. De cómo llegó una francesa (Francisque Hutin) a Estados Unidos en 1828 con un show "atrevido" que montó en Nueva York: ella bailaba ballet y lucía ropas más o menos diáfanas, pero nada de desnudos. Sin embargo, la prensa la destrozó: "una gran porción de los espectadores se sonrojó".

Pero el ojo empresarial vio un mercado fértil aquí e ideó una coartada: que niñas desnudas escenificaran pinturas clásicas como "Las Tres Gracias", de Rubens. Era arte, nadie podía reclamar y nadie lo haría siempre y cuando las muchachas no se movieran.

A fines del siglo XIX este espectáculo se mezcló con payasos y sketches, lo que agradó a la gente. Las chicas tuvieron más espacio para lucirse y arremetieron producciones costosas.

Esto pavimentó la irrupción de las estrellas de vodevil, "las exotic dancers" en los años 20 y 30. Fue la época de oro. Pero los años corrieron, ellas envejecieron y se dedicaron a otra cosa.

En los 60 el espectáculo se asemejó más a un music hall con tintes hippies, de amor libre.

Pero hoy, concluye la investigadora, el espectáculo del striptease vive un pequeño renacimiento, con academias que imparten clases en Estados Unidos, y con la efervescencia generada por los videos caseros, hechos muchas veces por los propios novios que filman a su chica.

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Publicado en LUN, Chile, 26 de enero de 2005.

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